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RIdEC 2024 Vol. 17, nº2 Publicado

Publicado en Open Access el nuevo número de la Revista Iberoamericana de Enfermería Comunitaria (RIdEC) de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC).

 

Editorial

 

DE REVISIONES CIENTÍFICAS Y PROCESOS EDITORIALES...

 
El proceso de revisión de manuscritos y documentos científicos es un proceso arduo y complejo. Precisa de tiempo, tranquilidad y concentración, y habitualmente es llevado a cabo por profesionales con una trayectoria más o menos dilatada y vinculada no solo al ámbito concreto profesional, sino también a la investigación, a la escritura científica y a las publicaciones nacionales e internacionales. Por ello, y aunque no es exclusivo, suele tratarse de profesionales con múltiples responsabilidades que deben encontrar ese tiempo extra para, habitualmente de forma absolutamente desinteresada y voluntariosa, poder revisar y sugerir mejoras que permitan lograr un producto final de mayor calidad y valioso para el universo de lectores de la revista.
 
Habitualmente, las revistas científicas definen (definimos) procesos para ello. Previamente hay un trabajo editorial de selección de envíos que pasan a revisión, son rechazados directamente o deben modificarse previamente a la evaluación por procedimiento de pares ciegos (dos revisiones en RIdEC), garantizando además la ausencia de plagio y el cumplimiento de garantías éticas. La principal motivación para el rechazo suele ser que no se ajuste a las líneas editoriales que son públicas y que en las normas de publicación pueden consultarse. No obstante, también puede suceder que un artículo sea considerado de baja calidad para los potenciales lectores, lo que jamás significa que no tenga calidad suficiente para ser aceptado en otras revistas; como podemos imaginar, en la revista RIdEC se admiten entre seis y nueve artículos habitualmente por número, lo que limita el número de aceptaciones y obliga a rechazar o demorar otras. Una vez seleccionado, se remite al revisor/a, intentando sistematizar la evaluación para convertir un proceso con cierta carga de subjetividad, en una medición lo más objetiva posible. Las plantillas de evaluación son guías consensuadas que permiten al revisor/a una revisión dirigida y argumentada, obviamente con espacio libre para mostrar su percepción más personal y hacer las recomendaciones pertinentes. No siempre esto es así, pues en ocasiones la sugerencia es el rechazo y la consecuente no aceptación. La decisión final corresponderá al editor/a, leídas ambas revisiones.
 
En este proceso, los tiempos de publicación son muy importantes. Una responsabilidad inherente al proceso editorial es no enlentecer las etapas, porque si el artículo es finalmente rechazado debe iniciar de nuevo el proceso en otra revista, ya que el objetivo final no ha de ser que un manuscrito se publique en esta revista en concreto, sino que se publique en la revista que mejor se ajusta a la naturaleza y la calidad de este y sea compartido con la comunidad profesional. Por ello, los plazos de aceptación desde el envío son una de las métricas a las que más atención prestamos los editores. Cuanto más rápidos sean, mejor para la revista y para el equipo autor. Porque si es aceptado, puede incluirse en el número en curso; y si es rechazado, puede iniciar rápidamente un nuevo proceso en otro medio de difusión.
 
Sin embargo, retornamos al principio de este editorial: el proceso depende de personas, desde los editores/as hasta los revisores/as e incluso el proceso final de maquetación, que en su mayoría suelen no tener una dedicación profesional y exclusiva a esto. Sin embargo, en cierta medida también depende de los autores y autoras: la celeridad o lentitud con la que respondan a las sugerencias de cambios y modificaciones modulará que una aceptación o rechazo se demore, si la devolución del manuscrito se retrasa. En el caso de los revisores/as, es muy frecuente que revisen artículos de diversas revistas científicas; no suelen estar cerrados a una única revista por motivos curriculares, y son las propias editoriales quienes crean bases de revisores para no sufrir sobrecargas y, en consecuencia, retrasos. Esto suele ser especialmente importante en revistas científicas con pago por publicación; no es aceptable que los autores abonen una altísima cantidad en tasas, y que además la publicación se eternice, sin garantía de que vaya a ser publicado el trabajo (¿imaginamos una situación en la que en una revista cuya publicación pueda conllevar gastos de 3.500€, el proceso de revisión demore un año y medio y finalmente el artículo sea rechazado? Pues no la imaginemos, puede suceder y sucede).
 
En consecuencia, nos encontramos en una situación en la que los procesos potencialmente se resienten y se generan retardos no deseados, perjudicando en realidad a todos los implicados.
 
La revista RIdEC ha sufrido recientemente esta realidad no deseada, y este es el motivo de este editorial, pedir disculpas a nuestra comunidad implicada y perjudicada. Sabemos que en el año 2024 los tiempos se han deteriorado sensiblemente y tenemos identificados los motivos. A pesar de tener un equipo creciente de editores/as y revisores/as, a pesar de tener relativamente maduros los procesos, y a pesar de la disposición y la buena voluntad de todos los equipos, activos e implicados, creemos que la sobrecarga profesional, la no dedicación en exclusiva a esta actividad, las revisiones múltiples que asumen, y en especial la publicación en la propia RIdEC en estos últimos años de números especiales/suplementarios a los números ordinarios han provocado que los tiempos no sean los deseados.
 
Por ello, desde el equipo editorial de RIdEC pedimos disculpas, en especial a los/las investigadores que nos remiten sus artículos, compartiendo que estamos resolviendo esta situación. Y al mismo tiempo, agradecemos públicamente la dedicación y labor científico-técnica que desempeñan los/las revisores, sin la cuál sería imposible publicar en tiempo y forma artículos de calidad y valiosos para la mejora de la práctica enfermera.
 
Dr. Vicente Gea Caballero
Director de Revista Iberoamericana de Enfermería Comunitaria RIdEC
Asociación de Enfermería Comunitaria AEC
 

Espacio AEC

 

Pasado, presente y futuro: 30 años de ciencia, cuidado y compromiso

 

 
El pasado 25 de octubre, clausuramos las XII Jornadas Nacionales de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC) y el XI Encuentro Nacional de Tutores y Residentes de Enfermería Familiar y Comunitaria, en un entorno privilegiado y lleno de historia, Ponferrada, en el que compartimos conocimiento, ganas y pasión por la enfermería comunitaria y por las enfermeras comunitarias.
 
En el marco de dichas Jornadas, anunciamos la celebración, el próximo 26 de noviembre, del Día Internacional de la Enfermería Comunitaria (DIEC) y del 30 aniversario de la AEC.
 
La celebración del DIEC es un hito, una conquista, una realidad, pero también un compromiso individual y colectivo de mejora. Este día permite reflexionar sobre la importancia de nuestro trabajo y, nos recuerda, que somos agentes de cambio y que cada intervención, por pequeña que parezca, tiene un impacto transformador. Es nuestro día, pero, sobre todo, es un recordatorio de que cada día podemos marcar la diferencia.
 
Este año, bajo el lema “Empoderando comunidades, fortaleciendo la salud, unidos en el cuidado”, queremos evidenciar y visibilizar nuestro compromiso con la promoción de la salud, la salud pública, la equidad en salud y los entornos más vulnerables para garantizar que nadie quede atrás.
 
Es importante celebrar nuestros logros, pero es necesario mirar hacia adelante y reconocer los retos que enfrentamos. En un escenario en continuo cambio, hoy más que nunca, las enfermeras comunitarias somos esenciales para abordar los desafíos globales de salud.
 
Hace 30 años, un grupo visionario de enfermeras y enfermeros decidió fundar nuestra sociedad científica, la AEC, no solo para fortalecer nuestra profesión, sino también para transformar la manera en que se entendía la enfermería comunitaria.
 
Desde la constitución de AEC, el día 26 de noviembre del año 1994, hemos caminado compartiendo compromisos sociales, ética, apoyos y trabajo con las grandes enfermeras que forman parte de esta gran familia comunitaria, siendo parte activa de todo el proceso de cambio y reivindicando la importancia del cuidado como eje en la atención a la persona, a la familia y a la comunidad.
 
La conmemoración de nuestro aniversario es mucho más que una celebración numérica, es la celebración de los aprendizajes y valores que han guiado nuestro camino desde aquel primer día, convirtiendo a la AEC en un referente tanto a nivel nacional como internacional.
 
Sin embargo, mientras celebramos estos 30 años, también debemos mirar hacia el futuro. Nos encontramos en un momento crucial para las enfermeras comunitarias. Los retos actuales como el envejecimiento poblacional, las emergencias sanitarias, las pandemias, las inequidades en salud, los desastres naturales consecuentes a la crisis climática y la digitalización de la atención sanitaria, entre otros, son retos que requieren nuestra acción y liderazgo exigiéndonos más innovación, más unión y más determinación.
 
Este aniversario no es solo un hito, sino un recordatorio de que debemos ser agentes de cambio, así como de nuestra responsabilidad y del potencial transformador que tenemos como colectivo.
 
Que este aniversario nos inspire a seguir avanzando, a trabajar más unidos y a continuar marcando la diferencia en la vida de las personas, las familias y las comunidades que confían en nosotras.
 
¡¡Feliz Día Internacional de la Enfermería Comunitaria (DIEC)!! 
 
¡¡Feliz 30 aniversario AEC!! 
 
Dra. Maribel Mármol López
Presidenta
Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC)
 
 

Originales - 1 - Percepción del equipo de profesionales de los centros de salud sobre los procesos leves autolimitados atendidos por enfermería

 
Cómo citar este artículo:
Vallina Larreategi M, Arribas Moro B, Yusto Albuerne J, Mendibil Crespo LI, Cuellar Marcos L, de Blas Errasti L. Percepción del equipo de profesionales de los centros de salud sobre los procesos leves autolimitados atendidos por enfermería. RIdEC 2024; 17(2):8-15.
 
Fecha de recepción: 16 de abril de 2024.
Fecha de aceptación: 27 de octubre de 2024.
 

Autores

 
1 Maider Vallina Larreategi
2 Beatriz Arribas Mozo
3 Julia Yusto Albuerne
4 Luis Ignacio Mendibil Crespo
5 Lucía Cuellar Marcos
6 Leire de Blas Errasti
 
  1. Enfermera especialista en Familiar y Comunitaria. OSI Debabarrena (Gipuzkoa, España). Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Bizkaia. España.
  2. Enfermera especialista en Familiar y Comunitaria. OSI Barakaldo-Sestao (Bizkaia, España). Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Bizkaia. España.
  3. Enfermera especialista en Familiar y Comunitaria. OSI Enkarterri-Cruces (Bizkaia, España). Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Bizkaia. España.
  4. Médico-Técnico de salud de la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Bizkaia. Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Bizkaia. España.
  5. Enfermera especialista en Familiar y Comunitaria. OSI Barrualde-Galdakao (Bizkaia, España). Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Bizkaia. España.
  6. Enfermera especialista en Familiar y Comunitaria. OSI Bilbao-Basurto (Bizkaia, España). Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Bizkaia (España). Instituto de Investigación Sanitaria Biobizkaia (Bizkaia, España).
 
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Resumen

Objetivo: conocer la percepción que tenían sobre la gestión de los procesos leves autolimitados (PLA) el equipo de profesionales implicados en ello.
Método: estudio multicéntrico descriptivo transversal en el que participaron 332 profesionales de 11 Unidades de Atención Primaria (UAP) de Bizkaia. Los datos fueron recogidos a través de cuestionarios autoadministrados a tres categorías profesionales: equipo de enfermería, medicina y Área de Atención al Cliente (AAC).
Las principales variables de estudio fueron conocimiento del modelo corporativo de Gestión Corporativa de la Demanda (GCD) de Osakidetza, formación y capacitación del equipo de enfermería, conocimiento de las guías de atención de los PLA, satisfacción y propuestas de mejora de la GCD.
Resultados: participantes: 332 profesionales en 2023. El 91% (IC 95% 88-94) de participantes afirmó conocer el flujograma de la GCD. El 98% (IC 95%: 93-99) del equipo de enfermería utilizaba los formularios de los PLA. El 89% afirmó haber recibido nula o poca formación sobre exploración física. El 36% expresó indiferente satisfacción ante la GCD habiendo diferencias entre profesionales (p< 0,01), siendo la enfermería la menos satisfecha. El 51% del total de participantes mejoraría aspectos de la gestión de los PLA, siendo los más repetidos la clarificación del flujograma, la formación al equipo de enfermería y el empoderamiento hacia la población.
Conclusiones: existen diferencias entre las diversas categorías profesionales en cuanto a la satisfacción acerca del modelo de GCD, siendo moderada para la mayoría de participantes.
Este estudio refleja la necesidad de realizar cambios en la guía corporativa y la importancia de contar con profesionales implicados en ello.
Palabras clave: Atención Primaria; gestión compartida de la demanda; procesos leves autolimitados; Enfermería Familiar y Comunitaria; enfermedades agudas.
 

Abstract 

Perception of the team of health centre professionals on mild self-limited processes attended to by nurses 
 
Objective: ito find out the perception of the team of professionals involved in the management of mild self-limited processes (SLP).
Method: a descriptive cross-sectional multicentre study in which 332 professionals from 11 Primary Care Units (PCU) in Bizkaia participated. The data were collected through self-administered questionnaires administered to three professional categories: nursing team, medicine and Customer Care Area (CCA).
The main study variables were knowledge of the Osakidetza Corporate Demand Management (CDM) corporate model, training and qualification of the nursing team, knowledge of the SLP care guidelines, satisfaction and proposals for improvement of the CDM.
Results: total participants: 332 professionals in 2023. 91% (95% CI 88-94) of participants claimed to be familiar with the CDM flowchart. 98% (95% CI 93-99) of the nursing staff used the SLP forms. 89% said they had received little or no training in physical examination. 36% expressed indifferent satisfaction with the CDM with differences between professionals (p< 0.01), with nurses being the least satisfied. 51% of the total number of participants would improve aspects of the management of SLP, the most repeated being clarification of the flowchart, training for the nursing team and empowerment of the population.
Conclusions: there are differences between the various professional categories in terms of satisfaction with the CDM model, which is moderate for most participants.
This study reflects the need to make changes in the corporate guide and the importance of having professionals involved in it.
Key words: Primary Care; shared demand management; mild self-limited processes; Family and Community Nursing; acute diseases.
 

Introducción 

En los últimos años en Atención Primaria (AP) se han puesto en marcha los protocolos de la Gestión Compartida de la Demanda (GCD) para ciertos problemas de salud atendidos por profesionales de medicina y/o enfermería (1). La GCD promueve que, ante un problema de salud, responda el profesional del equipo que lo pueda resolver de una forma adecuada, eficiente, segura y de calidad, centrándose en los intereses de la persona atendida (1). Entre los diferentes modelos de la GCD está la resolución de las demandas espontáneas de procesos agudos por el equipo de enfermería. Dentro de sus objetivos está mejorar la gestión de la demanda en los Equipos de Atención Primaria (EAP) bajo el ámbito competencial de enfermería, resolviendo problemas de salud cuando no sea necesario derivar a otro profesional, garantizando la continuidad asistencial (1-4). La atención de la GCD por el equipo de enfermería ya era una práctica habitual en Reino Unido y países norteamericanos, pero en España no fue hasta el año 2005 cuando se empezaron a desarrollar guías y protocolos para implantar la GCD en Cataluña (3,5).
Se considera proceso leve autolimitado (PLA) al conjunto de signos y síntomas que refiere el/la paciente y que tienden a resolverse espontáneamente, cuya atención debe enfocarse fundamentalmente en la educación sanitaria, el autocuidado y la desmedicalización (6). Según varios estudios, el abordaje de la patología aguda por el equipo de enfermería producía gran satisfacción en las personas usuarias, pues las visitas eran más largas, se proporcionaba más información y se realizaba más educación sanitaria (7-10). Por otra parte, los estudios realizados por Fabrellas et al. (11), entre 2009-2011, demostraron que la tasa media de resolución autónoma por parte del equipo de enfermería fue del 62,5%. Estudios más actuales apuntan los mismos resultados, como el realizado entre 2019 y 2020 en la Organización Sanitaria Integrada (OSI) Bilbao-Basurto (Osakidetza - Servicio Vasco de Salud), el cual mostró que la enfermera de AP resolvió de forma autónoma el 47% de los PLA atendidos y, únicamente, un 6,7% reconsultó por dicho proceso en las siguientes 72 horas (8-10,12).
En Osakidetza, en febrero de 2019, se publicó la nueva estrategia para la AP en Euskadi, en la cual se recogía la implantación del modelo corporativo de la GCD (6). Esta pretende consolidar la figura de enfermería de AP otorgándole más competencias asistenciales y convirtiéndola en una referente capaz de resolver de manera independiente determinados problemas de salud. A raíz de este documento, se empezó a trabajar los PLA en la consulta de enfermería (6). Desde ese año, se han ido implementando diferentes PLA a la atención enfermera de la consulta de adultos en Osakidetza. Se inició con dolor de garganta, fiebre, resfriado común, diarrea y náuseas y/o vómitos, sumándose síntomas urinarios en la mujer y tapón de cerumen en el conducto auditivo externo (13). Los criterios de exclusión per se no están definidos, se concretan los criterios de derivación que difieren dependiendo del proceso. Es preciso añadir que el personal del Área de Atención al Cliente (AAC), como indican Ferran y Alapont (4), previamente debe informar y dirigir al paciente a la consulta donde se le pueda resolver su demanda de la manera más eficiente posible. Actualmente, son varias las comunidades autónomas en las que está instaurada la GCD (14-18).
Por todo ello, se planteó este trabajo con el objetivo principal de conocer la percepción que tienen sobre la gestión de los PLA el equipo de profesionales implicados en ello.
 

Método 

Diseño del estudio 

Estudio multicéntrico descriptivo transversal.
 

Población de estudio 

Todas las personas implicadas en la GCD que trabajaban en las 11 Unidades de Atención Primaria (UAP) de Bizkaia que, en ese momento, tenían residentes de Enfermería Familiar y Comunitaria (EFyC) de segundo año.
Se consideró a estos profesionales por la similitud con los del resto de la provincia.
• Criterios de inclusión: personal de Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC), enfermería y AAC que estuvieran en activo en el momento de la recogida de datos.
• Criterios de exclusión: quienes llevaban trabajado menos de tres meses en AP, personal de pediatría, personal de los Puntos de Atención Continuada (PAC) y las autoras de este estudio. Se descartó a quienes no estaban el día de la recogida de datos y no se pudo contactar con ellos en los días posteriores.
• Tamaño muestral: de los 428 profesionales de estas UAPs, 8 no cumplían criterios y no se pudo ofertar a 59 personas.
Finalmente fueron 361 profesionales: 82 AAC, 124 MFyC, 131 personal de enfermería, 9 residentes de EFyC y 15 residentes de MFyC (Figura 1).
 
 

Variables 

• Demográficas y administrativas: edad por intervalos; categoría profesional; Organización Sanitaria Integrada (OSI) en la que trabajaba; número de PLA atendidos en la última jornada.
• Conocimiento de los PLA: su flujograma; cuántos identificaban y cuáles eran; el rango de edad de aplicación.
• Satisfacción con los PLA: respecto a los protocolos y su gestión; cómo creían que los veía la población; opinión de medicina sobre la resolución de enfermería.
• Específicas para enfermería: conocimiento del funcionamiento de los protocolos; formación recibida; capacidad de resolución; utilidad de las guías de atención, incluyendo uso y ayuda de los formularios; preferencia del modelo de atención presencial o telefónica.
• Necesidad de mejorar la gestión de los PLA.
• Expresar mediante una pregunta cualitativa abierta propuestas de mejora.
Para preservar el anonimato de los participantes se recogió la edad en escala de intervalos y no se recogió la variable género.
Se utilizó la siguiente nomenclatura en las variables de escala likert: 1: muy poco, 2: poco; 3: indiferente o moderado; 4 bastante; 5 mucho.
El cuestionario fue diseñado ad hoc para este estudio tras una prueba piloto con personal sanitario que no pertenecía a la población de estudio.
 

Recogida y procesamiento de datos 

Se realizó entre febrero y abril del 2023. En cada UAP se efectuó una reunión explicando el estudio. Se entregaron los cuestionarios autoadministrados y los cumplimentaron. A quienes no pudieron acudir se les facilitó el cuestionario a través del resto del equipo y se recogieron posteriormente.
Para la comparación entre categorías profesionales con otras variables no se tuvieron en cuenta residentes de MFyC ni de EFyC dado su reducido número y características diferentes.
Los cuestionarios rellenados se depositaban en una urna para preservar el anonimato y se informatizaron en una base de datos accesible únicamente a las investigadoras.
 

Análisis de datos 

El análisis estadístico se realizó con el programa IBM-SPSS v27.0. Se estimaron medias y proporciones. Para comparar dos variables cualitativas se utilizó la prueba Chi-cuadrado. En el caso de ser una variable cualitativa con una cuantitativa se utilizó la prueba T de Student para variables dicotómicas, ANOVA para variables dicotómicas y politómicas cuando cumplían criterios. En caso contrario, se realizaron las pruebas no paramétricas de Kruskal-Wallis y U de Mann-Whitney.
Las diferencias con un valor de p< 0,05 se consideraron estadísticamente significativas. El análisis cualitativo consistió en la exploración del contenido de la pregunta abierta.
Se seleccionaron las cuestiones que más se repitieron y se agruparon en temas principales.
 

Aspectos éticos 

El presente estudio fue aprobado por el Comité de Ética de Investigación con medicamentos de Euskadi (CEIm-E). Código Interno: PI2023008.
 

Resultados 

De los 361 profesionales participaron 332, siendo la no respuesta de un 8%.
La mediana de edad estaba incluida en el intervalo de 45 a 54 años. Por OSIs, el 33% pertenecía a Barrualde-Galdakao, el
23% a Bilbao-Basurto, el 23% a Barakaldo-Sestao, el 12% a Ezkerraldea-Enkanterri-Cruces y el 9% a Uribe. En cuanto a categoría profesional, el 37% pertenecía a Enfermería, el 31% a MFyC, el 25% al AAC y un 6% a residentes de EFyC y MFyC.
 

Conocimiento del modelo corporativo de la GCD de Osakidetza 

El 91% (IC 95% 88-94) afirmó conocer el flujograma de la GCD. Al comparar las categorías profesionales fue medicina con un 17% la más desconocedora (p< 0,01).
La media de PLA conocidos fue de 6,4 sobre 7 existentes, hubo diferencias entre categorías profesionales (p< 0,001): medicina 6,1%; AAC 6,4%, y enfermería 6,7%.
El PLA más conocido fue dolor de garganta con un 99% y el menos conocido tapón de cerumen, con un 65%.
Sobre la existencia de rango de edad, el 60% creía que no había, el 11% lo desconocía y el 29% consideraba que sí había.
Al comparar entre OSIs, el 88% del “sí existía” pertenecían a la OSI Barrualde-Galdakao (p< 0,05).
 

Satisfacción (Tabla 1) 

El 36% (IC 95% 31-42) de participantes expresó indiferente satisfacción ante la GCD habiendo diferencias entre las categorías profesionales (p< 0,01), siendo la enfermería la menos satisfecha. El 58% del personal de enfermería mostró poca o muy poca satisfacción frente a un 15% del AAC y 11% de MFyC. Nadie del equipo de enfermería expresó mucha satisfacción ante la GCD.
El 44% (IC 95% 39-50) afirmó que las personas atendidas tenían una satisfacción moderada.
Finalmente, el 62% del equipo de MFyC mostró bastante o mucha satisfacción con la resolución que realiza enfermería en los PLA.
 
 

Número de PLA atendidos y preferencia del modelo de atención 

La media de PLA atendidos en la última jornada laboral fue de 4, sin diferencias entre categorías.
El 56% (IC 95% 47-65) del equipo de enfermería prefería realizarlos presencialmente.
 

Formación y capacitación del personal de enfermería (Tabla 2) 

El 61% (IC 95% 54-70) de enfermería refirió tener bastante o mucho conocimiento respecto a los PLA y el 44% (IC 95%
35-52) se sentía bastante o muy capacitado para su resolución.
El 89% afirmó haber recibido nula o poca formación sobre exploración física.
 
 

Guías de atención de los PLA utilizadas por el personal de enfermería (Tablas 3 y 4) 

El 98% (IC 95%: 93-99) de enfermería afirmó utilizar los formularios de los PLA. El 45% consideraba de bastante o mucha ayuda las guías de atención.
Ordenando las guías de atención según el grado de ayuda, el 80% contestó que la de mayor ayuda fue la de dolor de garganta y la de menor la de tapón de cerumen con un 48%.
 
 
 
 

Propuestas de mejora 

El 51% de participantes respondió que mejoraría la gestión de los PLA y el 13% que no.
Un 50,6% de participantes rellenó la pregunta abierta.
Dentro de las propuestas de mejora existen tres áreas predominantes: la organización, la formación a profesionales sanitarios y la difusión hacia la población.
En organización expresaron la necesidad de un flujograma claro y sencillo con una adecuada definición de los PLA con criterios de inclusión y exclusión claros: “descripción conjunta y unánime (médicos, enfermería, administrativos) de lo que es y no es un PLA (enfermería)”. “Si solicitan atención médica (bajas IT o medicación) citar directamente con médicos (enfermería)”, ”al usuario a veces no le gusta que triemos los auxiliares administrativos. Los auxiliares administrativos no somos sanitarios, por lo que estamos limitados a la hora de triar PLAs (AAC)”.
El siguiente tema fue la necesidad de formación a enfermería en cuanto a exploración y protocolos más detallados en los criterios de derivación a medicina: “Recibir formación en exploración física y detección de signos de alarma (residente de EFyC)”, “una guía de intervención de enfermería completa como la de Castelldefels atención primaria (enfermería)”.
Respecto a la difusión a la población comentaron la importancia de informar sobre la GCD: qué es un PLA, por quién van a ser atendidos y los criterios de derivación; ”nos complica las llamadas con los pacientes que quieren que les vea un médico y no entienden que haya una llamada previa con enfermería (AAC)”. También deliberaron sobre la trascendencia de empoderar al paciente en su autocuidado: “Informar a los ciudadanos de las recomendaciones en caso de procesos leves y la no necesidad de valoración sanitaria = autocuidado (enfermería)”.
 

Discusión 

La mayoría de profesionales conocía los PLA y el flujograma; sin embargo, su percepción sobre la gestión de los PLA era moderada. El colectivo de medicina era el que tenía una mayor satisfacción al respecto, siendo este a su vez el que menor número de PLA conocía. Por el contrario, esta satisfacción no fue tan positiva para el colectivo de enfermería, ya que nadie expresó mucha satisfacción, y más de la mitad manifestó poca o muy poca. Tras leer las respuestas a la pregunta cualitativa, parece que esta insatisfacción se encuentra más relacionada con el flujograma y la poca formación recibida que con el hecho de tener que realizar los PLA. En un estudio sobre la percepción del equipo de enfermería al aplicar la GCD realizado en Cataluña, detallaron que el 55,3% del personal de enfermería había recibido formación en GCD, de las cuales el 72% consideró que fue de utilidad (19). Sin embargo, en el presente estudio el 89% del personal de enfermería afirmó haber recibido nula o poca formación respecto a exploración física. A pesar de ello, una gran parte manifestó sentirse bastante o muy capacitado para realizar los PLA. Respecto a la resolución que lleva a cabo los profesionales enfermeros en los PLA, la mayoría del personal de medicina refirió un alto grado de satisfacción.
Otro estudio concluyó que el personal de enfermería, formado específicamente para resolver problemas de salud agudos de baja complejidad, brindaba una calidad de atención comparable a la realizada por el personal de medicina, resolviendo la mayoría de los casos con éxito (9). La apreciación de los profesionales de la satisfacción moderada que tenían las personas atendidas podría deberse al gran desconocimiento por parte de la población sobre el modelo de GCD. En ocasiones, las personas que hacen uso de AP esperan una prescripción farmacológica, que se podría evitar con una mayor Educación para la Salud en autocuidados (19). Aunque la percepción sobre el grado de ayuda de las herramientas digitales fue positiva, en las propuestas de mejora todos los perfiles profesionales manifestaban la necesidad de clarificar el flujograma y detallar los motivos de derivación a medicina. En el modo de atención, más de la mitad del equipo de enfermería prefería una atención presencial. Esta cuestión difiere según el centro de salud, ya que al no haber un protocolo claro, en algunos centros se cita al paciente directamente por teléfono duplicando el trabajo al tener que volver a citarle presencialmente para una valoración más completa.
Por todas las cuestiones mencionadas anteriormente se debería ofrecer una formación de calidad a todos aquellos profesionales implicados en los PLA: al AAC sobre triaje y citación; al equipo de enfermería respecto a exploración física, prescripción y derivación; y al equipo de medicina acerca de los PLA existentes. A su vez, sería interesante crear una guía corporativa de actuación con pautas sencillas en las que se especifique qué es y qué no es un PLA para una correcta derivación. Finalmente, es importante difundir a nivel corporativo todo lo relacionado con la GCD, para proporcionar una atención más homogénea, estructurada y satisfactoria con la finalidad de mejorar la atención de estos PLA.
 

Limitaciones del estudio 

El hecho de que algún profesional participante conociera a las investigadoras pudo cohibir a la hora de responder ciertas preguntas. Incluir CS en los cuales los entrevistados no conocían a las investigadoras podría evitar este sesgo en cierta medida.
 

Conclusiones 

Existen diferencias entre las categorías profesionales en cuanto a la satisfacción acerca del modelo de GCD, siendo moderada para la mayoría de participantes.
Este estudio refleja la necesidad de realizar cambios en la guía corporativa y la importancia de contar para ello con los profesionales implicados.
Se precisa de más estudios para mayor conocimiento y mejora en la resolución de los PLA.
 

Conflicto de intereses 

Ninguno.
 

Financiación 

Ninguna.
 

Bibliografía 

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Originales - 2 - Impacto de la pandemia COVID-19 y del nivel socioeconómico en la lactancia materna

 
Cómo citar este artículo:
Guilló Arakistain A, García Valverde R, Ibarrondo Olagüenaga O, Mar Medina J. Impacto de la pandemia COVID-19 y del nivel socioeconómico en la lactancia materna. RIdEC 2024; 17(2):17-26.
 
Fecha de recepción: 25 de abril de 2024.
Fecha de aceptación: 3 de noviembre de 2024.
 

Autores

 
1 Ane Guilló Arakistain
1 Rebeca García Valverde
2 Oliver Ibarrondo Olagüenaga
2 Javier Mar Medina
 
  1. Enfermera. Osakidetza-Servicio Vasco de Salud. OSI Debagoiena. Matronas de Atención Primaria. País Vasco (España).
  2. Ph.D. Osakidetza-Servicio Vasco de Salud. OSI Debagoiena. Unidad de investigación AP-OSIs. Instituto de Investigación Biodonostia. País Vasco (España).
 
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Resumen 

Introducción: el apoyo grupal es un elemento clave en promover la lactancia materna. La ausencia de apoyo producida por el confinamiento asociado a la COVID-19 pudo reducir la prevalencia de lactancia materna. El objetivo de este trabajo fue estudiar el efecto de la pandemia en las tasas de lactancia materna ajustadas por nivel socioeconómico.
Método: estudio de cohortes observacional retrospectivo en el que se comparó el tipo de alimentación a los 7 días, 2 meses,
4 meses y 6 meses de vida de 389 bebés. Se dividió la muestra en dos grupos según la fecha de nacimiento en prepandemia (215 bebés) y pandemia (174 bebés). Se recogieron variables sociodemográficas, variables de efectividad como el tipo de lactancia a 1 semana, 2 meses, 4 meses y 6 meses, variables clínicas relacionadas con el parto y el nivel socioeconómico. Se utilizaron modelos de regresión logística de efectos mixtos.
Resultados: los bebés nacidos durante la pandemia presentaron tasas de lactancia materna más altas que antes de la pandemia. Las tasas de lactancia materna son más altas que la media europea. Resulta llamativa la asociación estadísticamente significativa de una mayor probabilidad de lactancia materna con el periodo pandemia y el nivel socioeconómico bajo y medio.
Conclusiones: el efecto protector de la pandemia podría estar relacionado con que las madres pasaron mayor tiempo con sus bebés. La incorporación al trabajo es el principal determinante del abandono de la lactancia materna. La política de alargar la baja maternal permitiría promover una mayor duración de la lactancia materna.
Palabras clave: lactancia materna; atención postnatal; clase social; pandemias; infecciones por coronavirus.
 

Abstract 

Impact of the COVID-19 pandemic and socioeconomic status on breastfeeding 
 
Objective: group support is a key element in breastfeeding promotion. The lack of support caused by the lock down associated with COVID-19 may have reduced the prevalence of breastfeeding. The objective of this work was to study the effect of the pandemic on socioeconomic status-adjusted breastfeeding rates.
Method: retrospective observational cohort study in which the type of feeding of 389 babies was compared at 7 days, 2 months, 4 months and 6 months of life. The sample was divided into two groups according to the date of delivery: pre-pandemic (215 babies) and pandemic (174 babies). Sociodemographic variables, effectiveness variables such as the type of lactation at 1 week, 2 months, 4 months and 6 months, clinical variables related to childbirth and socioeconomic level were collected. Mixed-effects logistic regression models were used.
Results: new-born during the pandemic had higher breastfeeding rates than before the pandemic. Breastfeeding rates are higher than the European average. We found statistically significant association of a greater probability of breastfeeding with the pandemic period and low and middle socio-economic status is striking.
Conclusions: the protective effect of the pandemic could be related to mothers spending more time with their babies. Work entry is the main determinant of breastfeeding cessation. The policy of extending maternity leave would promote longer breastfeeding duration.
Key words: breastfeeding; postnatal care; social class; pandemics; coronavirus infections.
 

Introducción 

La lactancia materna presenta beneficios para los lactantes, las madres, sus familias y la sociedad en general (1-3). La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los lactantes sean alimentados exclusivamente con leche materna hasta los seis meses de edad y que la lactancia materna continúe como parte importante de la dieta del lactante hasta que tenga por lo menos 2 años de edad (3). Sin embargo, en los países desarrollados solamente uno de cada tres niños recibe lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de su vida (4).
Las estrategias que han demostrado su eficacia para mejorar la prevalencia de lactancia materna se basan principalmente en el apoyo presencial, continuo y frecuente (3,5,6). Diferentes estudios sugieren que los grupos de apoyo tienen un mayor efecto que el asesoramiento individual (6-8), mejorando los porcentajes de iniciación, duración y exclusividad de la lactancia materna. La pandemia de COVID-19 ha creado desafíos imprevistos tanto para la asistencia médica a escala mundial, como para las madres que intentaban acceder a recursos de apoyo a la lactancia (9-11). Debido a las políticas relacionadas con la pandemia de COVID-19 y la recomendación de evitar reuniones de personas, las redes de apoyo social de las madres se han visto muy limitadas: no solo han tenido que suspenderse los grupos de apoyo y talleres de lactancia, sino que las madres tampoco han podido reunirse con otras mujeres amigas o familiares que podrían ofrecerles apoyo informal (12).
Antes de la pandemia de COVID-19 todos los centros de salud de la Organización Sanitaria Integrada (OSI) Debagoiena contaban con un taller de lactancia semanal liderado por la matrona de cada centro de salud. La continuidad de la figura profesional de la matrona como dinamizadora del taller aseguraba que la información se adecuara a la evidencia científica y promovía la continuidad de la participación de las asistentes (13). Sin embargo, a partir de mediados de marzo de 2020, estos talleres se suspendieron y un mes y medio más tarde se pusieron en marcha talleres online a través de la herramienta Zoom que duraron hasta septiembre de 2021. La participación en estos talleres online fue considerablemente menor a la participación en los talleres presenciales. Durante todo ese tiempo, las diadas lactantes tuvieron acceso a consultas presenciales individuales con su matrona.
En la literatura se indica la existencia de desigualdades en el mantenimiento de la lactancia según el nivel socioeconómico.
En un estudio sueco, diversos indicadores asociados al nivel socioeconómico (NSE) mostraron que este tiene un impacto en la duración de la lactancia con cifras mayores asociadas al mayor NSE (14). Sin embargo, en general se ha dado más importancia al nivel educativo, como en el estudio de Heck et al. (15), que encontraron una asociación significativa de la educación materna y paterna con la lactancia materna. El análisis de los determinantes sociales de la salud durante la pandemia de COVID-19 ha mostrado desigualdades significativas (16-18). La pandemia COVID-19 ha acrecentado las desigualdades en salud, pero su efecto en la lactancia ha sido distinto según los países (12,19).
Siendo el apoyo grupal un elemento clave en la promoción de la lactancia materna, se requería investigar el efecto en las tasas de lactancia materna de los meses de confinamiento decretados a causa de la pandemia de COVID-19. En este escenario, se planteó el objetivo de estudiar el efecto de pandemia en las tasas de lactancia ajustadas por NSE y testar la hipótesis de que la ausencia de apoyo social redujo la lactancia materna.
 

Método 

Diseño 

Se llevó a cabo un estudio de cohortes observacional retrospectivo en el que se comparó el tipo de alimentación a los 7 días, 2 meses, 4 meses y 6 meses de vida de los lactantes nacidos antes de la pandemia y durante la pandemia.
 

Población y ámbito de estudio 

El grupo a estudio fueron las diadas madre/recién nacido pertenecientes a las Unidades de Atención Primaria (UAP) de Arrasate-Mondragón y de Valle de Leniz de la OSI Debagoiena (Gipuzkoa). Los grupos se definieron según la fecha de parto en prepandemia (1/11/2018–1/11/2019) y pandemia (1/3/2020-1/3/2021). Ambos grupos (prepandemia y pandemia) recibieron el apoyo de la matrona mediante visitas de seguimiento de embarazo, la posibilidad de participar en sesiones prenatales de educación sobre lactancia y visitas de seguimiento de posparto presenciales en consulta. La diferencia entre los dos grupos fue que en el grupo pandemia el taller de lactancia y las sesiones grupales antenatales fueron online y en el grupo prepandemia presenciales. El experimento natural surgió por la dificultad de reunirse presencialmente y de mantener las redes de apoyo a la lactancia, tanto formales en el centro de salud, como informales con amigas y familiares. En este caso, el grupo control fue el grupo de madres que dio a luz y tuvo seguimiento puerperal en condiciones normales, antes de que se declarara la pandemia de COVID-19.
Se incluyeron los nacidos en el Hospital Alto Deba y residentes en Arrasate-Mondragón y Valle de Léniz que cumplieron los siguientes criterios de inclusión: 1) Lactantes sanos, 2) Nacidos entre 01/11/2018-01/11/2019 y entre 01/03/2020-01/03/2021 y 3) Usuarios de las UAP de Arrasate-Mondragón y de Valle de Leniz. Como criterios de exclusión se utilizaron 1) Presencia de enfermedades o condiciones médicas que contraindicasen la lactancia materna, 2) Prematuridad y 3) Gemelaridad.
 

Variables y recogida de datos 

Los datos se recopilaron por parte de las matronas a partir de la historia clínica. Como variables sociodemográficas se recogieron la edad de la madre al parto, el país de nacimiento de la madre, la fecha del parto y el nivel de renta medido por la categoría del copago farmacéutico. Las variables de efectividad fueron el tipo de lactancia a 1 semana, 2 meses, 4 meses y
6 meses en las siguientes categorías: lactancia materna exclusiva, lactancia artificial exclusiva, lactancia mixta. Finalmente, las variables clínicas recogidas fueron terminación del parto (eutócico, instrumental, cesárea), inducción, tipo anestesia, semanas de gestación, episiotomía, sexo del recién nacido, peso al nacimiento y paridad. Como variable indicativa del nivel socioeconómico se utilizó el código de aportación farmacéutica del individuo o de su progenitor o tutor que se basa en el nivel de renta. De esta forma, se definieron tres grupos según el tipo de aportación farmacéutica de la madre: nivel de renta bajo que incluyó a las perceptoras de rentas mínimas de inserción y paradas sin prestaciones de desempleo; nivel de renta medio que incluyó las mujeres con ingreso anual menor de 18.000 € y nivel socioeconómico alto para las mujeres con ingreso anual mayor de 18.000 €.
 

Análisis estadístico 

Se llevó a cabo un análisis descriptivo de las variables categóricas contando el número y el porcentaje en cada categoría.
Las variables se analizaron mediante la media y la desviación estándar. La significación estadística de las diferencias entre los grupos se evaluó mediante pruebas t pareadas para las variables cuando se distribuyan normalmente. Cuando los datos no estén distribuidos normalmente y para los datos ordinales se usará la prueba no-paramétrica de Wilcoxon. El nivel de significación se estableció en p= 0,05. También se realizaron pruebas de chi-Cuadrado, para comparar las tablas de contingencia. Para identificar factores predictores se utilizaron los modelos de regresión logística de efectos mixtos bajo el marco de modelos lineales mixtos generalizados (GLMM), acomodando tanto los efectos aleatorios como los fijos en el modelo (20-22).
 

Consideraciones éticas 

El estudio fue aprobado por el Comité de Ética de Gipuzkoa con el número de referencia GUI-LMC-2021-01, que aprobó el formulario del consentimiento informado. Todas las madres firmaron el consentimiento informado.
 

Resultados 

En la Tabla 1, se muestra el análisis descriptivo de las características de la muestra. Se incluyeron 389 mujeres, de las cuales
215 (55,27%) se reclutaron antes de la pandemia y 174 (44,73%) durante la pandemia. Se trata de grupos comparables entre sí, con diferencias no estadísticamente significativas en todas las variables excepto en el nivel socioeconómico. Las mujeres con nivel alto representaron un 23,72% en el grupo prepandemia frente al 44,25% en el de pandemia.
 
 
En la Tabla 2 y los Gráficos 1 y 2, se muestran el tipo de alimentación desde el nacimiento hasta los seis meses desagregados por periodo (prepandemia y pandemia) y NSE. Comparando el tipo de alimentación, los bebés nacidos durante la pandemia presentan tasas de lactancia más altas que los bebés nacidos antes de la pandemia. Las tasas de iniciación son prácticamente iguales en ambos grupos y a los 4 meses la diferencia se acentúa manteniéndose hasta los 6 meses a favor de los bebés nacidos durante la pandemia. Si se mira la otra cara de la moneda, el aumento del porcentaje de bebés alimentados con leche de fórmula resulta evidente a los 2 y 4 meses y la diferencia es mayor a los 4 meses. En el análisis univariante no aparecen diferencias estadísticamente significativas por NSE.
 
 
 
 
 
 
La Tabla 3 muestra los resultados del análisis de regresión logística. Son fáciles de explicar algunas variables que aparecen como significativas como el tipo de parto, el número de partos previos, las semanas de gestación o el peso del bebé, ya que las categorías con mayor lactancia materna se corresponden con los embarazos y partos sin complicaciones. Resulta llamativa la asociación estadísticamente significativa de una mayor probabilidad de lactancia materna con el periodo pandemia, el sexo hombre y el NSE bajo y medio.
 
 
 

Discusión 

El principal hallazgo de este trabajo es que, contrariamente a la hipótesis inicial, la lactancia materna no se vio afectada negativamente en los centros de salud de la OSI Debagoiena, tal y como sucedió en Australia y Nueva Zelanda (23). Las tasas de lactancia al alta del hospital, por ejemplo, se mantuvieron prácticamente iguales, al contrario de lo que ocurrió en otro estudio realizado en el Norte de Italia (24), donde se halló que las tasas de LME al alta hospitalaria de bebés nacidos durante la pandemia fueron menores que las tasas de bebés nacidos el año anterior (70,39 % vs. 86,39%) (24). Por el contrario, durante la pandemia aumentó de forma estadísticamente significativa el porcentaje de bebés alimentados con lactancia materna exclusiva en Debagoiena. De alguna manera, las madres y los servicios sanitarios pudieron contrarrestar la ausencia de apoyo grupal que se generó por la imposibilidad de realizar talleres de lactancia o reuniones informales con mujeres en su misma situación.
Por otro lado, también resulta llamativa la asociación positiva entre la lactancia materna y el NSE bajo y medio, dato que no coincide con otros estudios (10,25,26), pero que ayuda a reducir la brecha de desigualdad en nutrición y salud entre los recién nacidos en familias con bajo nivel de renta. De hecho, la existencia de un servicio público de salud con acceso a controles prenatales y pediátricos para toda la población contribuye a que las familias con menor nivel de renta reduzcan las desigualdades en salud. Situación que no se cumple, por ejemplo, en el estudio llevado a cabo en Nigeria (25), ya que el nivel socioeconómico bajo se asociaba a menos de cuatro visitas prenatales y a menor prevalencia de lactancia materna. Todas las mujeres de Debagoiena tienen acceso a más de cuatro visitas prenatales en una organización sanitaria pública.
Aunque en el presente estudio no haya datos del nivel de estudios de la madre, este suele aumentar al incrementar el NSE y en estudios previos se ha demostrado la correlación entre el nivel educativo de la madre y el mantenimiento de la lactancia materna (15,27-29). Sin embargo, teniendo en cuenta la realidad socioeconómica de la población estudiada de esta comarca, se podría interpretar que la asociación negativa entre el NSE alto y la lactancia materna exclusiva se debe a que estas madres han dejado de amamantar al tener que reincorporarse a sus trabajos remunerados.
De forma consistente con estos hallazgos, varios autores han descrito la dificultad que supone la reincorporación al trabajo en el mantenimiento de la lactancia materna (27,30,31). En un estudio llevado a cabo entre 2016 y 2017 en Bizkaia (32), más de la cuarta parte de las mujeres que optaron por la lactancia materna manifestaron que darían el pecho hasta la incorporación al trabajo, y un 63,4% refirió dicha incorporación como motivo de abandono entre el cuarto y el sexto mes. En la misma línea, Dagher et al. (27) describen que el riesgo de dejar de amamantar a los 6 meses era mayor para las mujeres que regresaron al trabajo en cualquier momento durante los 6 meses posteriores al parto en comparación con aquellas que no regresaron. Así, Hawkins et al. (30) señalan que la lactancia materna se prolonga cuando las madres disponen de condiciones laborales favorables a la conciliación familiar. Durante la pandemia, algunas madres decidieron retrasar la incorporación laboral para cuidar de su propio bebé y así evitar el contacto con otras personas (cuidadores del bebé, compañeros de trabajo, etc.) para reducir el riesgo de contagio. En otros casos, las empresas dieron la posibilidad a sus empleados de trabajar desde casa (33). Todo esto pudo retrasar la salida materna del hogar familiar y, por tanto, ayudar a mantener la lactancia materna.
Durante la pandemia, muchas mujeres retrasaron su regreso al trabajo remunerado. Por otro lado, las mujeres de bajo y medio NSE que viven en nuestra comarca se dedican a las tareas del hogar. En ambos casos, pasar más tiempo en casa ha demostrado ser beneficioso para el mantenimiento de la lactancia materna. Por lo tanto, la implementación de nuevas políticas de protección a la maternidad aumentaría la tasa de lactancia materna exclusiva al menos hasta los seis meses entre las mujeres trabajadoras. Sería estratégico alargar el actual permiso de maternidad hasta al menos los primeros seis meses del bebé, coincidiendo con el periodo en el que se recomienda la lactancia materna exclusiva (3).
Revista Iberoamericana de Enfermería Comunitaria • Vol. 17 - no 2 diciembre 2024-mayo 2025 A pesar de las dificultades, los resultados muestran que las tasas de lactancia materna a los seis meses en la comarca de estudio están por encima de la media en comparación con otros países europeos. La media española a los seis meses se sitúa en el 46%. Únicamente en Suecia (29) se alcanzaron cifras superiores al 65% obtenido en el presente estudio. En la población estudiada, más tres de cada cinco niños recibieron lactancia materna hasta los 6 meses de vida, por encima del objetivo de la OMS para 2025 (50%) (34). De todas maneras, hay que tener en cuenta que el Hospital Alto Deba es un hospital comarcal donde se atienden partos de bajo riesgo, por lo que quedan excluidas aquellas mujeres con patologías o embarazos de riesgo.
Una limitación del estudio es la falta del dato del nivel educativo de la madre. Aunque exista correlación entre el nivel socioeconómico y el nivel educativo maternal, hay estudios que asocian positivamente la educación con la lactancia materna, pero que refieren que el nivel de ingresos y la ocupación laboral dejan de ser significativos al realizar el ajuste (15).
La categoría del copago farmacéutico, útil por su accesibilidad y objetividad, tiene sus limitaciones porque no considera variables como la educación, la situación laboral o la red social. El código de aportación farmacéutica define como de NSE alto a aquellas mujeres con ingresos anuales mayores de 18.000€. Sin embargo, este valor está por debajo de la ganancia anual media de las mujeres españolas en 2020, que fue de 22.467,48€ según la Encuesta Anual de Estructura Salarial del Instituto Nacional de Estadística (35). Por lo tanto, en el grupo de NSE alto están incluidas mujeres con ingresos menores que la media de las mujeres españolas.
Por otro lado, aunque este estudio se haya centrado en el mantenimiento de la lactancia materna hasta los seis meses, sería interesante poderlo ampliar en el futuro siguiendo la misma cohorte para explorar el tipo de alimentación y sus consecuencias, ya que la recomendación internacional es seguir con la lactancia materna hasta los 2 años o hasta que la madre o el bebé así lo deseen (3,14,36).
Por último, la muestra proviene de una zona geográfica y unas circunstancias muy concretas, de manera que facilita la comparación entre los dos grupos (prepandemia y pandemia). Sin embargo, habría que tenerlo en cuenta a la hora de extrapolar los resultados a otros contextos. En otros estudios elaborados en el Reino Unido, por ejemplo, se menciona que las madres tuvieron dificultades para obtener apoyo a la lactancia durante el confinamiento y que algunas dejaron de amamantar antes de lo que les hubiera gustado (3,5,6). Esa falta de apoyo se concretaba, sobretodo, en la menor ayuda presencial con aspectos prácticos como el agarre, provocando que las madres tuvieran que extraer leche, introducir fórmula o dejar de amamantar (10). Los resultados de dicho estudio destacaron dos experiencias muy diferentes: el 41,8% de las madres sintió que la lactancia materna estaba protegida debido al confinamiento, pero el 27,0% de las madres tuvo dificultades para obtener apoyo y tuvieron numerosas barreras derivadas del confinamiento y algunas dejaron de amamantar antes de lo deseado.
 

Conclusiones 

Las tasas de lactancia materna aumentaron en la población estudiada a pesar de la disminución del apoyo social debido al confinamiento decretado por la pandemia. El efecto protector de la pandemia podría estar relacionado con que las madres pasaron mayor tiempo con sus bebés, ya que la incorporación al trabajo es un importante determinante del abandono de la lactancia materna.
En la población a estudio, las diadas madre-niño de bajo NSE tuvieron cifras similares de lactancia natural a las de nivel alto, por lo que no se encontraron desigualdades por NSE.
Las tasas de lactancia materna en la población a estudio fueron mejores que en otros países europeos. La explicación es que la lactancia materna es la norma y las madres primerizas tienen referencias positivas a su alrededor. Además, todas las mujeres tienen acceso a servicios de salud públicos y de calidad, independientemente de sus ingresos.
Para mantener o mejorar los niveles actuales, además de apoyar a las diadas lactantes en los centros de salud y hospitales, la promoción de la lactancia materna debería estar acompañada de otras medidas de promoción de la natalidad y de conciliación familiar que pasan por el alargamiento de los permisos maternales.
 

Conflicto de intereses 

Ninguno.
 

Financiación 

Ninguna.
 

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