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Durante estos días, en todo el mundo, casi nadie es ajeno a la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, un Papa que ha aportado muchos avances positivos a la Iglesia. Hoy, desde la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), queremos destacar la labor realizada por su enfermero personal, Massimiliano Strappetti.
Strappetti representa el compromiso y la humanidad de las enfermeras y, demuestra, cómo la cercanía, la empatía, la dedicación y el cuidado pueden marcar una diferencia significativa en la vida de quienes acompañan, destacando el papel esencial de las enfermeras comunitarias en la atención integral (biológica, psicológica, social y espiritual) de las personas.
La labor de Massimiliano Strappetti, reconoce y valora el trabajo de todas las enfermeras comunitarias que, con su entrega diaria, contribuyen a promocionar, mejorar y restaurar el bienestar y la salud de las personas, familias y comunidades.
Más información sobre "El Enfermero del Papa"aquí.
AEC, con Saturnino Mezcua Navarro, socio de la Comunidad de Madrid, y en nombre de Maribel Mármol, presidenta de AEC, estuvo presente en el acto de acto de entrega de las condecoraciones de la Orden al Mérito del Plan Nacional Sobre Drogas concedidas el año 2025 celebrado el pasado día 26 de marzo.
La subsecretaria de Sanidad, Ana María Sánchez, presidió el acto de entrega de las condecoraciones de la Orden al Mérito del Plan Nacional Sobre Drogas concedidas el año 2024. Se entregaron las distinciones a personas y entidades que han destacado por su labor en la prevención, atención e intervención en adicciones.
La Orden al Mérito tiene tres categorías, oro, plata y cruz blanca.
Criterios de concesión:
Para la Medalla de Oro: que hayan destacado o destaquen por sus actividades de forma relevante o por la realización de actuaciones de especial significación y trascendencia, o que hayan implicado riesgo para su vida, tanto en el ámbito preventivo, asistencial y de reinserción como en el del control de la oferta o tráfico ilícito de drogas y estupefacientes y de sus consecuencias o beneficios ilícitamente obtenidos.
Para la Medalla de Plata: que hayan realizado o realicen destacadas actividades con una entrega continuada y de dedicación constante y solidaria en los ámbitos antes mencionados, teniendo en cuenta la eficacia real obtenida de las mismas.
Para la Cruz Blanca: que las actuaciones en los ámbitos antes citados impliquen, o hayan implicado, ejemplaridad y significativa dedicación.
La Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas 2024, reconociendo la labor de personas e instituciones en la lucha contra las adicciones, otorgó un total de 21 condecoraciones: 13 Medallas con la Cruz Blanca, 6 Medallas de Plata y 2 Medallas de Oro.
Las Medallas de Oro fueron concedidas a:
José Ramón Noreña, exfiscal de laFiscalía Especial Antidroga, por su trabajo en cooperación internacional y especialización judicial en esta materia.
La subsecretaria de Sanidad, Ana María Sánchez, destacó la importancia de la prevención y el enfoque equitativo en las políticas de adicciones. También asistieron la subsecretaria del Interior, Susana Crisóstomo, y el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Joan-Ramon Villalbí.
Resolución de 2 de octubre de 2024, de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, por la que se concede la Medalla de Plata de la Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas correspondiente al año 2024, a las personas que se citan.
Resolución de 2 de octubre de 2024, de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, por la que se concede la Cruz Blanca de la Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas correspondiente al año 2024, a las personas, entidades y organismos públicos que se citan.
Orden SND/1172/2024, de 16 de octubre, por la que se concede la Medalla de Oro de la Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas a don Alexis Goosdeel.
Orden SND/1173/2024, de 16 de octubre, por la que se concede la Medalla de Oro de la Orden al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas a don José Ramón Noreña Salto.
El 7 de abril celebramos el Día Mundial de la Salud, un día de especial relevancia para la humanidad, y de especial sensibilidad para los/las profesionales sanitarios. Ya en la Conferencia de Promoción de la Salud de Otawa (1986) se destacaba que la salud no es un objetivo en la vida, sino un recurso para la vida. Y atesorar el mayor nivel de salud posible (atesorar = “tesoro”) es lo que nos permite ser lo que somos, hacer y lograr lo que deseamos. Varias décadas después seguimos con el firme convencimiento de que así es. Es cierto que se trata de una salud conceptualizada como compleja, multidimensional y subjetiva, variable y cambiante, tradicionalmente individual o individualizada aunque actualmente con una visión más salubrista, colectiva y globalizada, coproducida por todos los actores y sectores de la sociedad, junto a otros elementos como el medio ambiente o el mundo animal, en lo que conocemos como una salud. Lo que sí sabemos, y conviene no descuidar, es que la salud es también altamente dependiente del desarrollo de cada comunidad, como dependiente es de muchos determinantes de la salud, no siempre contemplados y respetados. Y ahí encontramos las enfermeras comunitarias un claro y clave foco de intervención.
En este contexto, irrumpe el lema este año 2025, sugerido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) “Comienzos saludables, futuros esperanzadores” (https://www.who.int/es/campaigns/world-health-day/2025), con el propósito de iniciar una campaña anual de trabajo centrado (también) en seguir mejorando las tasas de mortalidad materno-infantil de carácter perinatal y prevenible, con especial énfasis en el bienestar de las mujeres a largo plazo. Afirma la OMS que “la salud de las madres y los recién nacidos está en la base de familias y comunidades saludables…”, afirmación a la que desde la AEC nos sumamos al considerar que es una consideración transversal, evidenciada, y altamente participada por las enfermeras comunitarias, en especial en un contexto atencional de atención primaria, salud pública y comunitaria.
La tasa de mortalidad materno-infantil es un indicador clave de los sistemas sanitarios, tasa sin embargo también altamente influenciada por ese grado de desarrollo comunitario y por las condiciones de vida en el entorno más inmediato de las personas. Esos entornos de vida no siempre son favorables para la salud, a pesar de los esfuerzos de muchas enfermeras comunitarias, como del resto de profesionales sanitarios, de sectores sociales/profesionales, el ámbito político y del propio sistema de salud. A pesar pues de esos esfuerzos por ser sistemas resilientes y accesibles, no siempre es posible lograrlo. Lo que sí está claro es que en los países con tasas bajas o muy bajas de mortalidad, su sistema sanitario es apreciado como sistema de alta calidad. Y los sistemas de calidad deben destacar y promover los mecanismos de protección necesarios de la salud, tanto en la mortalidad materno-infantil, como en cualquier riesgo para la salud, en especial en colectivos vulnerables y vulnerados. Porque esa protección y promoción ayudará también a ese bienestar en las mujeres a largo plazo.
Conviene reflexionar sobre diversos elementos que atañen a los tomadores de decisiones, al más alto nivel, que repercuten altamente sobre la salud de la población. No podemos dejar de trabajar un objetivo prioritario para la salud, que es la paz mundial, y un objetivo clave de losObjetivos para el Desarrollo Sostenible. Quizá sea un objetivo primario, pues sin paz, difícilmente puedan lograrse muchos de los otros objetivos. Sí, también quizá (como la misma salud) la sea una utopía, algo idealmente deseable (como la salud máxima y estática) pero que la historia de la humanidad, implacablemente, lo confirma como utopía. Los conflictos bélicos están presentes en diversas partes del mundo de forma constante, y aplastan y destruyen la salud de las personas. Precisamente sobre ello se está publicando unmonográficodesde laSociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria SESPAS, con participación directa de la AEC. Y sin paz, ningún tipo de bienestar será posible.
En la forma en que esos conflictos bélicos afectan gravemente a la vida cotidiana, a los servicios básicos de salud y de las infraestructuras necesarias para la atención y el sostenimiento de la salud y la enfermedad, se observa destrucción de servicios, migraciones masivas en condiciones infrahumanas, ausencia o bloqueo de atención sanitaria y condiciones de vida precarias, con problemas de acceso a agua, alimentos, medicación, atención profesional (grave en contextos agudos y crónicos de salud), etc. Esto, especialmente trágico en todo caso, también lo es para la salud materno-infantil y en el aumento de la mortalidad “prevenible”, que en condiciones de paz podría conseguirse. También es de destacar como estos conflictos ponen en riesgo concreto a niños y niñas, más vulnerables que otros colectivos poblacionales.
En resumen, el Día Mundial de la Salud nos recuerda que las condiciones de vida, los determinantes de la salud, la disponibilidad de recursos de todo tipo y la equidad y justicia en salud son imprescindibles para alcanzar bienestar, el máximo grado posible de salud en el mundo. Estos elementos, con los que las enfermeras y la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC) están familiarizadas y altamente comprometidas, es necesario trabajarlos desde el convencimiento a nivel de políticas de salud (Salud en Todas las Políticas…), para que las personas que pueden decidir acciones de protección sean influidas y tomen las mejores decisiones, que además de favorecer la salud, sienten las bases para el desarrollo positivo de las comunidades, como puede ser la búsqueda de la paz, o a nivel nacional por ejemplo lograr que la Agencia Española de Salud Pública sea una realidad.
Por todo ello, animamos a las enfermeras comunitarias a ejercer sus competencias específicas de abogacía para la salud, así como de competencia política, para contribuir desde cada posición individual a la mayor de las causas colectivas, el bienestar, la mejor salud y la mejor pública posibles.
a) Proyectos implementados que cuentan con experiencia asistencial (CATEGORÍA IMPLEMENTADOS).
b) Proyectos que no han sido desarrollados previamente (CATEGORIA NO IMPLEMENTADOS).
El concurso está dirigido a profesionales sanitarios con colegiación en vigor, que ejerzan su actividad en territorio español, y al menos uno del equipo debe ser profesional de Atención Primaria. Los participantes del proyecto podrán optar individualmente o formando un equipo. La participación puede ser multidisciplinar, este formato será valorado como mérito.
Los participantes en el concurso deberán elaborar y presentar el proyecto asistencial, comunitario, docente, de investigación o innovador, dentro de la categoría en cuestión, remitiéndolo al correo electrónicoEsta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.del 3 de marzo a las 23:59 h hasta el 20 de mayo de 2025.
Los premios serán los siguientes:
A. El finalista de cada categoría recibirá 1.500 € brutos.
B. El ganador de cada categoría recibirá un premio de 2.000 € brutos.
C. Premio especial al mejor trabajo presentado por un participante en formación 500 € brutos y una inscripción para el próximo congreso de la SEMG
AECes sociedad colaboradora de estos premios, participando en la evaluación de los proyectos presentados por enfermeras comunitarias de manera individual o en equipo multiprofesional.
El próximo jueves 20 de marzo de 2025 a las 18:00h (hora peninsular de España) la Asociación de Enfermería Comunitaria, la Facultad Ciencias de la Salud Universidad Internacional de Valencia de Universidad Internacional de Valencia de VIU y el Centro de Promoción de Salud, Prevención y Universidad Saludable de la Universidad Internacional de Valencia de VIU, organizan la “Jornada postEIR: Enfermería Familiar y Comunitaria. Más allá del hospital, más cerca de la gente.”
Si deseas asistir, inscríbete aquí y recibirás un enlace para acceder a la sesión el mismo día del evento.
Ponentes:
Isaac Badía Manzano: Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria en CS Villajoyosa, Alicante, Coordinador-Formador de la Estrategia de Salud Comunitaria de la Comunidad Valenciana en la Marina Baixa. Vocal de especialistas y residentes de la AEC.
Marta Gran Justicia: Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria en CS Altea, Alicante. Referente en atención comunitaria en ZBS Altea, Alicante. Vocal de especialistas y residentes de la AEC.
Moderadora:
Patricia Marín Maicas: enfermera, doctora en Enfermería Clínica y Comunitaria por la UV, directora del Centro de Promoción de la Salud y Prevención de la Universidad Internacional de Valencia-VIU y cuenta con experiencia laboral en los servicios de urgencias hospitalarias, extrahospitalarias y cuidados críticos.