En la frenética moda por poner etiqueta a todos los días del calendario, al 12 de abril (aunque se haya celebrado el 13) le ha tocado el turno (no sabemos aún muy bien el por qué del día) a la Atención Primaria de Salud. No es que nos parezca mal el que se recuerde, conmemore y se honre a la Atención Primaria. Al contrario, nos parece muy bien. Lo que ya no nos parece tan bien es el uso corporativista que de la citada celebración se realiza. En el año 2011 el denominado Foro de Médicos de Atención Primaria decidió, en un manifiesto, constituir el día Nacional de la Atención Primaria. En el citado Manifiesto se reivindica un mayor protagonismo de los profesionales de Atención Primaria, pero realmente tan solo se centra en reivindicaciones de una parte de estos profesionales, los médicos.
Nos parece perfectamente lícito y respetable el que se reivindique aquello que desde cualquier perspectiva profesional se considere. Ahora bien, dicho esto, lo que deberían haber constituido es el día Nacional de los Médicos de Atención Primaria. Lo contrario es ir en contra de los principios básicos y fundamentales de la Atención Primaria misma. La Atención Primaria es un ámbito de Atención, mejor que un nivel asistencial, centrado en los equipos multiprofesionales que deben prestar atención continua y continuada. El manifiesto y las celebraciones que le acompañan lo que reivindican es la Atención Médica Primaria que fue la que dio paso a la reforma e implantación de la Atención Primaria de Salud. En la celebración que este año han vuelto a realizar se han repetido los mismos planteamientos corporativistas que dieron origen al manifiesto, anulando y despreciando el trabajo en Equipo y la labor de tantas/os profesionales que intervienen en la atención a la comunidad.