Una Educación para la Salud (EpS) efectiva debe integrarse en la comunidad en la que los receptores viven. Por ello, en el caso de los/las adolescentes, todos los Sistemas de Salud apuestan por llevar la EpS a los Centro Educativos, pero no siempre se consiguen los resultados esperados.
Conocer la fuente de la información afectivo-sexual que las adolescentes en la Zona Básica de Salud (ZBS) de Ponferrada I (GASBI) poseen para implementar posteriormente un programa de EpS que les facilite las herramientas y habilidades para la correcta gestión de su ámbito afectivo-sexual.

Estudio descriptivo transversal sobre 365 alumnos/as de 2º, 3º y 4º de ESO a los que se les facilitó una encuesta ad hoc, explotoria, anónima y autoadministrada.
Se tomaron las variables: información recibida, fuente información y calidad de información.

De los 365 encuestados, 209 eran mujeres y 156 hombres.
Un 37,78% refería que tenía suficiente información sobre sexualidad. La información procedía en un 61,53% de fuera del ámbito familiar, un 8,05% del profesorado; aunque el 19,17% consideró tener nula información por parte del centro educativo; un 59,55% de amigos, un 29,34% de internet y un 13,8% de personal sanitario.

A pesar de que disponer de información fiable es clave en adolescentes, pues sobre lo aprendido en esa etapa de la vida construirán sus conductas y pensamientos en la edad adulta, queda de manifiesto que es insuficiente y que no proviene de fuentes fiables de información. El pequeño porcentaje de adolescentes que refiere recibir información de personal sanitario plantea diferentes cuestiones (dificultad de acceso, indicación y eficacia de los programas…) que merecen ser analizadas con detenimiento.

Salud, Adolescentes, Educación para la salud, Sexualidad

Forma parte de un estudio preliminar más amplio que tiene como objetivo establecer una futura intervención comunitaria programada.
Sin evaluación ni financiación externa.