Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, proclamado por la ONU desde 1999. Esta fecha busca sensibilizar sobre la violencia de género, que afecta a millones de mujeres y niñas en todo el mundo, e impulsar acciones concretas para prevenirla y erradicarla.
Este día nos invita a reflexionar sobre los avances logrados, los desafíos pendientes y la responsabilidad compartida de construir una sociedad justa y libre de violencia. La violencia contra las mujeres no es un problema aislado, sino una cuestión estructural que requiere respuestas integrales desde todos los sectores, incluida la salud comunitaria.
Históricamente, la violencia de género ha estado normalizada en muchas culturas, lo que dificulta su erradicación. Sin embargo, los movimientos feministas y las políticas públicas han logrado avances significativos en la visibilización del problema. Hoy, más que nunca, es necesario reforzar la educación en igualdad y la formación de profesionales sanitarios y no sanitarios para detectar y actuar frente a estas situaciones.
El lema central para el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25N) de este año 2025, es "ÚNETE para poner fin a la violencia digital contra las mujeres y las niñas".
La campaña de ONU Mujeres se centra específicamente en la creciente problemática del abuso en línea, utilizando también el hashtag #NoHayExcusa. El objetivo es movilizar a gobiernos, empresas tecnológicas y la sociedad en general para acabar con la impunidad y garantizar la seguridad en las plataformas digitales
Por qué es importante este día
La violencia de género constituye una de las violaciones más extendidas de los derechos humanos. Según ONU-Mujeres, 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física o sexual en algún momento de su vida. Este problema se intensifica en contextos de crisis, como conflictos armados o desastres naturales, donde las mujeres se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad.
Las consecuencias son múltiples: desde daños físicos hasta trastornos psicológicos como problemas de autoestima, ansiedad, depresión y estrés postraumático. También afecta la salud sexual y reproductiva, generando embarazos no deseados y aumentando el riesgo de infecciones de transmisión sexual. A nivel social, perpetúa ciclos de pobreza y desigualdad, impactando negativamente en la cohesión comunitaria y en los sistemas públicos.
Además, la violencia de género tiene un impacto económico considerable. Los costes asociados a la atención sanitaria, la pérdida de productividad y los servicios judiciales son enormes. Invertir en prevención no solo salva vidas, sino que también reduce gastos y mejora la calidad de vida de toda la comunidad.
El papel de la Enfermería Comunitaria
Las enfermeras comunitarias desempeñan un papel esencial en la prevención y atención de la violencia de género. Su cercanía con las personas y familias les permite detectar señales tempranas de abuso, brindar apoyo integral y orientar hacia recursos de protección.
Para prevenir y abordar la violencia de género, se considera prioritario implementar acciones integrales que garanticen la protección y el bienestar de las mujeres afectadas. Promoviendo la educación y sensibilización en centros comunitarios, orientados a informar sobre los derechos de las mujeres y los recursos disponibles. Asimismo, impulsando la detección temprana, capacitando al personal sanitario para identificar signos físicos y emocionales asociados a situaciones de violencia, para ello, la formación continua en perspectiva de género es clave para garantizar una atención sensible y efectiva.
De igual manera, fomentando la creación de redes de apoyo interinstitucionales, que articulen servicios sanitarios, centros educativos, fuerzas de seguridad y la colaboración con asociaciones locales para ofrecer refugio y asistencia, con el objetivo de ofrecer una respuesta integral y coordinada.
Contribuyendo con el acompañamiento emocional en consulta, proporcionando atención psicológica especializada y grupos de apoyo tanto para las víctimas como para sus familiares, favoreciendo su recuperación y bienestar, creando espacios seguros para la expresión sin miedo. Participando en campañas comunitarias que fomenten relaciones igualitarias y saludables y utilizar redes sociales y medios locales para difundir mensajes contra la violencia y promover la igualdad. Ejemplo:https://www.instagram.com/reel/DQ4IHgbChdi/?igsh=MWttNGsxNmRrNXhpNw%3D%3D
Una red para Alma
A sus 16 años, Alma caminaba por los pasillos del Insti, bajo el rumor constante del tropel de adolescentes que buscaban su lugar en el mundo. Iba pegada a la pared, con una sonrisa discreta y los auriculares siempre puestos. A simple vista, parecía una chica tranquila, pero tenía algo en la mirada...evitaba el contacto visual directo y respondía con frases breves, como si midiera excesivamente cada palabra.
Un día de finales de noviembre Alma acudió sola al centro de salud. Dijo que se sentía mareada ,notaba hacía unos días presión en el pecho y dormía mal. Paula, su enfermera, la escuchó sin interrupciones. De sobra sabía que muchas veces el cuerpo habla lo que la voz calla. Al preguntarle por su vida cotidiana, Alma terminó mencionando a su novio, que revisaba sus redes y se enfadaba si hablaba con otros chicos. Eran “simples celos”, dijo al principio, pero Paula reconoció el miedo escondido detrás y continuó con las preguntas: Cómo es, Alma, ¿la relación con tu pareja? ¿Cómo resolvéis vuestras discusiones? Así es como dieron el paso que lo cambió todo.
Paula, aparte de trabajar con Alma el afrontamiento y el manejo de esta situación de maltrato, ayudarle a mejorar la autoestima y darse cuenta de la vivencia real, activó el protocolo de coordinación con el equipo local de prevención de violencia de género que había en su localidad. Entraron en acción la psicóloga y la trabajadora social del Centro de salud, la orientadora y el tutor del instituto, el trabajador social del ayuntamiento y un abogado del servicio jurídico público especializado en protección de menores. Este abogado fue clave para explicar, en un lenguaje que Alma pudiera entender, que sus derechos no eran negociables. Le mostró que la ley estaba de su lado y que no era culpable de lo que estaba pasando.
El equipo no se limitó a intervenir: acompañó. Desde el centro de salud, la enfermera comunitaria impulsó talleres sobre relaciones afectivas saludables; desde el ámbito jurídico, el abogado organizó charlas para familias sobre violencia digital y consentimiento; la psicóloga propuso espacios donde los chicos reflexionaban sobre el poder, el afecto y el respeto. Los trabajadores sociales fomentaron la coordinación entre instituciones y programaron las diferentes intervenciones.
Cada profesional aportó una mirada distinta, pero todas se unían en un mismo propósito: reconstruir el tejido del cuidado desde el respeto y la igualdad.
A los pocos meses, Alma comenzó a hablar en voz alta sin miedo, a levantar la mano en clase, a sonreír sin esconderse, caminando sin trabas por en medio de los pasillos, con paso firme. En el encuentro final del proyecto, leyó un texto que decía: “No se trata de ser valiente sola, sino de encontrar a quienes te escuchan, te creen y caminan contigo”.
Paula, asentía reflejándose en Alma, muy satisfecha de cuidar donde la vida sucede.
Recursos recomendados para profundizar
A continuación, se presentan recursos en español e inglés que permiten ampliar la comprensión del problema y sus soluciones:
UN LIBRO
"Algún amor que no mate” de Dulce Chacón
La novela narra la historia de Prudencia, una mujer que vive atrapada en una relación marcada por el maltrato psicológico y físico. Desde el inicio, la autora muestra cómo la protagonista normaliza la violencia, justificando las actitudes de su marido y ocultando el sufrimiento tras una fachada de vida “normal”. A través de una prosa íntima y directa, Chacón expone el proceso de anulación personal que sufren muchas mujeres: la pérdida de autoestima, el aislamiento social y la dependencia emocional. La obra no se centra solo en la violencia física, sino en las microviolencias cotidianas que van minando la identidad de Prudencia. El título refleja la paradoja del amor que hiere: lo que debería ser cuidado y afecto se convierte en control y destrucción. La novela denuncia la naturalización del maltrato en la sociedad y plantea la dificultad de romper el círculo de violencia.
UNA PELÍCULA
"Te doy mis ojos" (2003) de Icíar Bollaín.
La historia sigue a Pilar, una mujer que huye de su casa tras años de maltrato por parte de su marido, Antonio. La película explora no solo la violencia física y psicológica, sino también la complejidad emocional que mantiene a muchas víctimas en relaciones abusivas. Es un retrato realista y profundo sobre el ciclo de la violencia y la dificultad de romperlo.
UN ARTÍCULO
“Primary healthcare nurses' experiences of addressing intimate partner violence in supportive legal and health system contexts”. Amaia Maquibar et al. Journal of Advanced Nursing (2023) https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37157151/
El estudio de Maquibar et al. (2023) analiza cómo las enfermeras de atención primaria abordan la violencia de pareja en contextos con apoyo legal y sanitario. Mediante entrevistas cualitativas a 19 profesionales se identificaron cuatro hallazgos clave: Las características de la violencia condicionan las necesidades de las mujeres y la respuesta enfermera. Los cuidados deben adaptarse según el tipo de violencia y los servicios disponibles. Surge incertidumbre cuando el agresor está presente, lo que obliga a desarrollar estrategias específicas. El trabajo genera tanto satisfacción como agotamiento emocional, incluso en entornos favorables. El artículo concluye que el respaldo institucional facilita prácticas basadas en evidencia, pero es esencial diseñar formación específica y medidas para prevenir el burnout, garantizando una atención eficaz y sostenible.
UNA CANCIÓN
"No vales más que yo” de La Oreja de Van Gogh
Es un tema que aborda la igualdad y la dignidad en las relaciones personales. El mensaje central es que nadie debe sentirse superior a otra persona, especialmente en el contexto de una relación amorosa. La letra refleja una postura firme contra la soberbia y la manipulación emocional, reivindicando el derecho a ser tratado con respeto y equidad. En esencia, es una canción que transmite autoafirmación, empoderamiento y rechazo a la desigualdad afectiva, con un tono directo y reivindicativo.
Reflexión final
El 25N es una llamada urgente a construir un mundo donde todas las mujeres vivan libres de violencia. Desde la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), nuestro compromiso es firme: prevenir, detectar y acompañar a las víctimas, trabajando en redes que garanticen seguridad y dignidad.
Cada acción cuenta. Erradicar la violencia de género no es solo posible, es imprescindible. La educación, la sensibilización y la acción coordinada son nuestras herramientas más poderosas para lograrlo.
Como profesionales de la salud, tenemos la responsabilidad ética y social de liderar este cambio. La violencia contra las mujeres no es un problema privado, es una cuestión de salud pública que exige respuestas inmediatas y sostenidas. Consideramos pertinente enfatizar el papel del liderazgo como motor de cambio en la enfermería comunitaria, especialmente en la incorporación sistemática del cribado de violencia de género en la atención sanitaria y comunitaria. La inclusión de preguntas breves y directas, como “¿Cómo está tu relación de pareja?” o “¿Qué tal en casa?”, formuladas por enfermeras comunitarias, puede favorecer la detección precoz de situaciones de violencia y ofrecer a las mujeres un espacio seguro para expresar su realidad. Esta estrategia no solo contribuye a la identificación temprana, sino que también reduce el riesgo de aislamiento y, en última instancia, puede prevenir desenlaces fatales como el feminicidio. La implementación de estas prácticas requiere liderazgo profesional, formación específica y protocolos claros que garanticen una respuesta integral y coordinada.
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