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Original - Hábitos sexuales en jóvenes aragoneses de 18 a 25 años: estudio piloto observacional descriptivo

 

Cómo citar este artículo:
Hamam Alcober N, Viñuales Laviña I, Delgado Sevilla D, Fernando Vinués PJ, Viñuales Chueca B, Pérez Sanz N. Hábitos sexuales en jóvenes aragoneses de 18 a 25 años: estudio piloto observacional descriptivo. RIdEC 2025; 18(1):17-29. doi: https://doi.org/10.63178/bszk8534ridec

Fecha de recepción: 8 de agosto de 2024.
Fecha de aceptación: 25 de abril de 2025.

Autores

1 Nadia Hamam Alcober
1 Isabel Viñuales Laviña
2 David Delgado Sevilla
3 Pablo José Fernando Vinués
1 Beatriz Viñuales Chueca
3 Nuria Pérez Sanz

  1. Enfermera Interna Residente de Enfermería Familiar y Comunitaria. Unidad Docente Multidisciplinar de Atención Familiar y Comunitaria Huesca y Barbastro. Aragón (España)
  2. Enfermero Especialista en Enfermería Familiar y Comunitaria. Hospital Regional Universitario de Málaga. España
  3. Enfermera Especialista Familiar y Comunitaria. Servicio Aragonés de Salud. Aragón (España)

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Resumen

Introducción: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día más de un millón de personas se contagian de una infección de transmisión sexual (ITS). Una de las tasas más elevadas se encuentra en edades comprendidas entre los 20 y 24 años, con una tasa de 78,1/100.000 habitantes. El objetivo es identificar los hábitos sexuales relacionados con el uso de métodos anticonceptivos de los jóvenes de Aragón de entre 18 y 25 años.
Método: estudio piloto de tipo observacional descriptivo, transversal, realizado en 2019 con una muestra de 132 jóvenes con vida sexual activa por muestreo de conveniencia. Se realizó un cuestionario ad hoc de 20 ítems con variables sociodemográficas y preguntas relacionadas con hábitos sexuales y educación sexual recibida.
Resultados: participaron 132 jóvenes con edad media de 19 años. El 88,8% había mantenido relaciones sexuales con penetración. El principal método anticonceptivo utilizado es el preservativo masculino, siendo el más usado en relaciones esporádicas.
Las razones más importantes de no utilizar el preservativo radican en la disminución de sensibilidad e incomodidad.
A la hora de la penetración anal, se refleja una disminución del uso del preservativo. El 63% de los jóvenes ha recibido educación sexual, incidiendo en su importancia e interés, y la necesidad de disponer dicha formación en un 75% de los encuestados.
Conclusiones: la educación sexual recibida es una herramienta formativa positivamente valorada por los jóvenes, siendo insuficiente para algunos. El preservativo sigue siendo el método anticonceptivo más empleado.
Palabras clave: educación sexual; anticonceptivos; enfermedades de transmisión sexual; adulto joven; sexo inseguro.

Abstract

Sexual habits in young aragonese persons from 18 to 25 years of age: an observational descriptive pilot study

Objective: according to the World Health Organization (WHO), every day over one million persons will catch a sexually-transmitted infection (STI). One of the highest rates is found in ages between 20 and 24 years, with a rate of 78.1/100,000 inhabitants. The objective is to identify the sexual habits associated with the use of contraceptive methods among young persons between 18 and 25 years old in Aragon.
Method: a descriptive observational cross-sectional pilot study, conducted in 2019 with a sample of 132 young sexually-active persons, by convenience sampling. An ad hoc 20-item questionnaire was prepared, with sociodemographic variables and questions about sexual habits and sexual education received.
Results: the study included 132 young persons with 19 years as average age; 88.8% of them had engaged in sexual activity with penetration. The main contraceptive method used was male condom, the most frequently used in occasional relationships. The most important reasons not to use a condom were discomfort and a reduction in sensitivity.
In terms of anal penetration, there was a reduction in the use of condoms; 63% of these young persons had received sexual education, and 75% of the participants highlighted its importance and interest, and the need to have said training.
Conclusions: sexual education is a training tool positively valued by young persons, and some of them consider that it has been insufficient. Condoms are still the most widely used contraceptive method.
Key words: sexual education; contraceptives; sexually transmitted conditions; young adult; unsafe sex.

 


Introducción

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día más de un millón de personas se contagian de una infección de transmisión sexual (ITS) [1]. En el ámbito europeo, se observa un aumento importante en las ITS. Concretamente, y según datos del European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC) del año 2018, la tasa de sífilis ha ido en aumento entre los años 2011 y 2017, sobre todo en hombres [2]. El mismo centro en relación con la gonorrea, con datos también del año 2018, afirma que la notificación de esta infección aumentó un 22% con respecto al 2017, y recalca también la variabilidad de infecciones en los distintos países de la Unión Europea, remarcando que las tasas más altas se encuentran en el norte de Europa [3].
Los últimos informes del Ministerio de Sanidad de España inciden en esta idea aportando datos alarmantes de la situación de las ITS. Según los informes anuales elaborados por el Instituto de Salud Carlos III, entre los años 2013 y 2017, se ha producido un incremento del 26,3% de infecciones por gonorrea [4], observándose cifras más altas en hombres [4]. Una de las tasas más elevadas se encuentra en personas jóvenes con edades comprendidas entre los 20 y 24 años, con una tasa de
78,1 por 100.000 habitantes [4]. En el año 2018 en España, la tasa de infección por enfermedad gonocócica fue de 13,78; de sífilis 7,23; y la de Chlamydia trachomatis fue de 12,82 casos por 100.000 habitantes, produciéndose una disminución de esta última infección, en comparación con el año 2017 [5].
Sin embargo, en Aragón, según su instituto de estadística, en el año 2018, la tasa por 100.000 habitantes de la infección gonocócica se situó en 7,68, la de sífilis en 11,02 y la de Chlamydia trachomatis en 15,05, evidenciando una mayor prevalencia de sífilis y Chlamydia en Aragón, respecto a nivel nacional [5]. Son múltiples los estudios [6-9] que encuentran distintas circunstancias que incrementan la probabilidad de contraer una ITS entre la población joven. La naturaleza cambiante de las relaciones en jóvenes que implica relaciones esporádicas y con múltiples parejas, haber tenido una nueva pareja sexual en los últimos meses, consumir alcohol y otras drogas asociadas a las relaciones sexuales, y hacer un uso variable del preservativo con parejas casuales [8-11] son algunas de las circunstancias que citan los estudios como causas del aumento de ITS.
La Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos indica que los adolescentes tienen el derecho de acceder a una información adecuada para su salud, lo que incluye la educación sexual [12].
La educación sexual ha ido variando en Europa en las últimas décadas. En los años 60 del siglo pasado, su principal objetivo era la prevención de embarazos no deseados, a la que se le sumó la prevención de ITS, hasta llegar a abordar temas más actuales como son el consentimiento, la prevención del abuso sexual o la tolerancia con todas las identidades sexuales y de género [13]. A pesar de que ya en el año 2010, la Oficina Regional para Europa de la OMS, junto a otras instituciones, publicaron los Estándares de Educación Sexual para Europa [14], siguen existiendo importantes diferencias en esta formación ofrecida en los distintos países de la Unión Europea. España se encuentra por debajo de países como Francia o Alemania en el aporte de información verificada en materia de sexualidad, tal y como demuestra el Atlas Europeo de la Anticoncepción [15]. La Sociedad Española de Contracepción (SEC) muestra que la información que recibe casi el 50% de los jóvenes procede de internet, de los amigos en el 45,5% de los casos y solamente el 28% de los jóvenes recibe información por parte de los profesionales sanitarios [16, 17]. Es reseñable que aproximadamente el 70% considera que no es suficiente la información recibida sobre sexualidad [16, 17].
A pesar de que los jóvenes tienen un amplio acceso a la información sobre ITS [18] gracias a internet, y a que la educación sexual está incluida en el currículum académico desde 1985 [19], observando las estadísticas de incidencia de este tipo de infecciones en los últimos años, se hace necesario plantearse que dicha información disponible no siempre llega de manera adecuada o completa. Como se ha comentado, la educación sexual forma parte del currículo académico reglado [19]. En el momento en el que comienza la educación superior, la formación en hábitos sexuales saludables queda relegada a cursos específicos realizados por asociaciones y organizaciones no gubernamentales, a los que los jóvenes tienen que acudir de forma voluntaria. Considerando que los jóvenes participan de una vida sexual más activa, lo que implica un mayor riesgo de contraer una ITS, la educación sexual debería continuar hasta los 25 años o mientras sigan cursando estudios académicos [20].
Se marcó como objetivo principal del estudio identificar los hábitos sexuales relacionados con el uso de métodos anticonceptivos de los jóvenes de Aragón de entre 18 y 25 años. Derivado de este objetivo principal, se buscó identificar las razones por las que los jóvenes aragoneses no utilizan los métodos de barrera de forma adecuada, así como valorar la calidad percibida y características de la educación sexual recibida.

Método

Diseño: estudio piloto de tipo observacional descriptivo y transversal que se realizó con los jóvenes que colaboran como voluntarios o acuden a los cursos de formación del Movimiento Laico y Progresista de Aragón (MLPA).

Muestra y población: la población diana del estudio fueron todos los jóvenes de Aragón de entre 18 y 25 años.
El tamaño muestral obtenido fue los 132 participantes seleccionados mediante muestreo a conveniencia.
Los criterios de inclusión fueron:
• Tener más de 18 años y menos de 26.
• Aceptar las condiciones en lo relativo al tratamiento de datos.

Técnicas e instrumentos de recolección de datos: la recogida de datos se llevó a cabo durante la realización de distintas actividades del MLPA durante el segundo semestre del año 2019.
Los datos fueron recogidos a través de un cuestionario autoadministrado ad hoc utilizando la herramienta Google Formularios (ver Anexo I).
El cuestionario, compuesto de un total de 20 preguntas, recoge las siguientes variables:
• Variables demográficas (edad y sexo).
• Uso de distintos tipos de anticonceptivos (hormonales y de barrera), tipo de relación sexual.
• Formación previa sobre educación sexual.
• Planificación familiar.

El análisis de los datos se realizó mediante software Microsoft Excel 2020, extrayendo medidas de frecuencia, tanto en formato absoluto como en porcentaje de cada una de las variables del estudio. No se ha llevado a cabo análisis inferencial de las mismas.

Aspectos éticos: siguiendo las recomendaciones del Comité de Ética de Investigación de Aragón (CEICA) y al tratarse de encuestas anónimas, hace imposible reconocer la identidad de los participantes, por lo que no se recogerá el consentimiento por escrito. Se informará de forma verbal al encuestado y, antes de rellenar el formulario, el participante dispondrá de una breve explicación por escrito en la que quedará constancia la aceptación del tratamiento de sus datos si realiza la encuesta.
Este proyecto de investigación dispone del dictamen favorable del CEICA (Número de aprobación C.P. - C.I. PI19/338).

Resultados

Se encuestó a un total de 134 personas, de las cuales se excluyeron dos por cumplir un criterio de exclusión -más de 25 años-, por lo que finalmente la muestra total del estudio fueron 132 personas. De estas, el 66,9% eran mujeres y el 29,1% hombres, con una media de edad de 19 años. En cuanto a la provincia de residencia, la mayor parte pertenecía a Zaragoza (82,58%), seguidos de Teruel (8%) y de fuera de la comunidad a estudiar (6,1%), mientras que tan solo un 3,82% residía en Huesca.
El 88,8% había mantenido relaciones sexuales con penetración anal y/o vaginal, frente al 11,4% que no las había mantenido. Más de la mitad de los encuestados tenían relaciones sexuales con hombres, destacando un 17% que mantenía relaciones sexuales con ambos sexos.

Uso de métodos anticonceptivos

De las 117 personas que contestaron a la pregunta sobre relaciones estables, 21 afirman que nunca o casi nunca utilizan el preservativo masculino; es decir, un 17,9%. De estos, 21,3 eran hombres y el resto mujeres; 3 de las mujeres que contestaron “nunca” indicaron que solo mantenían relaciones sexuales con mujeres, por lo que se entiende que el uso del preservativo masculino es innecesario.
Este dato contrasta con el dato hallado en el uso del preservativo masculino en relaciones esporádicas, donde el tanto por ciento de respuestas de nunca o casi nunca disminuye al 6,6%.
En lo relacionado con el coitus interruptus, un 10,2% respondió que siempre o casi siempre utiliza este método como anticonceptivo, el 27,27% de estas respuestas fueron contestadas por varones. Al igual que con el uso del preservativo, este dato disminuye a un 6,02% cuando se pregunta por relaciones esporádicas.
Como se aprecia en el Gráfico 1, las razones por las que no se utiliza el preservativo son varias.
Vale la pena destacar que el 51,51% de las respuestas dadas en este ítem indica que “no siento lo mismo que si no lo utilizo”.
En el Gráfico 2 se representa el uso del preservativo según la práctica sexual. Destaca la utilización del preservativo de forma mayoritaria durante la penetración vaginal. En la penetración anal, práctica sexual que supone más riesgo de contagio de ITS por la facilidad de provocar erosiones en la penetración, sin embargo, más de la mitad de los encuestados, concretamente un 55,95%, afirma no utilizar el preservativo.

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Gráfico 1. Razones para no usar el preservativo femenino/masculino

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Gráfico 2. Uso del preservativo según práctica sexual

Educación sexual

En cuanto a la educación sexual impartida a los jóvenes, el 63% refiere haberla recibido en el instituto frente al 12%, que fue durante el colegio (Gráfico 3).

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Gráfico 3. Lugar de impartición de la educación sexual

Casi el 80% de los encuestados indica que dicha educación fue impartida por personal especialista en salud sexual, siendo insuficiente para casi el 25% de los participantes.

El Gráfico 4 resume la percepción sobre la educación sexual recibida. Más del 75% de los jóvenes refiere como necesaria la educación sexual, siendo importante y necesaria para ellos, con un 62% y 58%, respectivamente.

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Gráfico 4. Percepción de la educación sexual recibida

Los jóvenes encuestados refieren como fuentes de consulta sobre sexualidad amigos/compañeros de clase (44%) e internet (29,9%), relegando a los profesionales sanitarios a un 12,7% (Gráfico 5).

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Gráfico 5. Fuente de consulta de dudas sobre sexualidad

Discusión

Los jóvenes de entre 18 y 25 años se encuentran en una etapa de alto desarrollo afectivo-sexual. Es en esta etapa donde muchos jóvenes comienzan a tener sus primeras relaciones sexuales, por lo que supone un público más vulnerable, no solo a contraer una infección de transmisión sexual, sino a embarazos no deseados o sentimientos de decepción o arrepentimiento ante relaciones sexuales.
Casi el 90% de los encuestados en este estudio ha mantenido relaciones sexuales con penetración anal y/o vaginal, siendo un dato importante que casi un quinto de la muestra nunca o casi nunca usan preservativo en las relaciones estables. Estos datos concuerdan con el estudio realizado por el Instituto de la Juventud de España publicado en 2020, “Resumen Ejecutivo Informe Juventud en España 2020” (INJUVE) [21]; sin embargo, son muy inferiores a los encontrados en el estudio de
2022 de De Melo et al. [22], ya que refieren que el 60,74% de la muestra informó no usar preservativo en todas las relaciones sexuales. Esta información difiere con la aportada en el 2019 por el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) [23], que publicó que el método anticonceptivo más usado fue el preservativo con un 52%, mientras que en el estudio de Da Silva et al., en 2018 [24], el 66,12% de las mujeres indicó practicar sexo de forma segura siempre. Estos datos son mucho más altos que lo referido en diferentes estudios, como el de Spindola et al., en 2022 [25], en el que más de la mitad de los participantes que mantenían relaciones sexuales con una pareja estable no siempre utilizaban el preservativo (45%), aunque en las relaciones con parejas ocasionales ese porcentaje era mayor (76%), aumento que también se aprecia en este estudio.
En cuanto al ámbito internacional, los datos del presente estudio sobre uso de preservativo podrían asemejarse a los aportados por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) [26], ya que aproximadamente el 80% de los adolescentes de entre 15 y 19 años usa el preservativo durante su primera relación, porcentaje que va disminuyendo ligeramente conforme se aumenta la edad.
En el estudio INJUVE [21] no existen diferencias significativas entre hombres y mujeres con respecto al uso del preservativo, aunque en el presente estudio es destacable que casi el 80% de los que contestaron que nunca o casi nunca utilizan el preservativo es mujer. El mayor uso del preservativo fue en la penetración vaginal al contrario que en otras prácticas de riesgo como la penetración anal, felación, cunnilingus y masturbación. Entre las razones que refirieron los jóvenes encuestados de este estudio para no utilizar el preservativo destacaba la incomodidad y la disminución de la sensibilidad a la hora de mantener relaciones sexuales. Sin embargo, la SEC [23] añade otras variables que podrían ser consideradas en otros estudios; la práctica del sexo oral, confiar en la otra persona, conocer a la otra persona ofrece seguridad. Estas variables fueron los motivos principales, relegando la incomodidad y la disminución de sensibilidad a los últimos lugares. Cabría preguntarse el porqué de que el uso de métodos de barrera sigue siendo tan bajo en las prácticas sexuales que implican alto riesgo de contagio de ITS, pero nula posibilidad de embarazo no deseado, por ejemplo, la práctica de sexo anal.
A pesar del conocimiento actual sobre las ITS y el uso del preservativo como método de barrera, sigue siendo un dato importante el número de jóvenes que no usan el preservativo durante las relaciones sexuales, lo que podría aumentar la prevalencia de personas infectadas con VIH/sida y otras ITS [24]. Por todo ello, llama la atención la escasez de pruebas diagnósticas de VIH/sida y otras ITS realizadas en los encuestados (13%), datos inferiores a los referidos por Folch et al.
(2015) [27], donde casi un quinto de la población estudiada se había realizado alguna vez dichas pruebas. Quizá los jóvenes no tienen interiorizado el riesgo que supone este tipo de enfermedades de transmisión sexual, pero sí que son conocedores de las implicaciones que un embarazo no deseado podría significar en sus vidas.
22 El hecho de que el 80% de los encuestados afirma haber recibido educación principalmente por un profesional especialista en educación sexual (más de la mitad en el instituto y solo un 12% en el colegio), contrasta con el incremento exponencial de infecciones por ITS entre los jóvenes. Al comparar estos datos con los presentados por la SEC [23] a nivel nacional, el porcentaje de participantes que recibió educación sexual fue similar al encontrado en el presente estudio. A la hora de consultar las dudas sobre sexualidad, los amigos o compañeros de clase, seguidos de internet son las fuentes principales, manteniendo la tendencia de lo encontrado por García-Vázquez et al. en 2020 28. Tan solo el 25% de los jóvenes aragoneses encuestados en este estudio cree que la educación sexual recibida ha sido insuficiente, dato que dista mucho del referido en el estudio SEC [23], donde el 68,5% de los jóvenes a nivel nacional cree que es insuficiente, elevándose esta opción entre las mujeres.
La falta de experiencia en el uso de los métodos anticonceptivos, las barreras para el acceso a los mismos y la falta de información sexual entre los adolescentes hace que el asesoramiento anticonceptivo sea esencial para lograr la aceptación del método, emplearlo de forma adecuada y asegurar la continuidad de su uso [29]. Quiroz-Mora et al. [30] sugieren que el uso del preservativo sigue siendo una conducta difícil de mejorar mediante intervenciones; las que demuestran cambios en la frecuencia y la intención del uso del preservativo son aquellas que se enfocan en producir efectos a nivel individual, organizacional y del entorno. Por todo esto, queda patente la necesidad de este tipo de formación, incluyéndose en etapas más tempranas, como la educación primaria y con un abordaje de manera global.

Limitaciones

La limitación más importante es que la recogida de datos se llevó a cabo en 2019 y no han sido analizados hasta este momento por factores externos como la presión asistencial generada por la pandemia covid-19. Como futura línea de investigación sería interesante plantearse estudiar si, tras la pandemia, el uso de métodos anticonceptivos ha cambiado entre los jóvenes y, sobre todo, si la educación sexual impartida se ha visto mermada.
Otra limitación importante en el estudio es el hecho de que el cuestionario utilizado no haya sido un test validado. Al tratarse de un estudio piloto ha servido también para ver los fallos que tiene el formulario utilizado y plantear, como línea futura de investigación, la realización y validación de un cuestionario.

Conclusiones

El método anticonceptivo más usado entre los jóvenes encuestados de Aragón de entre 18 y 25 años fue el preservativo masculino. Según la práctica sexual, destaca la utilización del preservativo de forma mayoritaria durante la penetración vaginal, mientras que en la penetración anal más de la mitad de los encuestados afirmó no usarlo. El coitus interruptus sigue siendo una opción minoritaria, aunque practicada, por alguno de los encuestados.
Las principales razones por las que los jóvenes no emplean los métodos anticonceptivos de barrera, según este estudio, son la disminución de la sensibilidad y la incomodidad en su utilización; destaca el ítem “no siento lo mismo que si no lo utilizo”.
La educación sexual recibida es una herramienta formativa positivamente valorada por los jóvenes, siendo importante y necesaria para ellos. La gran mayoría de los encuestados indica que dicha educación fue impartida por personal especialista en salud sexual, siendo insuficiente para un 25% de los mismos. A la hora de consultar sobre temas de sexualidad, las principales fuentes fueron amigos/compañeros de clase, seguido de internet y, por último, profesionales sanitarios.

Conflicto de intereses

Ninguno.

Financiación

Ninguna.

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Anexo I

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Adjunto:

Original-2.pdf

 

Revisión - Revisión integrativa sobre intervenciones multidisciplinarias con abordaje en determinantes de salud en adultos con diabetes

 

Cómo citar este artículo:
Encalada Sosa LN, Espadas Uitz CE, Yam Sosa AV, Candila Celis JA. Revisión integrativa sobre intervenciones multidisciplinarias con abordaje en determinantes de salud en adultos con diabetes. RIdEC 2025; 18(1):31-42. doi: https://doi.org/10.63178/peaz9184ridec

Fecha de recepción: 29 de mayo de 2024.
Fecha de aceptación: 25 de mayo de 2025.

Autores

1 Leslie Natali Encalada Sosa
2 Christian Emmanuel Espadas Uitza
3 Antonio Vicente Yam Sosa
4 Julia Alejandra Candila Celis

  1. Médico Cirujano Especialista en Salud Pública. Universidad Autónoma de Yucatán. Mérida (México)
  2. Enfermero especialista en Salud Pública. Universidad Autónoma de Yucatán. Mérida (México)
  3. Doctor en Ciencias de Enfermería. Universidad Autónoma de Yucatán. Mérida (México)
  4. Doctora en Educación. Universidad Autónoma de Yucatán. Mérida (México)

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Resumen

Objetivo: describir las intervenciones multidisciplinarias actualizadas que abordan determinantes de la salud en personas adultas que viven con diabetes tipo 2.
Métodos: revisión integrativa basada en lineamientos PRISMA, se realizó una búsqueda sistemática en EBSCOHost, Dialnet y Dimensions. Los descriptores fueron “determinantes sociales de la salud” AND “Diabetes tipo 2” AND “equipo multidisciplinario”. Se incluyeron artículos de texto completo en inglés y español, publicados entre agosto de 2023 y marzo de 2024, se analizaron con la herramienta CASPe.
Resultados: se incluyeron 10 estudios, siendo cuatro ensayos clínicos, un estudio de cohorte, cinco estudios descriptivos.
Siete artículos en idioma inglés y tres en español. Los países de los artículos fueron México, Irán, Estados Unidos, China, Colombia, España y Australia. Los años fueron 2019, 2020, 2022 y 2023.
Conclusión: las intervenciones educativas se asocian estadísticamente con determinantes intermedios en las personas con diabetes tipo 2 y tuvieron resultados que beneficiaron a la población en el control glucémico; el equipo profesional que realizó las intervenciones fue enfermería, trabajo social, médicos, psicología, dietista y educador en diabetes. Se sugiere efectuar estudios que involucren políticas públicas y que en ellas se incorporen estrategias y recomendaciones, enfocados en los determinantes de la salud, principalmente en zonas rurales, para disminuir desigualdades e inequidades que ponen en desventaja a esta población.
Palabras clave: diabetes tipo 2; grupo de atención al paciente; equipo multiprofesional; determinantes sociales de la salud; control glucémico.

Abstract

An integrative review on multidisciplinary interventions addressing health determinants in adults with diabetes

Objective: to describe the updated multidisciplinary interventions addressing health determinants in adult persons living with Type 2 diabetes.
Methods: an integrative review based on PRISMA guidelines; a systematic search was conducted in EBSCOHost, Dialnet, and Dimensions. The key words were “social health determinants” AND “Type 2 diabetes” AND “multidisciplinary team”.
Articles with complete text in English and Spanish were included, that were published between August 2023 and March
2024; The CASPe tool was used for analysis.
Results: ten (10) studies were included: four clinical trials, one cohort study, and five descriptive studies. Seven articles were in English and three in Spanish. The articles were from the following countries: Mexico, Iran, United States, China, Colombia, Spain and Australia. The years were: 2019, 2020, 2022 and 2023.
Conclusion: educational interventions were statistically associated with intermediate determinants in persons with Type 2 diabetes, and their results were beneficial for the population in terms of glycemic control. The professional team conducting the interventions was formed by nurses, social workers, physicians, psychologists, nutritionists and diabetes educators.
It was suggested to conduct studies involving public policies, incorporating strategies and recommendations focused on health determinants, mainly in rural areas, in order to reduce the inequalities and inequities that place this population at a disadvantage.
Key words: type 2 diabetes; patient care group; multiprofessional team; social determinants of health; glycemic control.

 


Introducción

La diabetes es una enfermedad crónica no transmisible (ECNT) caracterizada por el incremento permanente de la glucosa en el organismo a causa de la insuficiente producción del páncreas o por la utilización ineficaz de la insulina. Se relaciona con factores de riesgo modificables como la obesidad o el sobrepeso, la inactividad física y las dietas con alto contenido calórico de bajo valor nutricional [1]. La enfermedad de la diabetes tipo 2 (DT2) es uno de los problemas de salud más importantes por su alta prevalencia en el mundo, se espera que sea la séptima causa de muerte en el año 2030. Su impacto es aún más severo en países en vías de desarrollo donde la brecha en las oportunidades de salud está profundamente marcada. La prevalencia mundial es del 9,3%, en 2019 murieron más de cuatro millones de adultos y anualmente los casos en niños y adolescentes siguen en aumento. En México, la prevalencia en 2018 fue del 10,3% y es la tercera causa de muerte.
Se estima que el porcentaje de personas sin diagnóstico de DT2 es de poco más del 50%, poniendo en relieve la necesidad del diagnóstico oportuno que permita una atención adecuada para retrasar potenciales secuelas de la enfermedad a nivel individual, familiar y en la sociedad en general [2].
Siendo una enfermedad crónica no transmisible, es una patología de gran complejidad y representa un desafío para la sociedad y los sistemas de salud en el mundo. El aumento en la prevalencia mundial se ha atribuido a un complejo conjunto de factores socioeconómicos, demográficos y ambientales, así también al aumento de los factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad relacionados con estilos de vida no saludables. La DT2 requiere una comprensión profunda que considere además de los factores biológicos de las personas, el contexto social en el que se desarrolla. Los determinantes sociales de salud (DSS) brindan la oportunidad de abordar esta condición de salud desde una perspectiva más amplia [3].
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define los determinantes sociales de la salud (DSS) como “las circunstancias en que las personas nacen crecen, trabajan, viven y envejecen, incluido el conjunto más amplio de fuerzas y sistemas que influyen sobre las condiciones de la vida cotidiana” [4]. Estas fuerzas y sistemas incluyen políticas y sistemas económicos, programas de desarrollo, normas y políticas sociales y sistemas políticos. Son altamente distintos para varios subgrupos de una población y pueden dar lugar a diferencias en los resultados en materia de salud [4].
Puede haber marcadas desigualdades entre estados, regiones y localidades e incluso entre diferentes grupos poblacionales.
El modelo de determinantes sociales de la salud (Figura 1) que recomienda la OPS/OMS para su abordaje menciona dos grandes rubros de determinantes:

Estructurales y/o sociales: son los atributos que generan o fortalecen la estratificación de una sociedad y definen la posición socioeconómica de la población. Estos mecanismos configuran la salud de un grupo social en función de su ubicación dentro de las jerarquías de poder, prestigio y acceso a los recursos. El adjetivo estructural recalca la jerarquía causal de los determinantes sociales en la generación de las inequidades sociales en materia de salud. Son aquellos que tienen que ver con la posición social, el género, la raza y el grupo étnico, el acceso a la educación y al empleo [5].

Intermedios y personales: los determinantes intermedios se distribuyen según la estratificación social y determinan las diferencias en cuanto a la exposición y la vulnerabilidad a las condiciones perjudiciales para la salud. Sus principales categorías son:

Circunstancias materiales: calidad de la vivienda y del vecindario, posibilidades de consumo (medios financieros para adquirir alimentos saludables, ropa apropiada, etc.) y el entorno físico de trabajo.
Circunstancias psicosociales: factores psicosociales de tensión, circunstancias de vida y relaciones estresantes, apoyo y redes sociales.
Factores conductuales y biológicos: nutrición, actividad física, consumo de alcohol, tabaco y drogas; en los factores biológicos también incluyen los factores genéticos.
Cohesión social: la existencia de confianza mutua y respeto entre los diversos grupos y sectores de la sociedad contribuye a la manera en que las personas valoran su salud.
Sistema de salud: exposición y vulnerabilidad a los factores de riesgo, acceso a los servicios y programas de salud para mediar las consecuencias de las enfermedades para la vida de las personas [5].

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Figura 1. Determinantes sociales de la salud

Entre las principales barreras para lograr los objetivos de atención en personas que viven con DT2 se incluyen la falta de atención médica, la pobreza, los largos viajes al trabajo o la falta de tiempo para buscar atención médica, falta de confianza y apoyo social inadecuado, entre otros [6]. La mayor parte de los problemas de salud se pueden atribuir a las condiciones socioeconómicas de las personas. Sin embargo, en las políticas de salud han predominado las soluciones centradas en el tratamiento de las enfermedades, sin incorporar adecuadamente intervenciones sobre las causas de las causas, como son las acciones sobre el entorno social y los resultados obtenidos con intervenciones en salud centradas en lo curativo que han sido insuficientes, es decir, que las circunstancias sociales y económicas de las personas afectan forzosamente en su salud durante la vida, por lo que es necesario vincular las políticas de salud a los determinantes sociales de la salud. Haciendo referencia a las condiciones crónicas, las cuales son inherentes a salud pública, es necesario, para la toma de decisiones, afrontar los determinantes sociales de la salud. La mayor parte de estas enfermedades pueden atribuirse a la presencia de un sinnúmero de factores de riesgo, donde sus repercusiones y complicaciones están influenciadas por los determinantes sociales de la salud [7].
Algunos estudios destacan que el autocuidado es uno de los roles más importantes en el manejo de la diabetes. La relación existente entre los factores determinantes de la DT2 y el autocuidado influye en el tipo de vida y nivel de educación que tienen las personas que la padecen. Es importante reforzar para que la persona desarrolle habilidades dirigidas al control del padecimiento, la aceptación de la enfermedad, la modificación de la dieta y la realización de ejercicio, acciones que han demostrado garantizar una mejor calidad de vida. Esto se puede conseguir con intervenciones que incluyan aquellos determinantes sociales que influyen en las personas [8]. El control de las enfermedades crónicas no transmisibles se fundamenta en principios distintos en relación con los padecimientos transmisibles. Implica un proceso educativo para entender la enfermedad, cambios significativos y focalizados en las conductas, utilización a largo plazo de múltiples fármacos y evaluaciones frecuentes, además de la participación de especialistas en conjunto con la familia y la comunidad. Estas acciones son parte de un modelo de atención multidisciplinario, se ha encontrado que este tipo de intervenciones tiene mejores resultados y mejora la adherencia al tratamiento [9].
La importancia de esta revisión en el área de la Atención Primaria destaca en promover estrategias de intervención, para el beneficio de la población, a mantener y restaurar la salud de la población, contando con la participación de esta, mediante cuidados directos e indirectos a individuos, familias, otros grupos y la propia comunidad en su conjunto, como miembro de un equipo multidisciplinario [10].
Por lo anterior, es de importancia la revisión de evidencias actualizadas sobre intervenciones que involucren varias disciplinas y que aborden los determinantes sociales de la salud en los adultos que viven con DT2. El objetivo del estudio es describir las intervenciones multidisciplinarias que aborden los determinantes de la salud en personas adultas que viven con DT2.

Metodología

Se realizó una revisión integrativa de las evidencias actuales sobre intervenciones multidisciplinarias que abordan los determinantes de la salud para la enfermedad de la DT2. El trabajo se elaboró mediante los lineamientos de PRISMA 2020 para el reporte de revisiones sistemáticas [11].

Criterios de elegibilidad. Los criterios de inclusión fueron los artículos que contenían las intervenciones basadas en determinantes sociales de la salud y adultos con DT2; mencionan a los grupos de atención a la salud y sus intervenciones en el automanejo de la DT2. Incluyeron artículos que tuvieran cinco años o menos desde su publicación y que sean en idioma inglés, español y portugués. Se eliminaron aquellos artículos que al revisar el contenido no contuvieran la temática propuesta, los artículos repetidos y también los que no detallaron claramente las intervenciones multidisciplinarias con base en los determinantes sociales de la salud para el automanejo de la DT2.

Fuentes de información. Las bases de datos que se utilizaron fueron EBSCOHost, Dialnet y Dimensions, se incluyeron artículos del año 2019 a la fecha, el periodo de búsqueda fue desde el mes de agosto de 2023 y hasta febrero de 2024.
Para la selección solo se consideró la lectura de los títulos y resumen, se eliminaron los que no cumplían con los criterios establecidos, para incluir finalmente 10 artículos.

Estrategia de búsqueda. La búsqueda de los artículos se consultó en el Descriptor en Ciencias de la Salud (DeCS) y MeSH en los idiomas español, inglés y portugués. Para el orden de la búsqueda se utilizó el operador boleano AND. Las cadenas de búsqueda utilizadas fueron diabetes tipo 2 AND determinantes sociales de la salud AND grupo de atención al paciente AND automanejo de la diabetes tipo 2, determinantes sociales AND grupo de atención al paciente, intervenciones AND determinantes sociales de la salud AND diabetes tipo 2.

Proceso de selección de los estudios. Se seleccionaron todos los artículos según los criterios descritos y se eliminaron los artículos que se duplicaban. Dos investigadores realizaron la lectura de los artículos y finalmente, en consenso, se seleccionaron los artículos que cumplieron con los criterios para el objetivo del estudio.

Proceso de extracción de los datos. Con la búsqueda en las bases de datos y la selección de los artículos que los investigadores en consenso consideraron para incluir en este estudio, se realizó el análisis minucioso correspondiente. Se utilizó el software Excel para la elaboración de una tabla que incluya los aspectos de intervenciones, equipo multidisciplinario, autores, año, diseño, muestra, resultados significativos y sesgos encontrados.

Evaluación del riesgo de sesgo de los estudios individuales. Los artículos seleccionados fueron evaluados mediante la lectura crítica con la herramienta CASPe, de acuerdo con la metodología del artículo seleccionado. Se incluyeron en el estudio aquellos que contaban con un puntaje mayor a 8 puntos, ya que esto indica una buena confiabilidad de la evidencia.

Medidas del efecto. En los artículos revisados se utilizaron dos tipos de estimadores para determinar el tamaño del efecto.
RR = riesgo relativo, RM = razón de momios. Se comparan resultados entre dos o más grupos, de acuerdo con la escala de medición (cuantitativa o cualitativa) para que su interpretación sea clara y sencilla. El tamaño o magnitud del efecto se comprueba mostrando la lejanía de los promedios entre grupos, ajustado por su varianza, o bien por la diferencia en las frecuencias absolutas o porcentuales. De igual manera se utilizó el tamaño de efecto para calcularse junto con su intervalo de confianza a 95% (IC 95%) para estimar la precisión. En la mayoría de los artículos analizados el tamaño de efecto fue estadísticamente significativo.

Evaluación del sesgo en la publicación y evaluación de la certeza de la evidencia. La selección comenzó con la identificación de los artículos a partir del título y del resumen, para ser seleccionado debía contener al menos dos de las palabras clave. Posteriormente se realizó una lectura y un análisis del resumen; si contenía información relevante (sobre intervenciones multidisciplinarias con abordaje en determinantes de salud en adultos con diabetes) fueron incluidos. Seguido se efectuó la lectura del artículo completo, si este se consideraba apropiado, se llevaba a cabo su evaluación bajo los criterios de las guías de lectura crítica CASPe, para comprender e identificar la cohesión metodológica (el diseño responde a la pregunta de investigación), fiabilidad de los resultados y la importancia de la investigación. La técnica empleada para responder al objetivo de este estudio fue la revisión integrativa de la literatura, que presenta como ventaja la posibilidad de síntesis y de análisis del conocimiento científico producido sobre el tema investigado. Esta manera de investigar se caracteriza por presentar un amplio panorama de abordajes metodológicos, que permite la inclusión de múltiples estudios, con diferentes diseños de investigación para la comprensión completa del fenómeno estudiado. Los resultados de estos estudios ofrecieron evidencias que refuerzan hallazgos que vienen presentándose en otras investigaciones.

Resultados

Se realizó una revisión integrativa, en la que se presenta la evidencia actual de todas aquellas intervenciones que abordan determinantes sociales de la salud con enfoque multidisciplinario en personas adultas con DT2. Se obtuvieron 604 resultados con las palabras clave utilizadas, 10 artículos cumplieron con los criterios de selección, cuatro ensayos clínicos, un estudio de cohorte, cinco estudios descriptivos; en idioma inglés y español. Los países de los artículos seleccionados fueron México, Irán, Estados Unidos, China, Colombia, España y Australia. Los años fueron 2019, 2020, 2022 y 2023.
En el diagrama de flujo, se ilustra el proceso que se realizó para la selección de los artículos que se incluyeron en este estudio (Figura 2).
En la Tabla 1, se presentan las características de los artículos seleccionados.
Como se observa en la Tabla 1, la mitad de los estudios [12, 13, 15, 16] son ensayos clínicos. En la mayoría la intervención utilizada fue a través de un programa educativo [12-17]. De manera general, los resultados muestran una asociación significativa entre el nivel educativo, el conocimiento sobre diabetes y el autocuidado, así como mejoras significativas en las medidas clínicas dentro del grupo de intervención. Además, se observó una mejora significativa en el comportamiento de autogestión y se incluyeron factores sociales y económicos para mejorar la salud.
El equipo multidisciplinario que participó en las intervenciones estuvo conformado por endocrinólogos, nutricionistas, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales, podólogos y oftalmólogos.

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Figura 2. Diagrama de flujo: identificación de los estudios

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Discusión

Actualmente, es necesario el abordaje de los determinantes sociales para diseñar estrategias de intervención en los pacientes adultos con diabetes, pues se ha visto una total desigualdad en inequidad para el acceso a los servicios de salud.
Lo anterior, como se menciona en un estudio realizado en Cuba [22], concluyó que los determinantes sociales ejercen una gran influencia sobre el proceso salud-enfermedad en el control metabólico influyendo negativamente, tanto en la incidencia de la DT2 como en la aparición de complicaciones.
En el presente estudio se incluyeron algunas intervenciones que abordan los determinantes sociales de la salud y que involucran diferentes disciplinas para el automanejo y la mejora de la calidad de vida de las personas que viven con DT2.
Con relación a las diferencias y similitudes que se encontraron en esta investigación se puede mencionar que, de los estudios seleccionados, en ocho artículos se realizan intervenciones educativas sobre los determinantes sociales de la salud, que involucran modificaciones de los factores conductuales como cambios en el estilo de vida, dieta, ejercicio, apego al tratamiento, información sobre los recursos sociales y la importancia de su uso para el automanejo de la enfermedad; de igual manera, se abordan también situaciones que involucran las costumbres y creencias de los pacientes. Los principales expertos que participan en la intervención son los médicos, las enfermeras, los nutriólogos, los trabajadores sociales y los psicólogos [12, 13, 15-18, 20, 21].
De acuerdo con la evidencia obtenida, se puede mencionar cierta incapacidad para generalizar los resultados en un mismo país, debido al lugar de los artículos analizados, por ejemplo, algunos fueron en regiones rurales y otros en regiones urbanas del mismo país y en algunos no se aleatorizó [23]. En los estudios en donde se compararon unidades médicas, las distancias eran pequeñas, por lo que en algunos lugares adoptaron las actividades de los sitios cercanos, por tanto fue complicado comparar el impacto de la intervención [14]. Uno de los estudios revisados incluyó a los participantes con los niveles de hemoglobina glucosilada dentro del estándar, así que habría que considerar niveles con mal control glucémico [15].
Entre las principales limitaciones que se encontraron en esta investigación se puede mencionar que el seguimiento de los participantes del estudio es menor a seis meses, lo que se considera como una debilidad del presente estudio, pues no garantiza que la intervención haya sido completamente efectiva. Por otro lado, la información sobre la disponibilidad y el uso de los recursos en salud es de vital importancia, ya que como se observa en los resultados de un estudio realizado en Brasil, se demostró que la utilización de los servicios de salud se relaciona con el nivel de conocimiento sobre la existencia de estos servicios, así como también la influencia del nivel educativo [24]. Tal como se demostró en este estudio, estas intervenciones evidenciaron una mejora en el control y autocuidado de los pacientes con DT2.
Entre las principales fortalezas encontradas destaca, en primera instancia, el uso de ensayos clínicos aleatorizados, pues se considera un diseño confiable para evaluar la efectividad de intervenciones en salud. Algunos estudios emplearon estrategias que abordan directamente los determinantes sociales de los pacientes, lo cual refleja una aproximación integral para mejorar la salud de los adultos con DT2 y brinda la oportunidad de plantear estrategias de salud que contemplen factores contextuales simultáneos al estilo de vida, para que refuercen las acciones del personal de salud y, de este modo, reducir los índices de morbimortalidad, el uso de un equipo multidisciplinario y garantizar un manejo integral en los pacientes con DT2 [12].
En dos estudios analizados en este trabajo [14, 19] se observó la implementación de intervenciones que utilizaron determinantes sociales, principalmente los estructurales, que incluyeron la detección de necesidades sociales, derivación a un escritorio de recursos comunitarios y apoyo para necesidades sociales como el transporte. Así como también la implementación de políticas y organización de salud efectivas para mitigar los efectos negativos generados por los determinantes sociales inherentes a los sectores más desfavorecidos de la comunidad en los resultados de salud de la DT2; esto se menciona en una revisión sistemática realizada en Barcelona (España) en donde las condiciones de acceso a recursos sanitarios, ecológicos y tecnológicos en el ámbito urbano y rural también marcan diferencias en salud dentro de una misma población [25]. En un estudio realizado en Colombia [26], se menciona la asociación entre desventajas socioeconómicas con la DT2 y un refuerzo entre condiciones socioeconómicas y étnico/raciales. La primera afirmación coincide con las relaciones entre gradiente social y condiciones de salud, es decir, un empeoramiento de las condiciones de salud en la medida que se desciende en la escala socioeconómica.
El impacto en la salud comunitaria se ve reflejado en el enfoque de los determinantes sociales en las poblaciones, pues esta disciplina se encarga de extender el sistema sanitario hasta la intimidad de las viviendas, principalmente en regiones rurales, y conocer la realidad social de la zona; así como también se caracteriza por la aplicación de los conocimientos de los profesionales con el objetivo de aumentar el nivel de salud de la población mediante la planificación en equipos, conformados por enfermeros, médicos, psicólogos y trabajadores sociales, dietistas y educadores en diabetes fundamentalmente, en función de la promoción, prevención y la rehabilitación de la salud, tal como se aborda en este estudio [27].
Con respecto a las líneas de investigación se puede mencionar que, en contraste con la evidencia del presente estudio, es necesaria la realización de investigaciones en las que se utilicen políticas públicas con enfoque en el modelo de los determinantes sociales. De acuerdo con los resultados que se obtuvieron, se observó que las intervenciones educativas que abordan los determinantes intermedios, como los factores conductuales, fueron las estrategias más utilizadas, quizá porque este sea el método más económico, accesible y factible [5]. Se observó resultados de mejora en dichos estudios, pues se logró el control de la enfermedad en los pacientes estudiados.
Entre las limitaciones observadas en los estudios analizados destaca la falta de detalles sobre el contenido de las intervenciones. Los programas educativos no se basan en un enfoque teórico y no se especifica la formación de los intervencionistas, es decir, si tienen capacitación en educación sobre diabetes. Además, la mayoría de los estudios no presenta un seguimiento de las actividades desarrolladas durante la intervención.

Conclusión

La evidencia analizada señala que las intervenciones multidisciplinarias realizadas por médicos, enfermeras, nutriólogos, trabajadores sociales y psicólogos que aborden los determinantes sociales de la salud como nivel educativo, servicios de salud, entorno social, económico, seguridad alimentaria, transporte, cultura, estilo de vida, etc., demuestran cambios en personas adultas que viven con diabetes tipo 2 en parámetros como hemoglobina glucosilada, que contribuyen con el control de la glucosa. Las estrategias educativas son las que han demostrado cambios significativos en la modificación de conductas en el estilo de vida de las personas, tales como alimentación saludable, ejercicio, apego al tratamiento, y para dar información sobre la existencia de recursos sociales en la comunidad.

Conflicto de intereses

Ninguno.

Financiación

Ninguna.

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Adjunto:

Revisión-1.pdf

 

Revisión - Terapias no farmacológicas para depresión y ansiedad en mujeres con cáncer de mama: revisión sistemática

 

Cómo citar este artículo:
Quitl Carrillo LK, Landeros Olvera E, Jiménez Pérez J, Ramires Morales S, Méndez Reyes M. Terapias no farmacológicas para depresión y ansiedad en mujeres con cáncer de mama: revisión sistemática. RIdEC 2025; 18(1):43-54. doi: https://doi.org/10.63178/xqqz3798ridec

Fecha de recepción: 11 de diciembre de 2024.
Fecha de aceptación: 8 de mayo de 2025.

Autores

1 Linda Karla Quitl Carrillo
2 Erick Landeros Olvera
3 Julio Jiménez Pérez
4 Salvador Ramires Morales
5 Mariel Méndez Reyes

  1. Estudiante de la especialidad de cuidados intensivos. Facultad de Enfermería. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. México
  2. Doctor en Ciencias de Enfermería. Facultad de Enfermería. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. México
  3. Estudiante de la especialidad de cuidados intensivos. Facultad de Enfermería. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. México
  4. Estudiante de la especialidad de cuidados intensivos. Facultad de Enfermería. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. México
  5. Estudiante de la especialidad de cuidados intensivos. Facultad de Enfermería. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. México

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Resumen

Introducción: el cáncer de mama (CaMa) es una de las principales causas de morbimortalidad entre mujeres a nivel mundial.
Es crucial abordar aspectos emocionales de la enfermedad. Tradicionalmente han tratado con medicamentos; sin embargo, las terapias no farmacológicas (TNF) no son suficientemente abordadas a pesar de su potencial.
Objetivo: describir las TNF para el apoyo de la depresión y ansiedad en mujeres con CaMa realizadas por profesionales de salud en los últimos cinco años.
Método: revisión sistemática bajo lineamientos del PRISMA sobre las bases de datos: Cochrane, EBSCO, PubMed y Dialnet.
Se usaron descriptores DeCS/MeSH del 2019 al 2024 en cuatro idiomas. Se incluyeron artículos experimentales con TNF en mujeres con CaMa. De 1.916 artículos recuperados, seis fueron seleccionados para el análisis final: un ensayo clínico controlado y cinco revisiones sistemáticas. Las TNF incluyeron yoga, risoterapia, musicoterapia, Tai Chi y aromaterapia.
Resultados: dos artículos obtuvieron altos puntajes PRISMA 74,07% y 77,77%. Un estudio aleatorizado obtuvo un puntaje de 59,4% de acuerdo con los lineamientos del CONSORT. Las TNF que mostraron mejor eficacia, en un 95% sobre la depresión y ansiedad, fueron las que usaron musicoterapia y Tai Chi.
Conclusiones: aunque los estudios presentan limitaciones, ofrecen evidencia preliminar de su efectividad sobre la depresión y la ansiedad. Se necesitan más investigaciones con diseños rigurosos como ensayos clínicos aleatorizados para confirmar estos hallazgos y optimizar las intervenciones de los profesionales de salud, particularmente de enfermería que interactúa directamente con las mujeres con CaMa y sus cuidadores.
Palabras clave: terapias no farmacológicas; mujeres; cáncer de mama; depresión; ansiedad.

Abstract

Non-pharmacological therapies for depression and anxiety in women with breast cancer: a systematic review

Introduction: breast cancer (BC) is one of the main causes of morbimortality in women in the world. It is essential to address the emotional aspects of this condition, which have been traditionally treated with medications; however, non-pharmacological therapies (NPTs) are not sufficiently addressed regardless of their potential.
Objective: to describe the NPTs as support for depression and anxiety in women with BC conducted by health professionals during the past five years.
Method: a systematic review under PRISMA guidelines, using the Cochrane, EBSCO, PubMed and Dialnet databases. DeCS/ MeSH descriptors were used, from 2019 to 2024, in four languages. Experimental articles with NPTs in women with BC were included. Out of 1,916 articles retrieved, six were selected for the final analysis: a controlled clinical trial and five systematic reviews. The TNFs included yoga, laughter therapy, music therapy, Tai Chi and aromatherapy.
Results: two articles obtained high PRISMA scores: 74.07% and 77.77%. A randomized study obtained a 59.4% score according to the CONSORT guidelines. The NPTs which showed higher efficacy (95%) for depression and anxiety were those using music therapy and Tai Chi.
Conclusions: even though studies presented limitations, they offered preliminary evidence of their efficacy on depression and anxiety. Further research is required, such as randomized clinical trials with rigorous design, in order to confirm these findings and optimize the interventions by health professionals, particularly nurses, who interact directly with women with BC and their caregivers.
Key words: non-pharmacological therapies; women; breast cancer; depression; anxiety.

 


Introducción

En los últimos años, el cáncer de mama (CaMa) ha sido una de las principales causas de morbimortalidad entre las mujeres y la causa más prevalente a nivel mundial; de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) [1], en el año 2024 se diagnosticaron 16.626 millones de casos y se registraron 670.000 defunciones por esta enfermedad. En Iberoamérica la situación no es diferente; el CaMa es la primera neoplasia más común en mujeres, con una incidencia de 152.059 casos anuales, cada año se producen en la región más de 462.000 casos nuevos y casi 100.000 muertes a causa de esta enfermedad [2]. La incidencia en la región está en un promedio de 27 casos por 100.000 mujeres, alcanzando valores superiores a
50 casos en países como Argentina, Uruguay y Brasil [3]; asimismo, por el CaMa se reporta que en México hubo, en el año
2023, más de 8.000 defunciones a causa de este padecimiento [4] y en España se reportaron más de 35.000 nuevos casos durante el año 2022 [5]. Si la tendencia continúa de esta manera, se estima que para el año 2030 existirán aproximadamente 572.000 nuevos casos de CaMa en Iberoamérica; por consecuencia, podrían representar cerca de 130.000 muertes anuales [6].
Una de las situaciones más importantes para enfrentar este padecimiento es el apego a un tratamiento, donde es crucial el apoyo emocional de la familia y el personal de salud, quienes juegan un papel destacado. Debido a que el cáncer es un proceso crónico degenerativo, se requiere aceptación de las mujeres y sus familias, sin dejar de luchar por su recuperación, además de la participación de todos los que apoyan a estas mujeres (amistades, cuidadores personales de salud). Muchas veces, las emociones que se pueden presentar en este padecimiento pueden ser afectadas y no tratadas, independientemente de la quimioterapia, radioterapia o cirugía. En este contexto la familia proporciona un entorno de amor y comprensión, mientras que el personal de salud ofrece orientación y cuidado profesional; juntos, estos apoyos ayudan a las pacientes a enfrentar los desafíos emocionales y físicos de la enfermedad, para mejorar significativamente su calidad de vida [7-9].
Este panorama subraya la importancia de abordar los aspectos físicos como emocionales de la enfermedad. Aunque tradicionalmente, las alteraciones psicológicas se han tratado con medicamentos en estas mujeres, por ejemplo, para reducir la ansiedad y la depresión, en este contexto, se han identificado TNF que han mostrado ser efectivas en la reducción de estos padecimientos y que pueden ser complementarias al tratamiento de la quimioterapia e inclusive a la radioterapia.
Es fundamental que las mujeres que padecen CaMa reciban TNF, ya que muchas de estas intervenciones han mostrado ser efectivas en la reducción de la ansiedad y la depresión. Sin embargo, en ocasiones, no se verifica el tipo o la dosis de las TNF que se pueda fundamentar bajo la evidencia científica [10, 11].
La literatura identifica diversas TNF efectivas en el manejo de la ansiedad y depresión en mujeres con cáncer. En primer lugar, se encuentra a Muñoz Algar y Bernal García [12], quienes abordaron la ansiedad en mujeres diagnosticadas con cáncer, en esas investigaciones. Sus terapias incluyeron el mindfulness, los enfoques cognitivo-conductuales y la relajación como terapias complementarias efectivas, así como el yoga que resultó ineficaz en este trabajo. En segundo lugar, se encontraron los hallazgos de Coutiño et al. [13], quienes analizaron diversas TNF, entre las que destacaron el ejercicio, la psicoterapia y el yoga como meditación para reducir síntomas depresivos en mujeres con cáncer; los autores sugirieron que esas intervenciones eran efectivas, aunque recomendaron mayor investigación para determinar la magnitud de la reducción de los síntomas, considerar la gravedad, la presencia de comorbilidades y la diversidad de los pacientes. Así mismo, el Instituto Nacional del Cáncer [14] discutió las ventajas de utilizar la telemedicina para fomentar las formas de ayudar a los sobrevivientes de cáncer para afrontar la ansiedad y depresión, especialmente en áreas donde el acceso a proveedores de salud era limitado. Por último, Melo et al. [15] encontraron que la aromaterapia mejoró los síntomas de ansiedad, sobresalió el predominio de los aceites esenciales de lavanda, bergamota, incienso y sándalo, por sus efectos ansiolíticos, relajantes, sedantes, antidepresivos y reductores de la tensión muscular.
A pesar de los avances significativos en el tratamiento del CaMa, existe un vacío considerable en el conocimiento sobre la efectividad y aplicación de las TNF en mujeres que padecen esta enfermedad. Estas terapias, que incluyen intervenciones como la acupuntura, la meditación, el yoga y la terapia artística, mostraron potencial para mejorar la ansiedad y depresión [16]. No obstante, la falta de estudios de alta calidad limita la comprensión de su eficacia y seguridad. Además, la variabilidad en los métodos de aplicación y la falta de estandarización en las prácticas terapéuticas dificultan la comparación de resultados y la formulación de recomendaciones claras.
Por lo tanto, es crucial que se realicen más investigaciones para llenar este vacío de conocimiento y proporcionar a las mujeres con CaMa opciones de tratamiento complementarias basadas en evidencia científica sólida. Sería interesante realizar una revisión de la literatura que contribuya a identificar lo que se ha estudiado o está poco clarificado, así como identificar las mejores TNF que puedan complementar el tratamiento de las emociones negativas de las mujeres con CaMa. Incluso, la información podría contribuir a la efectividad de las terapias convencionales como la quimioterapia y la radioterapia, o mejorar la recuperación después de una cirugía [17].
El conocimiento que se deriva de esta revisión podría fundamentar el cuidado de profesionales de salud, particularmente a los de enfermería de práctica avanzada que desarrollan ejercicio independiente en los consultorios o en los mismos hogares de las mujeres con CaMa. Así mismo, en instituciones de salud, donde podrían cambiar políticas de usuarias hospitalizadas para mejorar su tratamiento, dado que los profesionales de enfermería son los que principalmente interactúan de manera directa con estas mujeres y sus cuidadores o familiares en la comunidad. Los hallazgos de esta investigación podrían representar más y mejores herramientas para poder instruir la forma en que las mujeres con CaMa pueden afrontar sus padecimientos y no solo a la enfermedad, de una forma humana, científica y responsable.
Bajo el panorama planteado, el objetivo de este trabajo fue describir las terapias no farmacológicas para el apoyo de la depresión y ansiedad en mujeres con CaMa llevadas a cabo por profesionales de salud en los últimos cinco años.

Método

Se realizó una revisión sistemática bajo los lineamientos de la declaración PRISMA [18]. La pregunta de investigación se formuló utilizando el formato PICOT-D 19. ¿Cuáles son las mejores terapias no farmacológicas para el apoyo de la depresión y ansiedad en mujeres con cáncer de mama por parte de profesionales del área de salud publicadas en los últimos cinco años en bases de datos electrónicas? La búsqueda de información se llevó a cabo en las bases de datos PubMed, Cochrane, EBSCO Host, Scielo, Dialnet. Se utilizó una estrategia de búsqueda específica con las palabras clave DeCS/MeSH en cuatro idiomas, que en combinación con los operadores boleanos [20] quedaron de la siguiente manera: en español, “terapias no farmacológicas AND cáncer de mama”; en inglés, “breast cancer AND anxiety”, en portugués, Câncer de Mama Inflamatorio y Ansiedad, en chino mandarín 乳腺 癌 (cáncer de mama) y ansiedad es 焦. La última fecha de búsqueda fue el 9 de septiembre de 2024.
La búsqueda se limitó a los idiomas español, inglés, portugués y chino mandarín, publicados entre los años 2019 y 2024.
Solo se incluyeron artículos de revistas indizadas, para asegurar la calidad en los estudios incluidos y garantizar la rigurosidad del proceso de revisión por pares.

Criterios de inclusión

Se incluyeron artículos que cumplieran con las siguientes características: las participantes debían ser mujeres con CaMa, las intervenciones tenían que ser no farmacológicas, que incluyera un grupo que recibiera aromaterapia, yoga, risoterapia, musicoterapia o cualquier otro método no convencional o no farmacológico que describieran las intervenciones aplicadas y su duración. Se incluyeron aquellos estudios cuyo diseño fue experimental (cuasiexperimental, experimento puro, preexperimento y ensayo clínico aleatorizado, controlado o no aleatorizado), además se contemplaron las revisiones sistemáticas que conjuntaran los resultados de intervenciones para las variables de estudio.

Criterios de exclusión

Se excluyeron artículos duplicados, así como aquellos que no describían suficientemente las dosis de las intervenciones aplicadas, además de los que utilizaron terapias farmacológicas.

Procedimientos

La búsqueda se realizó mediante la aplicación de estrategias señaladas anteriormente de las bases de datos seleccionadas.
Una vez seleccionados los artículos, los resultados fueron combinados en el software Covidence [21] en donde se eliminaron los artículos que estaban repetidos. Los estudios identificados se revisaron en dos etapas: primero, se evaluaron los títulos y resúmenes para determinar su relevancia; segundo, se revisaron los textos completos de los estudios seleccionados para confirmar su elegibilidad.
Los artículos que cumplieran los criterios de inclusión se leyeron a texto completo, de acuerdo con los lineamientos del grupo CONSORT [22] para ensayo clínico controlado y PRISMA [18] para las revisiones sistemáticas, lo cual facilitó la evaluación de aspectos metodológicos y posibles sesgos. Para evaluar los procedimientos metodológicos de cada artículo, como las fuentes de invalidez de los mismos, se utilizaron los criterios recomendados por Hernández et al. [23], como historia, maduración, administración de pruebas, instrumentación, sesgos, etc.

Resultados

A partir de la búsqueda, se recuperaron 1.916 artículos, de los cuales se removieron 86 duplicados, lo cual disminuyó a un total de 1.830 artículos para ser tamizados por título y resumen. Se eliminaron 1.795 artículos que no cumplieron con los criterios de selección; fueron elegibles un total de 35 documentos que fueron leídos a texto completo, de los cuales
29 tenían diferentes diseños de estudio o no abordaban las variables de interés; quedaron seis artículos incluidos para el análisis final y síntesis de la información (Figura 1).

RIdEC v18 n1 rev2 f1

Figura 1. Diagrama de flujo de artículos de acuerdo con el PRISMA

Características generales de los estudios

El 33,33% de los artículos proviene de España y China, el 16,66% de Reino Unido y el 16,66% restante de Brasil. En cuanto a los diseños, se encontró que una de las investigaciones corresponde a un ensayo clínico controlado y cinco a revisiones sistemáticas. Las TNF incluyeron yoga, risoterapia, musicoterapia, Tai Chi, aromaterapia e intervenciones psicosociales. En síntesis, Cerezo [24] tuvo el objetivo de probar una dosis de risoterapia gradual y progresiva en 58 mujeres con cáncer de mama, realizó un ensayo clínico aleatorizado y controlado. Los principales hallazgos indicaron que el promedio aritmético del grupo experimental (GE) fue mayor al grupo control (GC): M= 6,07 ± 4,82 vs. M= 7,73 ± 4,95 respectivamente, p= ,001; los autores concluyeron que una dosis de risoterapia de ocho sesiones semanales con 60 minutos por sesión mejora la ansiedad en mujeres con cáncer de mama.
En el caso de las intervenciones psicosociales realizadas por enfermeras, se encontró una mejora significativa en la ansiedad a los seis meses (p< ,01), la inhalación de aceite esencial de lavanda mostró una disminución de esta misma variable (p< ,05). La musicoterapia demostró ser efectiva para reducir la ansiedad y la depresión en este tipo de pacientes (p< ,01), con efectos positivos. Finalmente, el Tai Chi mostró mejoras en las mismas variables (p= ,01). En la Tabla 2, se pueden observar las características principales como la dosis que se llevó a cabo en cada una de las TNF en los artículos que fueron seleccionados en la revisión.
En la Tabla 3 se especifican las dosis de las mejores intervenciones no farmacológicas.

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De acuerdo con los datos expuestos, se observa que en la mayoría de las revisiones sistemáticas se proporciona un resumen estructurado IMRD, se especifican las características de los estudios, se describen los métodos utilizados para evaluar el riesgo de sesgo en los estudios individuales. Además, se describen los métodos para el manejo de datos y la combinación de los resultados; no obstante, no se especifican las fuentes de financiamiento. Cabe señalar, que los estudios presentan coherencia metodológica entre el problema de investigación, el objetivo formulado, el método y las conclusiones. Quienes obtuvieron altos puntajes PRISMA [25] con 74,07% y Xi et al. [27] con 77,77%, mientras que Quiles [26] y Silva et al. [15] presentaron limitaciones en la heterogeneidad y riesgo de sesgo, con puntajes PRISMA de 33,33% y 51,85%, respectivamente. Otra investigación [24] realizó un estudio aleatorizado con una muestra limitada, con un puntaje CONSORT de
59,4%; de igual manera Xiong et al. [28] enfrentaron riesgos de sesgo debido a la aleatorización y el cegamiento no definitivos, con un puntaje PRISMA de 59,25%.
En la Tabla 4 se presenta un análisis de la calidad metodológica de cada artículo.

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Resultados de la evaluación de la validez interna

La gran mayoría de los investigadores implementaron múltiples estrategias metodológicas y de diseño; los estudios revisados presentan algunas limitaciones en términos de validez interna. De igual manera, Sánchez Quiles [26] presentó problemas de aleatorización y sesgo en la selección, lo que disminuyó su validez interna. Así mismo, Cerezo [24] careció de un grupo control adecuado, lo que limitó la capacidad de atribuir los efectos observados exclusivamente a la intervención. De igual manera, Zhihui et al. [27] y Xiao-Chao et al. [28] encontraron desafíos relacionados al tamaño reducido de la muestra y la falta de seguimiento a largo plazo, lo que perjudicó la generalización y obtención de los resultados. Finalmente, Melo et al. [15] expusieron una validez interna comprometida a la duración insuficiente de la intervención y la falta de seguimiento consistentes. En la Tabla 5, se muestra la amortización de las fuentes de la invalidación interna.

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Discusión

El objetivo de la revisión sistemática fue analizar e identificar las mejores TNF, que prueben efectos considerables para reducir la ansiedad y la depresión en mujeres con CaMa, para que puedan ser utilizadas por los profesionales de salud.
Aun cuando ningún investigador reportó haber empleado sus listas de cotejo de acuerdo con el PRISMA [18], CONSORT [22] u otras como el SIGN [29]. Los seis artículos seleccionados cumplieron con la estructura y el contenido para lograr el objetivo deseado.
A pesar de estas limitaciones, los estudios reportan que las TNF pueden ser efectivas para reducir la depresión y ansiedad en mujeres con cáncer de mama. Brown et al. [25] y Sánchez Quiles [26] reportaron mejoras significativas en los síntomas de ansiedad y depresión, aunque la falta de control riguroso en algunos estudios sugiere que se necesitan más investigaciones para confirmar estos hallazgos. Cerezo [24] destacó la importancia de incluir un grupo control para validar los efectos observados. La duración de las intervenciones y el seguimiento a largo plazo son aspectos cruciales para evaluar la efectividad de las terapias. Zhihui et al. [27] y Xiao-Chao et al. [28] muestran que intervenciones más prolongadas tienden a tener efectos más sostenidos, aunque la falta de seguimiento a largo plazo limita la comprensión de los beneficios duraderos.
Melo et al. [15] sugirieron que intervenciones más cortas pueden ser menos efectivas y destacan la necesidad de establecer estudios con duraciones más extensas y seguimientos adecuados.
Para mejorar la validez interna y la generalización de los resultados se recomienda que futuros estudios utilicen diseños experimentales más robustos, aleatorios y control de variables confusoras [30, 31]. Además, es crucial aumentar el tamaño de las muestras y realizar seguimientos a largo plazo para evaluar los efectos sostenidos de las intervenciones [32]. La inclusión de grupos control adecuados también es esencial para validar los efectos observados.
De esta manera se observa que las TNF ofrecen diversos beneficios tanto para las mujeres con CaMa como para el personal de salud y la sociedad en general. Entre los beneficios que destacan se encuentran la reducción de síntomas de la depresión y ansiedad, mejoran la calidad de vida, así como propician un estado emocional más positivo, aumentan la resiliencia, que ayuda a enfrentar el diagnóstico y tratamiento [33]. Del mismo modo, las TNF complementan el tratamiento médico al ofrecer una alternativa a este padecimiento, que permite un enfoque holístico y mejora de la relación paciente-enfermera.
Finalmente aportan a la salud pública una reducción de costos al disminuir los tratamientos farmacológicos.
En resumen, la revisión de la literatura sobre TNF contribuye en lo siguiente: en primer lugar, permite identificar las mejores terapias alternativas que pueden complementar el tratamiento de las emociones negativas en mujeres con CaMa (Ornelas et al. [34]), mejorar la efectividad de las terapias convencionales como la quimioterapia y la radioterapia, e incluso facilitar la recuperación posquirúrgica. Además, el conocimiento derivado de esta revisión puede fundamentar el cuidado que se proporciona por los profesionales de salud, especialmente aquellos de enfermería de práctica avanzada que trabajan de manera independiente en consultorios comunitarios, hogares y hospitales. Los hallazgos contribuyen en las políticas de residencia hospitalaria para mejorar el tratamiento de estas mujeres. Dado que los profesionales de enfermería interactúan directamente con las pacientes y sus cuidadores, los resultados de esta investigación podrían proporcionarles más y mejores herramientas para instruir a las mujeres con CaMa sobre cómo afrontar sus padecimientos de manera humana, científica y responsable [35].

Conclusión

Las TNF son intervenciones que no involucran el uso de medicamentos y se utilizan para reducir los niveles de ansiedad y depresión, para mejorar el bienestar emocional en mujeres con CaMa; estas terapias incluyen una variedad de enfoques que buscan proporcionar alivio y apoyo emocional a través de métodos naturales y de aproximación holística. Los estudios revisados ofrecieron evidencia sobre la efectividad de las TNF; sin embargo, persisten las limitaciones en términos de validez interna, tales como la falta de control riguroso de variables, muestreos no aleatorios y tamaños muestrales reducidos.
Sin embargo, es necesario que futuros estudios adopten diseños metodológicos, con mejor aleatorización, control de variables, así como el seguimiento a largo plazo, para confirmar estos hallazgos y optimizar las intervenciones. No obstante, estas TNF no solo mejoran la calidad de vida de las pacientes, sino que también tienen un impacto positivo en el sistema de salud y en la sociedad en general.

Conflicto de intereses

Ninguno.

Financiación

Ninguna.

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Adjunto:

Revisión-2.pdf

 

Artículo especial - Enfermería se escribe con H: con H de humanización

 

Cómo citar este artículo:
Cortés Borra A, Jaén Ferrer P, Martínez Riera JR. Enfermería se escribe con H: con H de humanización. RIdEC 2025; 18(1):56-61. doi: https://doi.org/10.63178/xfrl3386ridec

Fecha de recepción: 15 de octubre de 2024.
Fecha de aceptación: 26 de abril de 2025.

Autores

Albert Cortés Borra. Enfermero. EAP La Garriga. ICS Atención Primaria. Coordinador grupo de trabajo humanización AEC. Doctorando Ciencias de la Salud Universidad de Alicante, HUGES. España
Pedro Jaén Ferrer. Enfermero. Coach personal. HUGES. España
José Ramón Martínez Riera. Enfermero. Profesor Titular Universidad de Alicante. España

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Resumen

En un momento en que el concepto de humanización ha cobrado gran relevancia en el ámbito de la salud, es fundamental entender que no se trata de una tendencia pasajera, sino de un pilar esencial de los cuidados de enfermería. La humanización se ha convertido en un objetivo estratégico en la atención sanitaria, promoviendo un enfoque más empático y respetuoso hacia la dignidad de cada persona.
Desde que se inició el plan de humanización del INSALUD en 1984, han surgido numerosas iniciativas destinadas a transformar los centros de salud en espacios más cálidos y humanos. Universidades y asociaciones han desarrollado programas y talleres que capacitan a las enfermeras en habilidades que priorizan la conexión personal con los pacientes. Un ejemplo destacado es la creación del Grupo de Trabajo de Humanización de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), que busca fomentar el diálogo y desarrollar estrategias para que la atención comunitaria sea una experiencia más humana y centrada en la persona.
Es de vital importancia mantener valores fundamentales en la práctica enfermera: humildad, empatía y respeto por la identidad única de cada paciente. Los cuidados que se brindan deben ir más allá de lo técnico, construyendo relaciones significativas que reconozcan a las personas como lo que realmente son, seres humanos con emociones, preocupaciones y sueños.
Con un enfoque en la mejora continua, se propone que la humanización no sea solo un ideal, sino una práctica diaria.
Las enfermeras son verdaderos agentes de cambio, y a medida que estos valores se integren en su labor, se reflejará una atención más cálida y cercana, convirtiendo la enfermería en una disciplina que realmente se escribe con H de humanidad.
Al integrar la humanización en nuestra atención, estamos contribuyendo a un cuidado más cercano y personalizado, lo que permite que la enfermería se escriba con H de humanidad.
Palabras clave: humanización; Enfermería; cuidado humanizado.

Abstract

Nursing is written with an H: an H for Humanization

At a time when the concept of humanization has become very relevant in the healthcare setting, it is essential to understand that this is not a temporary trend, but a key cornerstone of nursing care. Humanization has become a strategic objective in healthcare, promoting a more empathetic approach that is also more respectful towards the dignity of each person.
Since the INSALUD humanization plan was initiated in 1984, several initiatives have been developed with the aim to transform health centres in warmer and more humane spaces. Universities and associations have developed programs and workshops to train nurses in skills prioritizing their personal connection with patients. A prominent example is the creation of the Humanization Work Group by the Association of Community Nursing (ACN), intended to encourage dialogue and develop strategies to turn community care into a more humane and person-centred experience.
It is highly important to sustain essential values in nursing practice: humbleness, empathy and respect for the unique identity of each patient. Care offered should go beyond technical matters, and build significant relationships that acknowledge persons as what they really are: human beings with emotions, concerns and dreams.
With an approach focused on continuous improvement, humanization is intended to be not only an ideal, but a daily practice. Nurses are real agents of change; and as these values get incorporated into their work, this will translate into a warmer and closer care, and nursing will become a discipline that is really written with an H for Humanity.
By integrating humanization into our care, we are contributing to a closer and more personalized type of care, allowing Nursing to be written with an H for Humanity.
Key words: humanization; Nursing; humanized care.

 


Introducción

Humanizar: tr. Hacer a alguien o algo más humano, familiar y afable.
Humanización: f. Adquisición de características más humanas y más amables.
Humanidad: sensibilidad, compasión, bondad hacia los semejantes.

Diccionario de la Real Academia Española. 22a edición

Cuando se habla de humanización en los tiempos actuales, se corre el riesgo de pensar que estamos sumidos en una moda, ya que desde hace unos años en el sector sanitario el término humanización es un término de uso común entre los gestores y profesionales, un término que tiene, y a veces con cierta dosis de razón, fervientes defensores y también grandes detractores. Esta moda de la humanización no debería haber llegado nunca, ya que la humanización debe formar parte de la atención enfermera y por extensión de las organizaciones de salud en las que trabajamos.
Al hablar de humanización en salud es preciso remontarse al plan de humanización del INSALUD de 1984 [1], el cual promovía que los centros sanitarios fueran más humanos y existiera un mayor respeto a la dignidad humana mediante una mejor formación del personal y una adecuada organización de los servicios para una atención de calidad a las personas, informándolas sobre su salud y el afrontamiento ante posibles problemas.
A nivel nacional se empezó a trabajar con estrategias humanizadoras del sistema sanitario, mucho antes del actual boom de la humanización. Siguiendo con la historia de la humanización y salud no se pueden olvidar los trabajos de José Carlos Bermejo [2], el verdadero precursor de la humanización en nuestros tiempos; sin olvidar la experiencia médico-paciente del Dr. Albert Jovell [3], que transmitió que lo importante es el paciente y no la enfermedad, buscando ese trato personal que debe ser el cuidado humanizado.
Se han puesto en marcha muchas estrategias destinadas a mejorar las condiciones de atención a las personas. La Universidad Europea de Madrid se ha sumado con el Máster en Humanización de la Salud dirigido por la Dra. Carmen Ferrer [4], donde se forma a profesionales que sienten y creen en la humanización, o la Cátedra de Humanización de la Asistencia Sanitaria de Universidad Internacional de Valencia [5] que tiene como objetivo principal la promoción de la docencia, la investigación y la divulgación en torno a la humanización de la salud, a la vez que busca establecer los puentes necesarios entre las instituciones académicas, sociales y empresariales para lograr un impacto positivo en la humanización sanitaria en todos sus ámbitos, [6]; en definitiva, acciones grupales, individuales, regladas o no pero todas con un mismo fin, un mejor sistema, más personal, menos frío y con menos barreras entre los profesionales y las personas a las que atiende, que se concrete en una mejor prestación de los cuidados profesionales enfermeros.
Y en atención comunitaria la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), que siempre ha defendido el rol humanizador de las enfermeras comunitarias, desde abril de 2023, ha puesto en marcha el Grupo de Trabajo de Humanización H-AEC [6] con los siguientes objetivos:

• Debatir e implementar iniciativas que humanicen la atención enfermera en el ámbito comunitario.
• Formar a las enfermeras en habilidades personales y de grupo donde la humanización sea el centro de esa formación.
• Crear un espacio de debate en la web de la AEC y las redes sociales con el fin de humanizar la enfermería comunitaria.
• Ser interlocutores con la junta directiva de la AEC para poner en marcha acciones de mejora de la propia asociación y otras sociedades científicas de Enfermería.

Apostar por la humanización es apostar por las personas. Hay múltiples publicaciones al respecto que exponen de manera muy clara acciones que se han llevado a cabo ante la posible despersonalización de la atención a la persona, familia y comunidad, siendo estos los puntos clave donde todos los que creen en una sanidad más humanizada coinciden [7, 8].
Para humanizar la atención enfermera se han de tener en cuenta los valores. Valores inquebrantables como profesionales que buscan lo mejor para las personas. Valores que han de estar presentes siempre en la atención personalizada que se presta en cualquier momento de su ciclo vital tanto en la salud como en la enfermedad. Haciéndolo además con empatía, que es saber estar y ponernos en el lugar del otro, cuando acuden a nosotros para confiar sus miedos, dudas, ansiedades...
y poder así encontrar respuestas que les permitan afrontar sus problemas y necesidades. Aquí es donde se ha de demostrar que somos profesionales con H-Alma como dice Joan Carles March [9].
Se ha de impregnar el día a día profesional con unos valores estratégicos con H, a partir del modelo HUGES [10], son valores con H, valores que no hablan únicamente de humanización, haciendo más grande el significado de la letra H.

• Humildad.
• Honestidad.
• Honradez.
• Habilidades.
• Hacer: predicar con el ejemplo.
• Humor.
• (H)empatía.
• (É)tica.
• Hablar y escuchar.
• (No) hermetismo: transparencia.

¿Somos capaces de llevar a la práctica todos estos valores?
¿Estamos dispuestos a cambiar?
¿Es tan difícil este cambio de paradigma?

Como principio se debe empezar por tres de ellos y paulatinamente ir incorporando el resto hasta completarlos, es cuestión de cambio de mentalidad y adaptar la forma de trabajar al trato a personas y familias con H.

Pero hay evidentes limitadores de la humanización, entre los que se destacan:

• Tecnificación.
• Falta de control de la demanda.
• Desigualdades.
• Burocracia.
• Desconocimiento.
• Financiación.
• Paternalismo.
• Ausencia de planificación y priorización.
•...

Y dónde se debe incidir para lograr la humanización:

• Información.
• Comunicación.
• Planificación.
• Adecuación de recursos.
• Visión de futuro.
• Participación de las personas en la toma de decisiones.
• Respeto.

Hay que procurar una atención individualizada, y por ello evitar trabajar mecánicamente, no hay que olvidad nunca que la persona merece un trato digno y respetuoso, dejando de lado posturas paternalistas que no conducen a su autonomía y limitan su autocuidado. Es importante destacar que ética, estética y humanización tienen que ir de la mano. Una atención con desigualdades o prejuicios no es una atención humanizada, por ello se ha de demostrar que la humanización debe ser parte de la atención a la persona, iniciándola en cualquier momento en que se lleve a cabo el contacto con las personas, sea en el centro de salud, en el trabajo, la escuela, la comunidad..., porque el primer contacto es fundamental, y queda en el subconsciente de las personas.
En muchas ocasiones se dice que hay que tratar a las personas como nos gustaría que nos tratasen a nosotros, y aquí viene a colación la frase con la que encabeza su perfil de Twitter el Dr. José Carlos Igeño “Para mí, todos los pacientes son mi madre” [11].
La humanización es conocer y respetar la dignidad de uno mismo para poder entender las necesidades y limitaciones de los demás. Conocer sus ideas y sus fines para poder proporcionarle los medios necesarios para conseguirlos, y por supuesto respetar la identidad de las personas refiriéndonos a ellas por su nombre y no por su patología como se suele hacer cuando se dice diabéticos, hipertensos, obesos... cosificando a las personas por su enfermedad. Humanización debe ser sinónimo de calidad, y junto con la ética y la estética son factores que van a permitir que la humanización sea real y efectiva.
Las enfermeras son referentes clave del sistema sanitario, una línea de actuación directa y personal, aquí es donde radica la grandeza de la enfermería, en la que la longitudinalidad es, sin lugar a dudas, humanización.
La humanización de la salud es una realidad, nos guste o no estamos sumidos en esta corriente, y para ello se busca la mejora continua de los cuidados. Las enfermeras no son ajenas a ello. Se han de sumar esfuerzos entre todos los actores participantes en el sistema: desde los directivos y gestores de alto nivel, pasando por los mandos intermedios y, por supuesto, los profesionales que son los verdaderos artífices de la humanización efectiva, así como las personas, las familias y la comunidad que deben participar activamente en todo el proceso de atención. Prueba de ello es el compromiso de las instituciones gubernamentales de intenciones de crear planes de humanización de la sanidad a nivel de comunidades autónomas [12-14], lo que es una primera piedra en la tan ansiada humanización, pero estos grandes planes no deben quedar solo en eso, en grandes proyectos sobre papel, sino deben implementarse con la participación de todos: gestores, profesionales y asociaciones de pacientes y sociedades científicas, para ofrecer unos cuidados que aúnen ciencia, humanización y técnica para promocionar y reforzar la salud; pero que lamentablemente han estado y siguen estando desvalorizados, cuando no invisibilizados, por parte de las instituciones y de la propia sociedad, lo que ha quedado en evidencia durante esta pandemia [15]. Porque la humanización debe ser, y por descontado lo es, una estrategia global, una estrategia vinculada con la calidad de la atención y la ética del cuidado, es por todo ello que se han de sumar esfuerzos, acciones institucionales que aboguen por cambios de actuación en grandes líneas de decisión, pero facilitando a las enfermeras que puedan trabajar de manera acorde a los planes y procedimientos establecidos, porque un profesional cuidado y motivado va a ser el primer eslabón de la verdadera cadena de humanización, basada en el profesionalentrismo [16]. Tampoco hay que olvidar que pequeños detalles dependen única y exclusivamente de los profesionales asistenciales: saludar, mirar a los ojos, utilizar la empatía hacia el paciente, mantener el respeto y cordialidad necesarios, etc. En definitiva, al tratar a las personas como lo que son PERSONAS en mayúscula, ya se habrá dado un paso, y bien grande, en mejorar nuestro sistema sanitario, ya de por sí excelente, pero que aún puede ser mejor si la profesión enfermera se escribe con H.

Conflicto de intereses

Ninguno.

Financiación

Ninguna.

Bibliografía

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[5] Universidad Internacional de Valencia. Cátedra de humanización de la asistencia sanitaria. VIU [internet] [citado 28 abr 2025]. Disponible en: https://portaldeinvestigacionviu.com/es/main/seeCatedraInfo/1
[6] Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC). H-AEC Grupo de trabajo de humanización. AEC [internet] [citado 28 abr 2025]. Disponible en: https://www.enfermeriacomunitaria.org/web/index.php/menu-principal-item-asociacion/grupos-de-trabajo/humanizacion-aec-h-aec/objetivos
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[9] March JC. Liderar con corazón. Escuela Andaluza de Salud Pública. 2014.
[10] Cortés A. Humanización de la gestión sanitaria. Slideshare [internet] [citado 28 abr 2025]. Disponible en: https://es.slideshare.net/scgs/humanizacin-y-gestin
[11] Igeño JC. Perfil de Twitter. X [internet] [citado 28 abr 2025]. Disponible en: https://twitter.com/Jcarlosigeno
[12] Andalucía Información. La Junta apuesta por “humanizar” la atención primaria sanitaria. Andalucía Información [internet] 2019 [citado 28 abr 2025]. Disponible en: https://andaluciainformacion.es/andalucia/811215/la-junta-apuesta-por-humanizar-la-atencion-primaria-sani-taria/
[13] Recomendaciones de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía núm. 32 Humanización https://www.sspa.juntadeandalucia.es/agencia-decalidadsanitaria/blog/recomendaciones/recomendacion-no-32-humanizacion/
[14] Dirección General de Humanización y Atención al Paciente. II Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria 2022-2025 [internet]. Madrid: Dirección General de Humanización y Atención al Paciente; 2022. [citado 28 abr 2025]. Disponible en: https://www.madrid.org/bvirtual/BVCM050581.pdf
[15] Elsevier. Los cuidados están desvalorizados e invisibilizados por las instituciones y la propia sociedad. Elsevier [internet]. [citado 28 abr 2025]. Disponible en: https://www.elsevier.com/es-es/connect/enfermeria/edu-jose-ramon-martinez-riera-de-la-pandemia-se-habla-de-una-ma-nera-muy-medicalizada
[16] Jaén P, Cortés A. Profesionalcentrismo: el nuevo paradigma de la gestión humanizada. RIdEC 2023; 16(1):71-2

 

Adjunto:

Artículo_Especial-1.pdf

 

 

Artículo especial - Conflictos armados: una grave amenaza para la salud colectiva

 

Cómo citar este artículo:
Gea Caballero V, Satué Velasco E (revs.). Conflictos armandos: una grave amenaza para la salud colectiva. Qwen 2.5 max, DeepSeek [10 may 2025]. RIdEC 2025; 18(1):62-5. Disponible en: https://chat.qwen.ai/ , https://www.deepseek.com/

Fecha de recepción: 20 de mayo de 2025.
Fecha de aceptación: 25 de mayo de 2025.

Autores

Documento generado con herramientas de inteligencia artificial en función de la monografía de la serie La salud pública en los conflictos bélicos, de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS).

Revisado por:

Vicente Gea Caballero. Editor RIdEC, Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC). Vocal de publicaciones, SESPAS.
Eduardo Satué Velasco. Presidente de SESPAS.

Dirección de contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Resumen

A lo largo de la historia de la Humanidad los conflictos armados tienen impactos sobre la salud pública más allá del daño directo por armas; este impacto ha crecido a medida que los conflictos son más amplios y las poblaciones más dependientes de los servicios básicos. El objetivo de este documento es compartir y difundir las monografías de conflictos bélicos entre potenciales lectores de la Revista Iberoamericana de Enfermería Comunitaria (RIdEC), en función de una revisión de síntesis generada con inteligencia artificial (IA), de cara a presentar la mesa Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) que se celebrará en el Congreso de la Asociación de Enfermería Comunitaria AEC de 2025.
Esta revisión, basada en los cuatro documentos monográficos publicados hasta la fecha de la serie La Salud Pública en los Conflictos Bélicos de la SESPAS (https://sespas.es/publicaciones/monografias/), analiza múltiples dimensiones desde la desigualdad: el agua potable como recurso estratégico y arma de guerra, la interrupción del cuidado a personas con enfermedades crónicas, las múltiples formas de vulneración que sufren grupos históricamente discriminados durante los conflictos, y el impacto global y ambiental de los conflictos bélicos bajo el marco conceptual de la salud planetaria.
Esta realidad exige una mirada integral desde la salud pública, el derecho internacional humanitario, las políticas de protección a poblaciones vulnerables y la sostenibilidad medioambiental. La paz debe ser reconocida no solo como un objetivo político, sino como un determinante esencial y activo de la salud planetaria.
Palabras clave: conflictos armados; salud pública; agua de consumo; enfermedad crónica; grupos vulnerables; derechos humanos; disparidades en salud; salud global; determinantes sociales de la salud.

Abstract

Armed Conflict: A Serious Threat to Collective Health

Objectives: Throughout human history, armed conflicts have had impacts on public health beyond direct harm from weapons; this impact has grown as conflicts have become more widespread and populations more dependent on basic services. The aim of this paper is to share and disseminate the monographs on armed conflict among potential readers of the Ibero-American Journal of Community Nursing (RIdEC), based on a synthesis review generated with artificial intelligence (AI), with a view to presenting the Spanish Society of Public Health and Health Administration (SESPAS) roundtable to be held at the 2025 ACS Community Nursing Association Congress.
This review, based on the four monographic documents published to date in the series La Salud Pública en los Conflictos Bélicos de la SESPAS (https://sespas.es/publicaciones/monografias/), analyses multiple dimensions of inequality: drinking water as a strategic resource and weapon of war, the interruption of care for people with chronic diseases, the multiple forms of vulnerability suffered by groups historically discriminated against during conflicts, and the global and environmental impact of armed conflicts under the conceptual framework of planetary health.
This reality requires a comprehensive approach based on public health, international humanitarian law, policies to protect vulnerable populations and environmental sustainability. Peace must be recognised not only as a political objective, but also as an essential and active determinant of planetary health.
Key words: armed conflict; public health; drinking water; chronic disease; vulnerable groups; human rights; health disparities; global health; social determinants of health.

 


Introducción

La salud de las poblaciones sufre daños profundos y persistentes en escenarios de guerra. Más allá de las víctimas directas por armas, los conflictos generan efectos negativos prolongados en los sistemas sanitarios, en la accesibilidad a servicios básicos como el agua o la atención sanitaria, así como en la salud mental y física de las poblaciones más vulnerables y que pueden representar un impacto sobre un número muchísimo mayor de personas que el de fallecidos por combate. No se pueden considerar efectos colaterales, pues estas consecuencias son centrales y masivas en los conflictos contemporáneos y pueden extenderse mucho más allá en el tiempo una vez terminado el conflicto.
Los documentos de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS) (2023-2025) constituyen una valiosa serie analítica sobre los efectos de la guerra en la salud colectiva. En este artículo especial se sintetizan y articulan cuatro monografías clave centradas en:

• La instrumentalización del agua como arma de guerra.
• El deterioro de la atención a personas con enfermedades crónicas.
• Las múltiples formas de violencia estructural sufridas por grupos vulnerados.
• El impacto sistémico de los conflictos sobre la salud planetaria y a larga distancia del frente de guerra.

Esta revisión busca, en primer lugar, ayudar a la difusión y ampliar el conocimiento de la monografía de SESPAS, recomendando al lector/a que acceda a los documentos originales que están disponibles en la página web de SESPAS (https:// sespas.es/publicaciones/monografias/), así como destacar patrones comunes, impactos diferenciados y ejes de intervención desde una perspectiva de salud global, justicia social y sostenibilidad ambiental. Se propone que la paz debe considerarse no solo un objetivo político, sino un determinante esencial de la salud, y que el enfoque de la salud planetaria ofrece un marco adecuado para entender y responder a los efectos indirectos y sistémicos de los conflictos armados.

Monografías

1. El agua potable en un conflicto bélico: recurso estratégico y arma de guerra

El acceso al agua potable es uno de los derechos humanos más esenciales y vulnerables durante los conflictos armados. El documento de Herrera Artiles et al. [1] expone cómo el agua se convierte en herramienta de coerción o castigo colectivo, siendo empleada como arma de guerra mediante sabotajes a infraestructuras, bloqueos de suministro o contaminación deliberada.
El caso de Gaza, en noviembre de 2023, ilustra esta táctica con crudeza. Con más del 95% de su población sin acceso a agua potable, cortes eléctricos sistemáticos y colapso de la infraestructura sanitaria, la salud colectiva se ha visto y se ve gravemente comprometida. El informe denuncia el uso o la intervención sobre el agua como arma de destrucción masiva silenciosa, especialmente letal para menores, ancianos y personas con enfermedades.
La escasez o contaminación del agua está directamente relacionada con enfermedades transmisibles como el cólera, la disentería o la hepatitis A. En entornos de guerra, la falta de agua no solo genera enfermedades infecciosas, sino que dificulta gravemente el funcionamiento básico de hospitales y clínicas. Esta situación constituye una violación grave del derecho internacional humanitario, que protege expresamente las infraestructuras civiles esenciales [1].
Este análisis pone de relieve que el agua no solo es un recurso sanitario, sino también un factor geopolítico y ético central. Su negación sistemática en los conflictos no puede seguir siendo invisibilizada ni ignorada por la comunidad internacional, ni excluida de los planes de respuesta humanitaria.

2. Impacto de los conflictos armados en la atención a personas con enfermedades crónicas: la muerte silenciosa

Coronado Vázquez y Portillo [2] abordan una dimensión menos visible pero igualmente letal de los conflictos: el impacto sobre las personas con enfermedades crónicas. Patologías como diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares o trastornos mentales requieren continuidad asistencial mantenida, tratamientos mantenidos y recursos diagnósticos que colapsan en contextos bélicos.
64 En territorios como Palestina, Siria o Etiopía, estudios citados en la monografía documentan tasas alarmantes de interrupción de tratamientos, cierre de centros de Atención Primaria y muertes prematuras evitables. Las cifras son contundentes: en Etiopía, más del 64% de pacientes con patologías crónicas interrumpió sus tratamientos durante el conflicto, con consecuencias directas en complicaciones graves y mortalidad [2].
Además, los desplazamientos masivos y el colapso de sistemas de información sanitaria, frecuentemente frágiles en países en guerra, dificultan la vigilancia epidemiológica y la planificación de respuestas. Los recursos económicos y humanos se desvían a emergencias traumáticas, dejando en segundo plano necesidades “silenciosas” pero estructurales, como la cronicidad. Esto perpetúa desigualdades y aumenta el sufrimiento de comunidades ya empobrecidas.
Este volumen subraya que las enfermedades crónicas deben dejar de ser invisibles en las agendas humanitarias, que no lo son, si bien dada la crudeza de los problemas traumatológicos puede pasar a quedar en un segundo plano. No son solo un problema clínico, sino un reto organizativo, logístico y ético en toda acción sanitaria en contextos de emergencia prolongada.

3. Grupos vulnerados en contextos bélicos: desigualdad agravada por la guerra

El documento coordinado por Llorens García y Donat Hernández [3] ofrece un análisis profundo sobre los grupos que sufren una vulneración agravada de sus derechos en los conflictos armados. Mujeres, niños y niñas, personas mayores, personas con discapacidad y minorías étnicas o sexuales son víctimas de múltiples formas de violencia, exclusión y desprotección.
La violencia sexual, los embarazos forzados, la trata de personas, el reclutamiento infantil y el abandono institucional son prácticas denunciadas por organismos internacionales. A esto se suman barreras estructurales forzadas que impiden el acceso a ayuda humanitaria, salud, educación y protección legal. El documento evidencia que estas formas de vulneración son sistemáticas y no accidentales, recurrentes e injustas.
Particularmente alarmante es la situación de las personas con discapacidad o edad avanzada, que enfrentan mayores dificultades para huir de zonas en conflicto, acceder a servicios o proteger su integridad. Lo mismo ocurre con el colectivo LGBTIQ+, cuya invisibilización y doble estigma (por identidad y condición de refugiado) agravan su exclusión y exposición al abuso.
Este análisis exige incorporar la perspectiva interseccional en toda política de salud pública en contextos de guerra, así como el cumplimiento del derecho internacional humanitario que obliga a la protección reforzada de estas poblaciones.

4. Conflictos bélicos y salud planetaria: hacia un marco integral

El cuarto número de la serie monográfica, elaborado por Joan Guix i Oliver [4], amplía significativamente el enfoque, proponiendo una mirada ecológica, económica y global de los efectos de los conflictos bélicos sobre la salud humana y ambiental.
El documento revisa conceptos más clásicos, como salud internacional, más contemporáneos, como la estrategia One Health o salud global, concluyendo que el enfoque de salud planetaria es el más adecuado para capturar la complejidad de los impactos indirectos de los conflictos sobre la población y el entorno.
En el manuscrito se detallan casos históricos y recientes bien conocidos:

• Vietnam: uso de herbicidas tóxicos como el agente naranja, con efectos multigeneracionales.
• Ucrania: contaminación de áreas naturales protegidas, liberación de materiales bélicos peligrosos y alteración de cadenas alimentarias globales.
• África Subsahariana: hambrunas derivadas del bloqueo ucranio-ruso, que aumenta gravemente los costos de nutrientes básicos, lejos del frente de batalla, pero profundamente afectadas por la geopolítica bélica.

El autor introduce el concepto del efecto mariposa: cómo un conflicto local tiene repercusiones a miles de kilómetros de distancia, afectando a países neutrales, economías frágiles y ecosistemas distantes.
Guix plantea que la paz debe considerarse no solo un objetivo político, sino un determinante esencial de la salud planetaria. Para responder a estos desafíos, urge repensar la salud pública como ciencia social, ambiental y en especial global, capaz de anticipar, mitigar y recuperar sistemas sociales y naturales tras el conflicto.

Conclusiones

Los conflictos armados no solo destruyen vidas y edificios, sino también los sistemas de comunicación, comercio, justicia, educación y salud que permiten desarrollar los servicios básicos y de la salud pública. Esta revisión de cuatro monografías de SESPAS revela una cuádruple herida: la instrumentalización del agua, el olvido de las enfermedades crónicas, la sistemática vulneración de los colectivos más frágiles y vulnerables, y el impacto global y multidimensional de los conflictos contemporáneos.
Los efectos de la guerra sobre la salud son múltiples, duraderos y desiguales. Superar la mirada reduccionista del conflicto como “emergencia” exige comprender que la salud pública necesita paz, planificación, recursos sostenidos y justicia social.
Urge que las instituciones internacionales reconozcan la paz como un determinante estructural de la salud y que el derecho a la vida y a la salud no pueda ser suspendido por razones geopolíticas o intereses militares.
La salud pública debe posicionarse como voz activa frente a la violencia y como garante de los derechos humanos incluso (y especialmente) en tiempos de guerra. Solo desde un enfoque integrador, interdisciplinario y ambientalmente responsable será posible imaginar sistemas sanitarios resilientes, comunidades protegidas y un futuro donde la paz sea prioridad sanitaria.

Conflicto de intereses

Ninguno.

Financiación

Ninguna.

Bibliografía

[1] Herrera Artiles M, León Gómez B, Satué de Velasco E. El agua potable en un conflicto bélico. Un derecho denegado. Serie “La Salud Pública en los Conflictos Bélicos”. SESPAS 2023; Vol I.
[2] Coronado Vázquez V, Portillo I. Impacto de los conflictos armados en la prevención y atención a personas con enfermedades crónicas. La muerte silenciosa. Serie “La Salud Pública en los Conflictos Bélicos”. SESPAS 2024; Vol II.
[3] Llorens García A, Donat Hernández C. Grupos vulnerados en conflictos armados. Serie “La Salud Pública en los Conflictos Bélicos”. SESPAS 2024; Vol III.
[4] Guix i Oliver J. Conflictos bélicos y salud planetaria. Serie “La Salud Pública en los Conflictos Bélicos”. SESPAS 2025; Vol IV.

 

Adjunto:

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