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Reconocimientos a la Mejor Enfermera Comunitaria en el ámbito nacional e internacional 2025

Estos premios están dirigidos a todas las enfermeras comunitarias, especialistas en enfermería familiar y comunitaria y no especialistas, que desarrollen su actividad en cualquiera de los ámbitos de la Enfermería Comunitaria con el objetivo de reconocer su recorrido y aportación específica.

Las candidaturas serán elegidas desde cada una de las vocalías territoriales nacionales e internacionales para las siguientes categorías.

1. Reconocimiento a la mejor enfermera comunitaria 2025 en ámbito nacional.

2. Reconocimiento a la mejor enfermera comunitaria 2025 en ámbito internacional.

Para poder presentar una candidatura el/la vocal territorial nacional o internacional deberá remitir a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. con fecha máxima el 10 de octubre de 2025 a las 21:00 horas.

Los/as galardonados/as deberán recoger el reconocimiento durante la celebración del Congreso Internacional.

Dicho reconocimiento consistirá en un Certificado acreditativo de la AEC y la inscripción gratuita al siguiente evento científico de AEC.

Para más info, consulta las bases aquí 

RIdEC 2025 Vol. 18, nº1 publicado

Publicado en Open Access el nuevo número de la Revista Iberoamericana de Enfermería Comunitaria (RIdEC) de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC).

Editorial - Riesgos (y beneficios) del uso de herramientas de inteligencia artificial en la escritura de artículos científicos

Cómo citar este artículo:
Gea Caballero V. Riesgos (y beneficios) del uso de herramientas de inteligencia artificial en la escritura de artículos científicos. RIdEC 2025; 18(1):4-5. doi: https://doi.org/10.63178/yvmv5286ridec

 

La inteligencia artificial (IA) surge como una innovación tecnológica que ha irrumpido en nuestras vidas y transformado la realidad de muy diferentes maneras, llegando a múltiples escenarios de nuestra vida cotidiana, también al nivel profesional. Como es de imaginar, la práctica sanitaria y la escritura científica no son una excepción, por ejemplo, en la enfermería y la enfermería comunitaria. Estaremos de acuerdo en que la IA debe (y tiene) que facilitarnos la automatización de procesos de trabajo, que permitan reducir cargas y acciones liberadoras de tiempo que podamos emplear en dar más valor humano, científico y técnico a nuestra actividad. En la escritura científica esto puede traducirse, como mínimo, en dos oportunidades de mejora: en la eficiencia y en la calidad de la producción.

Esta realidad conlleva, sin embargo, ciertos riesgos: abusar de estas herramientas, excediendo lo que consideraríamos ayuda, convirtiéndose en protagonista del trabajo científico. Por lo tanto, se plantean ciertos compromisos y desafíos éticos que deben ser explorados y abordados con cautela, para reflexionar sobre los riesgos y los beneficios asociados al uso de IA en la redacción científica. En este mismo número de la Revista Iberoamericana de Enfermería Comunitaria, presentamos un artículo especial cuya autoría se declara a la IA con revisión humana. Obviamente, el objetivo de dicho artículo solo pretende presentar un resumen de informaciones clave a partir de cuatro documentos extensos publicados por la sociedad científica SESPAS en forma de monografía, para lo que se obtuvo el consentimiento. Es un ejemplo de algunas posibilidades de síntesis. Del mismo modo que presentamos un beneficio de la IA (sintetizar informaciones amplias e incluso mejorarlas) presentamos también el conflicto: ¿Es ético publicar un artículo generado de forma automatizada?

Lo que apreciamos es que, como mínimo, la IA puede ser una forma de eficientar y ahorrar tiempo de trabajo. La automatización de tareas repetitivas, las correcciones, la revisión avanzada de la literatura, e incluso procesos complejos y avanzados como son también el análisis de datos o las traducciones. Gracias a su capacidad para el análisis de datos masivos, puede proponer mejoras en la estructura, organización y redacción, para aportar mayor claridad y especificidad. Incluso puede detectar lagunas de conocimiento u oportunidades en cuanto a enfoques y reenfoques de nuevas investigaciones.
Puede ayudarnos, por ejemplo, en la síntesis de la evidencia disponible, algo que puede ser de gran utilidad en conceptos y fenómenos no demasiado estudiados como determinados gaps en intervenciones o desarrollos de carácter grupal o comunitario. Estos son solo algunos pequeños ejemplos de cómo esta tecnología puede facilitarnos el proceso de investigación.

Sin embargo, su uso y aprovechamiento no está exento de riesgos y desafíos. Una de las primeras preocupaciones de los equipos editoriales es, sin duda, la falta de originalidad y autenticidad de los manuscritos. La escritura científica no deja de ser un proceso cognitivo superior y avanzado, basado en el pensamiento, reflexión, juicio crítico y experiencia del equipo de investigación, y no un documento basado en la capacidad de procesamiento de una máquina, desvinculado de los procesos superiores del razonamiento humano. El resultado puede acabar en textos muy genéricos y carentes de profundidad crítica, además de otros conflictos como pueden ser la producción de textos muy similares a otros como consecuencia de la falta de especificidad, profundidad e interpretación. Por otro lado, seguimos observando sistemáticamente la presencia de sesgos y errores de información, consecuencia del uso de datos preexistentes que, de no ser verificados adecuadamente y valorada su pertinencia y obsolescencia, puede perpetuar la información, conceptos y marcos no actuales. La pregunta surge con fuerza: ¿utiliza la IA las mejores fuentes, las más robustas y las más actuales? Sabemos que no, o no siempre, lo que compromete su credibilidad.

Y, por supuesto, quedaría la reflexión sobre los aspectos éticos de la investigación y la redacción. ¿Cuál es el límite aceptable que logre que no exista una dependencia excesiva de la IA? ¿Quién es el autor/a real de documentos generados ampliamente con IA? ¿Qué grado de responsabilidad intelectual puede tener tal documento? ¿Cómo puede vulnerarse la integridad académica con textos semiautomatizados?

Lo cierto es que las revistas científicas deben estar preocupadas no por el uso de la IA, sino por el mal uso y abuso de esa IA. Tenemos y debemos utilizarlas, porque estas herramientas tienen la capacidad real de, con un uso equilibrado y con pensamiento humano crítico aplicado, revolucionar la escritura científica. Y por ello, y tal y como sucedió hace años con la incorporación de detectores de plagio, sea necesario que las revistas utilicen no solo detectores de textos autogenerados en exceso, sino que incorporen y regulen en sus normas públicas el uso, los aspectos y la declaración de conflictos éticos que pudiera existir por el uso de IA. En la Revista Iberoamericana de Enfermería Comunitaria RIdEC, y en la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), ya hemos iniciado este camino para que la integridad y credibilidad de la producción científica difundida en RIdEC sea máxima. Pero ese es un compromiso que no depende solo de revistas o editores/as, también dependerá del compromiso de los equipos de investigación y su respeto a los estándares éticos.

 

Dr. Vicente Gea Caballero
Director de Revista Iberoamericana de Enfermería Comunitaria RIdEC
Asociación de Enfermería Comunitaria AEC

 

Adjunto:

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Espacio AEC - La fuerza de la comunidad en tiempos complejos

 

Hablar de cuidados comunitarios no es nada nuevo. En los últimos años, es un término que está presente tanto en el ámbito sanitario como en otros ámbitos vinculados al campo de la salud pública y al desarrollo social comunitario con un enfoque colaborativo y multisectorial.

El cuidado comunitario asume a la comunidad como protagonista, implicándola en la identificación de necesidades, la toma de decisiones y la ejecución de acciones para el cuidado de la salud de sus miembros. Sin embargo, la propia complejidad del trabajo comunitario en sí no siempre permite optimizar todos los recursos disponibles y activos en la atención comunitaria, dificultando a su vez la participación de la comunidad [1, 2].

Cuando la comunidad participa activamente en la gestión de sus determinantes sociales, asume responsabilidades sobre su propia salud y la de su entorno, incrementando de esta forma su capacidad para resolver problemas y fomentando el desarrollo de estilos de vida más saludables [3].

La historia nos muestra cómo las comunidades ante situaciones complejas como crisis económicas, guerras, pandemias o procesos de transformación social, recurren a la organización colectiva y el cuidado mutuo como estrategias de resiliencia y supervivencia, adaptando sus formas de acción a los desafíos de cada época y contexto [4].

Podríamos profundizar en el recorrido histórico de cualquier ciudad en cualquier país; de todas ellas, vamos a centrarnos en una en concreto, Tarragona.

La trayectoria histórica de Tarragona, marcada por la convivencia, la adaptación colectiva y la construcción de la comunidad ante la adversidad [5], representa los valores y retos que este año la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC) abordará en el VIII Congreso Internacional y XIV Nacional de la AEC, así como el XII Encuentro de tutores y residentes de Enfermería Familiar y Comunitaria, que se celebrará los días 22, 23 y 24 de octubre de 2025 en el Palau Firal i de Congressos de Tarragona.

El lema propuesto, Cuidados comunitarios: Fórum de la complejidad, conecta con la historia local de Tarragona por varias razones [5].

En primer lugar, al igual que el foro romano o los consejos urbanos medievales [5], el congreso se plantea como un espacio de encuentro y diálogo donde compartir experiencias y construir soluciones colectivas a problemas complejos.

Por otro lado, la historia de Tarragona muestra cómo la fragmentación social y la vulnerabilidad requieren respuestas comunitarias, participativas y coordinadas [5], principios que están en el centro del enfoque de los cuidados comunitarios.

Finalmente, de igual forma que Tarragona ha sabido reinventarse a lo largo de los siglos integrando saberes ancestrales, nuevas formas de organización y cooperación adaptándose a los retos de cada época, las enfermeras comunitarias hemos innovado y nos hemos adaptado para abordar la complejidad de los cuidados en la actualidad.

El congreso nace como respuesta a la necesidad de abordar la complejidad del cuidado desde una perspectiva innovadora, integradora, salutogénica y profundamente humana, poniendo en el centro la equidad, la participación, la diversidad y la promoción de la salud. Tarragona no solo es un escenario simbólico para nuestro congreso, sino también es un ejemplo vivo de cómo los cuidados comunitarios y la gestión de la complejidad son esenciales para el bienestar y la cohesión social.

Asistir es más que una oportunidad de formación, es una invitación a formar parte activa de una sociedad científica comprometida, dinámica y en constante evolución. Es el momento de compartir, de inspirarse y de contribuir con ideas y experiencias a la construcción de un modelo de atención más equitativo, accesible y centrado en las personas. Es, en definitiva, una ocasión para reafirmar el valor de la Enfermería Comunitaria como motor de transformación social.

Reserva estas fechas y súmate a este gran encuentro. La participación de cada uno es esencial para avanzar juntos hacia el futuro de los cuidados comunitarios, afrontando la complejidad con conocimiento, pasión y compromiso.

¡Os esperamos en Tarragona! Un espacio de innovación, aprendizaje y transformación del cuidado comunitario.

Dra. Maribel Mármol López
Presidenta
Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC)

 

Bibliografía

[1] Cotonieto-Martínez E, Rodríguez-Terán R. Community health: A review of pillars, approaches, intervention tools and its integration with primary care. JONNPR. 2021; 6(2):393-410. doi: https://doi.org.10.19230/jonnpr.3816
[2] Sobrino Armas C, Hernán García M, Cofiño R. ¿De qué hablamos cuando hablamos de “salud comunitaria”? Informe SESPAS 2018. Gac Sanit. [internet] 2018 [citado 30 may 2025]; 32:5-12. Disponible en: https://www.gacetasanitaria.org/es-pdf-S0213911118301547
[3] Gobierno de España. Salud comunitaria [internet]. Madrid: Ministerio de Sanidad. Promoción de la salud y prevención; 2025. [citado 30 may 2025]. Disponible en: https://www.sanidad.gob.es/areas/promocionPrevencion/entornosSaludables/saludComunitaria/home.htm
[4] Barañano M, Santiago J, Domínguez M. La dimensión espacial del bienestar, los cuidados y la vulnerabilidad. Revista Española de Sociología. 2023; 32(4),a185. doi: https://doi.org/10.22325/fes/res.2023.185
[5] Dutour T. La ciudad medieval. Orígenes y triunfo de la Europa urbana. Paidos [internet] 2004 [citado 30 may 2025]; 950-12-5043-1. Disponible en: https://hal.sorbonne-universite.fr/hal-03950273

 

Adjunto:

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Original - Variables de salud percibida asociada al agotamiento académico en estudiantes universitarios en pospandemia covid-19. México

 

Cómo citar este artículo:
Rodríguez Leana C, Terrazas Meraz MA, Fernández Sánchez, A. Variables de salud percibida asociada al agotamiento académico en estudiantes universitarios en pospandemia covid-19. México. RIdEC 2025; 18(1):8-16. doi: https://doi.org/10.63178/ajhr7447ridec

Fecha de recepción: 8 de agosto de 2024.
Fecha de aceptación: 25 de abril de 2025.

Autores

1 Claudia Rodríguez Leana
2 María Alejandra Terrazas Meraz
3 Abigail Fernández Sánchez

  1. Doctora en Alta Dirección. Profesora Investigadora de Tiempo Completo adscrita a la Facultad de Enfermería. Universidad Autónoma del Estado de Morelos. México
  2. Doctora en Ciencias en Salud Pública con área de concentración en Epidemiología. Profesora Investigadora de Tiempo Completo adscrita a la Facultad de Nutrición. Universidad Autónoma del Estado de Morelos. México
  3. Doctora en Ciencias de Enfermería. Profesora Investigadora de Tiempo Completo adscrita a la Facultad de Enfermería. Universidad Autónoma del Estado de Morelos. México

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Resumen

Introducción: analizar las dimensiones de agotamiento académico, variables de salud mental y sociodemográficas de los estudiantes de enfermería en pospandemia covid-19 en una universidad pública.
Método: estudio prospectivo, transversal y analítico, realizado a 174 estudiantes durante febrero de 2024. El instrumento para evaluación de burnout académico fue MBI-HSS de 15 ítems. Instrumento para valoración de salud mental (GHQ-28): síntomas somáticos, ansiedad e insomnio, disfunción social y depresión, contiene cápsula de consentimiento informado y una encuesta sociodemográfica. El análisis de los datos fue mediante el programa estadístico SPSS V-22, con medidas de tendencia central, correlaciones de Pearson y prueba t.
Resultados: participantes n= 174, el 75,3% fue mujer, la mayoría fue soltero (97,1%), edad promedio 19,87. Fue detectada la presencia de agotamiento académico y la salud mental estaba alterada. La asociación entre los datos demográficos agotamiento académico y salud mental es significativa. Los estudiantes presentan niveles bajos de burnout (24,7%), intermedio (61,2%) y alto (14,1%). La salud mental presenta un nivel leve (16,5%), moderado (19,6%) y alto (40,5%) y el 23,4% se percibe sano.
Conclusiones: en el impacto pospandemia se presentan secuelas en salud físicas, psicológicas y comportamentales entre otras variables escolares.
Palabras clave: salud mental; agotamiento académico; estudiantes universitarios.

Abstract

Perceived health variables associated to academic burnout in University students after the Covid-19 pandemic in Mexico

Objective: to analyse the dimensions of academic burnout, mental health and sociodemographic variables of nursing students at the COVID-19 post-pandemic period at a Public University.
Method: a prospective, cross-sectional and analytical study, conducted with 174 students during February 2024, using the
15-item tool for academic burnout assessment (MBI-HSS), and the GHQ-28 tool for mental health evaluation: somatic symptoms, anxiety and insomnia, social dysfunction and depression, containing an Informed Consent capsule and a sociodemographic survey. Data analysis was conducted with the SPSS V-22 statistical program, with central trend measures, Pearson correlations and T-test.
Results: there were 174 participants (n= 174), 75.3% were female and the majority were single (97.1%), with an average age of 19.87 years. The presence of academic burnout was detected, as well as alterations in mental health. The association between demographic data for academic burnout and mental health was significant. Students presented low (24.7%), medium (61.2%), and high (14.1%) burnout levels. Mental health presented low (16.5%), moderate (19.6%) and high (40.5%) levels, while 23.4% was perceived as healthy.
Conclusions: with post-pandemic impact there were aftereffects in physical, psychological and behavioural health, among other school variables.
Key words: mental health; academic burnout; university students.

 


Introducción

Aproximadamente una de cada ocho personas en el mundo sufre algún trastorno mental [1]. En México tres de cada 10 personas padecen algún trastorno mental a lo largo de su vida y más del 60% de la población que sufre alguno de ellos no recibe tratamiento. Los trastornos de salud mental más habituales son la ansiedad y la depresión [2].
El síndrome de burnout fue declarado, en el año 2000, por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un factor de riesgo laboral, debido a su capacidad para afectar la calidad de vida, salud mental e incluso hasta poner en riesgo la vida del individuo que lo sufre. Enfatizando en este problema, se adapta el instrumento hacia los estudiantes universitarios conocido como agotamiento académico, en ellos afecta su desempeño académico y en su salud física y mental [3].
El burnout académico es una respuesta emocional negativa respecto de los estudios; una sensación de encontrarse exhausto, de no poder más con las tareas escolares (agotamiento); una actitud de distanciamiento respecto de lo que significa ser estudiante, de la importancia que tiene y la utilidad que le atribuye a los estudios que está realizando (cinismo); así como un sentimiento de incompetencia académica (ineficacia), un sentimiento de reducida competencia, poca motivación y el desarrollo de actitudes disfuncionales en el trabajo escolar [4,5].
Este problema es necesario reconocerlo en el ámbito universitario para poder abordar el agotamiento académico a través de una intervención en los estudiantes, fomentando entornos de aprendizaje saludable [6]. Asimismo, mejorar el bienestar futuro es fundamental, por lo cual da prioridad a la salud mental y proporciona capacitaciones a los estudiantes para mejorar su rendimiento académico emocional y social garantizando a largo plazo su desarrollo integral [7].
Goldberg y Hillier (1979) [8] integraron un instrumento para evaluar la salud mental en cuatro subescalas: síntomas psicosomáticos, ansiedad, disfunción social en la actividad diaria y depresión. Estas se relacionan de forma directa o inversa en síntomas somáticos, dolor, fatiga, mareos, problemas gastrointestinales, entre otros problemas psicológicos, manifestado por ansiedad caracterizada, por sentimientos de tensión, preocupación excesiva y cambios físicos como aumento de la presión arterial. La ansiedad y el insomnio manifestado por dificultad para conciliar o mantener el sueño, o experimentar un sueño reparador, ya que las preocupaciones y el estrés dificultan el descanso adecuado. En la disfunción social, las personas tienen dificultades para interactuar y relacionarse con otras, como aislamiento, problemas de comunicación, falta de habilidades sociales y conflictos interpersonales, y pueden ser resultado de condiciones psicológicas como la ansiedad social. La depresión conlleva la falta de capacidad de una persona para funcionar, es una condición mental o estado de ánimo persistentemente bajo y la pérdida de interés o placer en la mayoría de las actividades.
Otros síntomas son los cambios en el apetito y el peso, la fatiga, los sentimientos de inutilidad o la culpa excesiva, la dificultad para concentrarse, los cambios de humor y los pensamientos recurrentes de muerte o suicidio [9,10].
La prevalencia del síndrome de burnout académico, por dimensión, se estimó en un 55,4% para el agotamiento emocional, un 31,6% para el cinismo y un 30,9% para la eficacia académica. Estos niveles moderados del síndrome predominan en las poblaciones de estudiantes universitarios de diferentes carreras a nivel mundial [11]. El agotamiento académico se define como “sentimiento resultante de la compulsión por el estudio (agotamiento), el pesimismo hacia las tareas (cinismo) y el sentimiento de incompetencia como estudiante (ineficacia)”. Maslach [12] lo presenta como “un síndrome psicológico de agotamiento emocional, despersonalización y reducción de la realización personal que ocurre como respuesta a factores estresantes emocionales e interpersonales entre los individuos”.
La alta demanda del ambiente universitario posibilita que los estudiantes presenten problemas de salud mental y agotamiento académico. Sin embargo, los estudiantes no cuentan con las habilidades y las estrategias para afrontar los problemas cotidianos durante su formación universitaria afectando su salud física y emocional, así como la calidad de sus estudios [3]. Los universitarios del área de la salud suelen desarrollar un nivel alto de estrés durante su proceso formativo, por la carga académica intensa, la competencia, las prácticas clínicas relacionadas con el manejo de personas enfermas y al final de la vida, la responsabilidad, las expectativas, los exámenes, el equilibrio en la vida-estudios y visualizar su futuro. Algunos logran desarrollar estrategias adecuadas para afrontar las exigencias académicas, mientras otros muestran comportamientos de escape o evitación que no necesariamente son apropiados y contribuyen a generar sensaciones de agotamiento físico y mental y una actitud negativa, desvalorización y pérdida de interés en sus estudios [13, 14].
Por otra parte, la crisis provocada por la pandemia de covid-19 incrementó en los estudiantes universitarios la depresión, la ansiedad y el estrés, así como distintos síntomas psicológicos, motivo de consumo de alcohol y tabaco, aislamiento social, entre otros, problemas que persisten en pospandemia. Diversos estudios muestran la prevalencia de depresión, ansiedad y estrés en estudiantes universitarios antes y durante los primeros tres meses de cuarentena [11, 15].
La presencia de la pandemia covid-19, específicamente en la facultad de enfermería, incrementó la deserción escolar, misma que se ha ido recuperando paulatinamente. Sin embargo, las secuelas están manifestadas en los estudiantes por bajo rendimiento académico y la solicitud de apoyo psicológico. Para ello, se proponen intervenciones de programas preventivos para manejo de estrés para facilitar la adaptación a esta nueva realidad y mejorar la salud en los estudiantes [16, 17].
En relación con esta problemática, el objetivo del estudio es analizar las dimensiones de agotamiento académico, síntomas de salud mental y la relación con las variables sociodemográficas de los estudiantes de enfermería en pospandemia covid-19 de una universidad pública, México.

Material y método

Estudio cuantitativo, de tipo descriptivo transversal, en estudiantes de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Morelos durante febrero de 2024.
La muestra fue conformada por 174 estudiantes de la Licenciatura en Enfermería, el muestreo fue no probabilístico. Fueron incluidos todos los estudiantes de cualquier semestre y manera voluntaria.
La recogida de datos fue mediante dos instrumentos de evaluación del burnout académico; se utilizó el Maslach Burnout Inventory-Student Survey (MBI-SS) [18], validado por Banda et al. [19], adaptado de la versión original Maslach Burnout Inventory-Human Services Survey (MBI-HSS) validado por Aranda y et al. [20], consta de 15 ítems para las dimensiones de Agotamiento Emocional (cinco ítems), Cinismo-despersonalización (cuatro ítems) y Eficacia Académica (seis ítems) con escala de Likert 1= totalmente en desacuerdo y 5= totalmente de acuerdo, Hu et al. [21]. El cuestionario para salud mental (GHQ-28) consta de 28 ítems, contiene cuatro subescalas: síntomas somáticos, ansiedad e insomnio, disfunción social y depresión grave; con escala de Likert 1= nunca y 4= siempre todo el tiempo (Goldberg et al. [8]); ambos instrumentos validados alfa de Cronbach aceptable [9], ha sido ampliamente utilizado en diversos ámbitos e instituciones, sobre todo en los enfocados en el sector de salud pública; se incluyen variables demográficas, género, edad, estado civil, convivencia, consumo de alcohol y tabaco.

Procedimiento

Se invitó a los estudiantes a participar en el estudio, se les visitó en sus aulas presencialmente para dar la información pertinente. A través del correo electrónico se envió el cuestionario para que lo contestara quien quisiese participar.
El análisis de datos fue mediante el programa estadístico SPSS V-22, se evaluaron por medio de medidas de tendencia central y promedio para variables demográficas, el índice de agotamiento profesional, el cinismo, la eficacia académica; y en percepción de salud general, los síntomas somáticos, la ansiedad e insomnio, la disfunción social y la depresión grave.
Se emplearon pruebas de coeficiente de correlación de Pearson (p) con un nivel de confianza del 95%, cuya significancia estadística fue p ≤ 0,05, para medir la magnitud del efecto, para evaluar la asociación entre las dimensiones de burnout académico y salud mental percibida. El procedimiento prueba T para muestras independientes contrasta la diferencia de medias, entre las dimensiones de burnout, salud mental y con variables demográficas, obteniendo la significancia de las diferencias entre dimensiones demográficas.

Consideraciones éticas

Siguiendo los principios éticos de la declaración de Helsinki para investigación, los datos obtenidos se emplearon exclusivamente para los fines de la investigación, la participación fue anónima. Se solicitó a cada uno de los participantes a dar su consentimiento informado y permitir de forma voluntaria participar en el estudio, mencionando que la información obtenida solo será para uso confidencial. Se obtuvo el permiso del Comité de Ética de la institución.

Resultados

En general, se obtuvo una media en edad de 19,97, predomina la edad de 18 a 19 años [67,2% (117)]; respecto al sexo, el 75,8% (132) es femenino; la mayoría es soltero [97,1% (169)]; la convivencia mayor es en el núcleo de la familia [60,9% (121)]; viven con sus padres [18,2% (32)] y con hermanos y/o amigos [12,1% (21)]. Se observa un porcentaje bajo pero significativo, el consumo de tabaco alcanza el 9,8% (17) y casi la cuarta parte consumen alcohol [20,7% (36)].
Respecto a la dimensión del agotamiento, más de la mitad de los estudiantes de enfermería presentan un nivel intermedio y alto. En el cinismo, más de la mitad de los encuestados indican un nivel bajo y continua el nivel intermedio, el nivel alto es menor, pero es significativo; y la dimensión de eficacia académica es la parte positiva y modula o media entre las variables negativas, encontrando más de la mitad con un nivel alto, menos de la cuarta parte que alcanza un nivel intermedio.
En general, el comportamiento de agotamiento académico con nivel bajo representa casi la cuarta parte, más de la mitad presenta el síndrome con nivel intermedio y un porcentaje menor obtiene nivel alto (Gráfico 1).
En el comportamiento de la salud mental, se perciben en subescala de síntomas somáticos un nivel alto casi la mitad de los estudiantes. En la ansiedad y el insomnio más de la mitad considera tener un nivel moderado y alto. En la disfunción social se incrementa de forma muy significativa el nivel moderado y alto con un 83%. En la depresión severa se perciben nivel bajo casi tres cuartas partes y nivel moderado y alto en más de la cuarta parte. El 23,5% de los estudiantes no percibe problemas en su salud mental. Sin embargo, hay presencia de depresión con un nivel leve (16,5%), moderado (19,5%) y alto (40,5%) (Gráfico 2).
En la Tabla 1 se muestran las asociaciones con las variables de agotamiento académico, salud mental y las variables personales, entre ellas resultó una relación y alta significancia estadística de este hallazgo (p < 0,000). Esto refuerza la robustez de la relación observada. En las dimensiones de agotamiento académico y subescalas de salud mental se encontró que el agotamiento y el cinismo tienen una correlación positiva moderada (r= 0,499, p= 0,000). Esto indica que a medida que aumenta el nivel de agotamiento, también aumenta el nivel de cinismo entre los estudiantes. Se determinó que el agotamiento se asocia con los niveles altos de ansiedad e insomnio (r= 0,229, p= 0,002). Además, si aumenta el agotamiento, también aumentan los síntomas depresivos (r= 0,234, p= 0,002).

RIdEC v18 n1 org1 g1

Gráfico 1. Nivel de agotamiento académico (burnout) en estudiantes

RIdEC v18 n1 org1 g2

Gráfico 2. Comportamiento de salud mental general en estudiantes


RIdEC v18 n1 org1 t1

Se encontró una asociación significativa y negativa entre cinismo y síntomas de ansiedad e insomnio (r= -0,229, p= 0,002), sugiere que a medida que aumentan los niveles de cinismo afecta a los niveles de ansiedad e insomnio. A medida que se incrementa el cinismo, aumentan los síntomas de depresión (r= 0,307, p= 0,000). Se observa también una correlación significativa y negativa entre las variables eficacia académica y cinismo (r= -0,481, p= 0,000), y entre la eficacia académica y la depresión grave (r= -0,168, p= 0,026).
Los síntomas somáticos se asocian con el agotamiento, aunque la correlación es más débil (r= 0,150*, p= 0,048). Esto sugiere una relación positiva pero leve, indicando que mayores niveles de agotamiento se asocian con un aumento de síntomas somáticos. En el análisis de síntomas somáticos y la ansiedad e insomnio existe una correlación positiva fuerte y altamente significativa (r= 0,624, p= 0,000). Esto implica que a medida que aumentan los síntomas somáticos, también lo hace la ansiedad y el insomnio. La disfunción social (r= 0,182, p= 0,016) y con depresión grave (r= 0,191, p= 0,012). Entre los síntomas somáticos y sexo (r= 0,274, p= 0,000), indica que los síntomas somáticos varían de manera significativa en función del sexo, siendo más prevalentes en un sexo específico. En el análisis existe una correlación positiva y significativa entre la ansiedad y el insomnio y la disfunción social (r= 0,179, p = 0,018), indica que a medida que aumentan los síntomas de ansiedad e insomnio, también lo hace la disfunción social. La relación con depresión grave (r= 0,487, p= 0,000), sugiere que mayores niveles de ansiedad e insomnio están asociados con niveles más altos de depresión grave.

Relaciones de agotamiento académico, salud mental y variables de comportamiento

En la Tabla 2 se observa la asociación positiva, moderada y significativa entre la edad y el estado civil (r= 0,317, p= 0,000). Sugiere que a medida que aumenta la edad, también tiende a cambiar el estado civil de las personas. La dimensión de agotamiento y comportamiento del consumo de tabaco es significativa y negativa (r= -0,171, p= 0,024) y respecto al cinismo con el consumo de alcohol, la eficacia académica se relaciona con el consumo de tabaco de forma negativa (r= -0,206, p= 0,006).

RIdEC v18 n1 org1 t2

La subescala ansiedad e insomnio con el consumo de tabaco (r= -0,262, p= 0,000), implica que a medida que aumentan los síntomas de ansiedad e insomnio, se asocia negativamente con el consumo de tabaco. Asimismo, se relaciona la depresión y el consumo de tabaco (r= -0,321, p= 0,000) y consumo de alcohol (r= -0,211, p= 0,005). Esta relación sugiere que mayores niveles de depresión grave tienen una correlación negativa con el consumo de tabaco y alcohol (r= ,453, p= ,000). Indica que a medida que aumentan los síntomas de depresión, influye el consumo de tabaco y alcohol de manera moderada.
La relación de la edad en relación con el estado civil es moderadamente significativa (r= 0,317, p= 0,000). La edad se asocia positivamente con la convivencia (r= 0,304, p= 0,000). Indica que a medida que aumenta la edad, crece la convivencia entre los individuos. Por último, la relación entre el estado civil y la convivencia familiar es r= 0,307, p= 0,000, esto indica un cambio en la vida familiar.

Análisis de varianzas: agotamiento académico, salud mental y variables sociodemográficas

En la Tabla 3, se muestra el análisis comparativo entre variables de agotamiento académico, salud mental y demográficas, utilizando la prueba t para evaluar las diferencias entre variables.
En relación con el sexo femenino se presentan mayores puntuaciones en el agotamiento, la eficacia académica y la disfunción social. El sexo masculino puntúa alto en las variables de cinismo, los síntomas somáticos y la ansiedad y el insomnio, y depresión grave.
El grupo de estudiantes de 20 a 24 años puntúa alto en agotamiento, cinismo y disfunción social. La población más joven de 18-19 años puntúa mayor en eficacia, síntomas somáticos, ansiedad e insomnio y depresión.
Dentro del estado civil, la mayor puntación es para la unión libre: agotamiento, síntomas somáticos, ansiedad e insomnio y disfunción social y los estudiantes solteros puntúan mayor en cinismo, eficacia académica y depresión grave.
En el tipo de convivencia, aquellos que conviven con la familia puntuaron alto en agotamiento académico y los que conviven con otros familiares y amigos mostraron una puntuación más alta en las variables de salud mental.

Discusión

El agotamiento académico está presente en los estudiantes de enfermería por las características de la carrera; sin embargo, existe un incremento posterior a la pandemia covid-19 en el cual se manifiestan comportamientos relacionados con el agotamiento y la salud mental en estudiantes y el miedo al contagio de covid-19 [21].

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Los resultados de otros estudios de población en universitarios mexicanos [22] fueron similares, el miedo a contraer covid-19 desencadena estrés, el cual provoca agotamiento, cinismo y disminuye la autoeficacia. Sin embargo, la dimensión de eficacia académica se correlacionó positivamente en agotamiento académico y modula de alguna forma el síndrome burnout académico.
En la pospandemia se incrementó el número de estudiantes, de nivel bajo a moderado, en agotamiento académico; prevaleció el nivel leve predominando el indicador comportamental. En el análisis de asociación del síndrome con las variables sociodemográficas y académicas no se apreció una relación significativa, resultado similar a un estudio de Chile [23].
El efecto de abandono de los estudios universitarios se asocia al burnout académico y las variables de salud mental, como la ansiedad [24]. Además, presentaron ansiedad al sentir problemas a nivel fisiológico con probabilidad de que se maximicen a síntomas depresivos entre altas y bajas en su estado de ánimo, así como problemas del sueño, presentaron inestabilidad en sus emociones, somatizaciones físicas como forma de descargar el estrés [25]. A diferencia del estudio de Silva et al. [9], la edad se relaciona positivamente con el dolor de cabeza y el género del estudiante con los problemas del sueño.
Algunos estudios demostraron una comorbilidad excesiva y grave de depresión, ansiedad y estrés simultáneamente, junto con esta comorbilidad triádica, la presencia de agotamiento psicológico severo [11, 25, 26].
En los hallazgos se reporta que el sexo femenino puntúa mayormente en agotamiento y eficacia y disfunción social, mientras que en hombres tienden a reportar niveles más altos de cinismo, síntomas somáticos, ansiedad e insomnio y depresión.
Esto contrasta con un estudio en Chihuahua [27], en el cual se observó que la mujer reporta mayores niveles en las dimensiones de agotamiento, cinismo y eficacia.

Conclusiones

El agotamiento académico existe en la diversidad de niveles y dimensiones, se observa que en la pospandemia covid-19 aumentó el nivel de agotamiento y los problemas en salud mental que se asocian con una menor eficacia académica, destacando la importancia de abordar el bienestar para mejorar la salud integral de los estudiantes universitarios.
Es común en México, como en otros países, que los universitarios dependan del vínculo de acompañamiento y lazos afectivos de la familia para su desempeño académico, debido a razones culturales sociales y personales. En el apoyo familiar y las redes de amigos, los estudiantes obtienen apoyo emocional y motivación, de este modo, desempeñan un papel positivo en la eficacia académica. El desafío es que el agotamiento y la salud mental se diversifican entre los géneros, grupos de edad, tipo de familia y se ven influidos por las circunstancias personales y sociales de los estudiantes.
La profesión de enfermería valora, diagnostica, planea, interviene y evalúa las intervenciones para el cuidado de la persona, físico y emocionalmente. En los estudios universitarios, es fundamental que la institución apoye el bienestar de los estudiantes, con énfasis en la promoción y prevención de la salud mental, constituyéndose en un desafío el crear estrategias, tales como la educación, la comunicación, el liderazgo y el trabajo en equipo, lo que significará innovar en el currículo incorporando talleres que permiten trabajar el agotamiento físico, emocional y cognitivo del estudiante.

Conflicto de intereses

Ninguno.

Financiación

Ninguna. 

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