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Libro Blanco del Envejecimiento Activo (en Andalucía)

Libro Blanco del Envejecimiento Activo. JA

La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social, ha publicado este libro en una apuesta decidida por las políticas de Envejecimiento Activo. Este Libro Blanco pretende ser un documento de diagnóstico, debate y reflexión, entre agentes de diversos ámbitos, al tiempo que una guía de acción para incrementar el rol activo de las personas mayores en la sociedad y que su valor redunde en otras generaciones.

Para ello se apoya en el desarrollo de pilares básicos como la seguridad jurídica y económica en el entorno y frente a estereotipos, mediante la promoción de una imagen positiva de las personas mayores, la promoción de hábitos de vida saludable, físicos y mentales, la formación a través del reconocimiento de capacidades y competencias, la promoción de la igualdad de oportunidades, el fomento de la autoestima y la participación y aportación de las personas mayores a la sociedad, desde su experiencia, formación, valores, apoyo a la familia y a la comunidad.

En su elaboración han participado miembros del Consejo Andaluz de Mayores y de los Consejos provinciales, junto a 60 expertos de las administraciones públicas, las universidades y los agentes sociales, analizando las nuevas necesidades de la población de las personas mayores en torno a cinco ejes temáticos: prospectiva del envejecimiento activo y transversalidad, salud, seguridad, participación, contribución e innovación y formación para toda la vida.

De Okupas, Enfer-mesas y Nurse Practitioners

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El último número de la revista "ene de enfermería" publica el artículo de Lalanda, M. "De Okupas, Enfer-mesas y Nurse Practitioners" en el que esta médica hace un análisis de la realidad enfermera actual desde su experiencia.

En el mismo artículo hace referencia a la respuesta que se dio a la carta publicada en Acta Sanitaria "enfer-mesas" y la respuesta dada a la misma desde AEC.

En archivos adjuntos se puede acceder al artículo de Lalanda y a la respuesta que al mismo ha realizado el presidente de la AEC, José Ramón Martínez Riera.

Nueva política de publicación en RIdEC acompañando a nuevo número

RIdEC 2012 vol 5 núm 1A partir de este número (2012, vol 5 núm 1) de RIdEC aplicamos una nueva política de publicación y difusión de la revista que, en resumen, es la siguiente:

Cada nuevo número de la revista se publicará en la web de AEC facilitando el acceso público a los resúmenes (abstracts) desde el primer momento de su publicación; sin embargo, el acceso al texto completo de los artículos científicos, desde ese primer momento, solamente lo disfrutarán las/os socias/os de AEC.

Transcurridos seis meses desde la publicación de cada número, es decir, con la aparición de un nuevo número (al ser semestral), se abrirá el acceso público al texto completo del número anterior.

Las/os socias/os de AEC pueden realizar comentarios y valorar los distintos artículos de este número de la revista así como cualquier otro de este portal.

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Revista a texto completo descargable (RIdEC 2012 v5n1)

          A partir de este número (2012, vol 5 núm 1) de RIdEC aplicamos una nueva política de publicación y difusión de la revista que, en resumen, es la siguiente:
          Cada nuevo número de la revista se publicará en la web de AEC facilitando el acceso público a los resúmenes (abstracts) desde el primer momento de su publicación; sin embargo, el acceso al texto completo de los artículos científicos, desde ese primer momento, solamente lo disfrutarán las/os socias/os de AEC.
          Transcurridos seis meses desde la publicación de cada número, es decir, con la aparición de un nuevo número (al ser semestral), se abrirá el acceso público al texto completo del número anterior.
          Naturalmnete, conforme a la licencia con que publicamos, podéis compartir con entera libertad la revista, o los artículos, con quienes consideréis conveniente.
          A continuación, pulsando en los enlaces correspondientes podéis descargar los documentos (PDF) con los textos completos de los artículos por separado o, si lo preferís, el número entero de la revista.

          Os recordamos también que las/os socias/os de AEC podéis realizar comentarios y valorar los distintos artículos de este número de la revista así como cualquier otro del portal de al asociación.


EDITORIAL. Crisis, gestores y enfermeras

Editorial
Crisis, gestores y enfermeras

José Ramón Martínez Riera
    Presidente de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC)


        Nadie es ajeno a la crisis que desde hace algunos años se ha instalado en nuestra sociedad y que se resiste a abandonarnos. Esta situación está ocasionando no solamente graves problemas financieros sino que se ha convertido, sin duda, en uno de los principales problemas de salud para la población que padece sus consecuencias (paro, recortes sociales, penurias económicas, etc.).
        Ante estas graves circunstancias, sin embargo, se está respondiendo por parte de la Administración Pública con importantes recortes en la sanidad que provocan desabastecimiento, retrasos en la prestación de atención o demanda insatisfecha, entre otros, para los usuarios y recortes salariales, empeoramiento de las condiciones de trabajo, recortes en las plantillas, etc., para los profesionales de la salud.
        Los políticos y los gestores sanitarios (que vienen a ser lo mismo dados los mecanismos de acceso a los puestos de responsabilidad en las organizaciones sanitarias públicas), ante la magnitud de la crisis han considerado que la mejor manera para ahorrar es meter la tijera en el sistema sanitario por entender que es lo que más gasto genera. Confunden, desde su ignorancia e inoperancia, la racionalización con el racionamiento.
        Los mismos políticos y gestores que durante las épocas de vacas gordas tan solo estaban preocupados por dejar huella de su paso con grandes proyectos de infraestructuras o de programas de dudosa rentabilidad y eficacia social son los que ahora, ante tan importante problema de salud como es la crisis, no solo no son capaces de responder con eficiencia sino que eliminan o restringen drásticamente servicios básicos y cargan en los profesionales de la salud su torpeza con recortes, congelaciones y despidos.
        La salud, como derecho fundamental de toda persona, no puede y no debe estar condicionada por gestores caracterizados por la mediocridad y el servilismo político del que hacen gala muchos de los actuales y que son los auténticos responsables de lo que sucede en el sistema sanitario público más allá de los efectos que sobre el mismo tiene la crisis.
        Han logrado una sociedad profundamente medicalizada y “hospitalcentrista” en la que no únicamente aumenta de forma incesante el número de enfermedades que se conocen, sino que se han convertido en tales muchas situaciones y etapas vitales que antes no lo eran. Han conseguido instaurar la idea del "mal latente", es decir, el concepto de que todos podemos estar enfermos aunque nos creamos con buena salud. Ya no es suficiente sentirse sano para estarlo, la certificación de la salud debe venir desde fuera, desde la "expertez" o, lo que es casi lo mismo, desde la tecnología. Desde este modelo medicalizado y medicamentalizado se ha enajenado a la población del control sobre su propia salud.
        Se ha establecido una creencia en la omnipresencia de desórdenes médicos, idea que se refuerza en cualquier medio de comunicación y que puede llevar a pensar que finalmente “vivir es perjudicial para la salud”, dado que todos los aspectos de nuestra vida diaria conllevan elementos de riesgo para la salud, es decir, la paradoja de una sociedad que enferma de salud. Todo esto es a costa de la destrucción sistemática de la Atención Primaria, teniendo en cuenta que lo que se invierte en salud en España está dos puntos del PIB por debajo de la media europea y que las decisiones que se están adoptando nos pueden conducir a un peor posicionamiento y, lo que es más grave, una peor atención.
        Las enfermeras en general, y las enfermeras comunitarias en particular, han sido durante mucho tiempo ejemplo de eficiencia y de racionalización de recursos sin que nunca o en muy pocas ocasiones se haya reparado en ello o se les haya escuchado en sus múltiples propuestas de reorganización o planificación. El modelo que la profesión enfermera desarrolla, de capacitación de la población para los autocuidados, de autorresponsabilidad, de educación enfocada a la promoción de hábitos saludables, etc., toma en estos momentos de crisis una especial relevancia.
        Aún se está a tiempo de poder corregir los desórdenes ocasionados. La crisis, sin despreciar lo que de negativo tiene, que es mucho, debe ser identificada también como una gran oportunidad para mejorar. En esto las enfermeras tenemos contrastada capacidad, voluntad y aptitudes para liderar muchas estrategias de cuidados y de gestión que permitan dar una respuesta eficaz y eficiente a las necesidades sentidas y requeridas por las personas, las familias y la comunidad. Para ello se requiere que tengan plena capacidad en la toma de decisiones en todos los niveles del sistema sanitario, y no como hasta ahora.
        Esperemos que no se siga ignorando el capital enfermero actual y de futuro inmediato (especialistas de Enfermería Familiar y Comunitaria) para hacer frente a la crisis.