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Ángela Amorós, socia de AEC, seleccionada para realizar el Máster de Salud Global en el Karolinska Institutet

Nuestra compañera Ángela Amorós Molina, enfermera familiar y comunitaria en Barcelona, ha sido seleccionada para realizar el Máster de Salud Global en el Karolinska Institutet en Estocolmo (Suecia). Un cambio de rumbo académico y profesional del que seguro ganará mayor perspectiva, conocimientos y habilidades para la mejora de la salud poblacional.

¡Suerte en esta nueva etapa!

Presentación de la Vocalía AEC de México y Ciclo de Conferencias Virtuales

La Vocalía de México de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC) presenta un Ciclo de Conferencias virtuales de acceso libre que tendrán lugar durante los próximos días 16 y 17 de junio, según el Programa adjunto. Las personas interesadas pueden registrarse en este enlace.

RIdEC 2021 Vol. 14, nº 1 Publicado

Publicado en Open Acces el nuevo número de la Revista Iberoamericana de Enfermería Comunitaria(RIdEC) de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC).

 

Editorial

 

INVESTIGACIÓN EN TIEMPOS DE PANDEMIA. 

REPERCUSIÓN PARA LAS REVISTAS CIENTÍFICAS

 
Dr. Vicente Gea-Caballero
Editor Revista Iberoamericana de Enfermería Comunitaria, RIdEC. Asociación de Enfermería Comunitaria, AEC.  
 
 
 
El último año, como bien es sabido por todos y todas, ha sido probablemente uno de los más complejos para los servicios de salud mundiales y para sus profesionales, además de para la ciudadanía mundial. También para las enfermeras comunitarias.
Nuevos enfoques de la Salud Pública como la One Health (1) o la Salud Planetaria (2) han puesto de manifiesto lo acertado de su argumentación. Como afirmaba el Dr. Enrique Castro, las “enfermeras planetarias” (3) también tienen una enorme responsabilidad en el liderazgo de estos nuevos enfoques, más comunitarios y salutogénicos que los enfoques clásicos de comunidades relacionadas exclusivamente con sus entornos de vida inmediatos.
El complejo y desmedido esfuerzo realizado durante más de un año para lograr mantener la pandemia bajo cierto control, y armonizar la vida cotidiana de las personas con una extraña normalidad, es algo que ha afectado profundamente también a la vida personal y profesional de las enfermeras comunitarias, al igual que del resto de profesionales y trabajadores/as de los servicios de salud. En ese sentido una de las funciones esenciales de nuestra ciencia es la investigación, más aún en etapas críticas como la que estamos viviendo para la población y la sociedad, pero en especial para los colectivos más vulnerables.
Bien conocido es en ese sentido el modelo consolidado de desigualdades sociales en salud (4), que de nuevo ha confirmado la profunda inequidad en salud y la necesidad de un mayor y mejor desarrollo comunitario, al que tanto pueden y deben aportar las enfermeras comunitarias con esa perspectiva global.
Cierto es que los esfuerzos asistenciales han absorbido casi por completo la energía de las enfermeras, en un contexto conocido, histórico y grave de carencia de las mismas (5) en España. Estar por debajo de la media europea y del conjunto de países de la OCDE en enfermeras, y con un severo desequilibrio en la ratio enfermera/médico, no ayuda en Atención Primaria a mejorar la atención, la seguridad y la calidad (5). Como cierto es que conseguir iniciar o mantener los diversos proyectos de investigación enfermera ha sido, está siendo y va a ser (a corto y medio plazo) realmente complicado en estos tiempos.
Sin embargo, resulta encomiable observar como a pesar de ello, gran parte del colectivo profesional ha podido mantener su actividad científica y participar en el desarrollo de guías COVID-19, protocolos, sesiones clínicas formativas, comunicaciones en congresos, webinars… También las publicaciones científicas se han centrado de forma relativa pero destacable en la pandemia por COVID y el fortalecimiento de evidencias: en aspectos psicosociales, políticas y servicios de salud, tecnologías, epidemiología, la educación de futuros/as profesionales y la gestión en servicios y cuidados profesionales enfermeros (6).
Como también fue el caso de RIdEC al publicar un número especial, el 2020:13(2)(https://enfermeriacomunitaria.org/web/index.php/ridec/290-ridec-2020-volumen-13-numero-2).
La actividad de las enfermeras comunitarias en este último año ha sido ejemplar, han mostrado a la sociedad su aportación, fortaleza, resistencia, capacidad y competencia, siendo agentes clave para mejorar en cada momento la realidad, y visibilizando como nunca había sucedido el cuidado profesional. Pero, además, han sabido y están sabiendo encontrar el tiempo y la energía necesarios para compartir con el resto del colectivo sus conocimientos, aprendizajes, investigaciones y ser productivas científicamente.
Bien es sabido que las publicaciones científicas dependen de ese esfuerzo adicional que hacen muchas enfermeras investigadoras, que como hemos visto lo han seguido haciendo en contextos de pandemia. Sin embargo, pedir más esfuerzos a unas enfermeras agotadas puede ser algo atrevido, irrespetuoso e incluso ofensivo, porque no sabemos si esa energía podrá mantenerse para, además de proteger y cuidar a la población, seguir investigando, mejorando, publicando y construyendo la enfermería actual.
 
 
Bibliografía 
 
[1] Ruckert A, Zinszer K, Zarowsky C, Labonté R, Carabin H. What role for One Health in the COVID-19 pandemic? Can J Public Health. 2020; 111:641-4. Doi: https://doi.org/10.17269/s41997-020-00409-z
[2] Pastuña Doicela R, Jara Concha P. Desafíos para la formación de enfermeras en salud global. Enfermería Investiga. [internet] 2020 [citado 13 may 2021]; 5(3):53-62. Disponible en: https://revistas.uta.edu.ec/erevista/index.php/enfi/article/view/912
[3] Castro Sánchez E. Apostando por una enfermería planetaria. Evidentia. [internet] 2018 [citado 13 may 2021]; 15. Disponible en: http://ciberindex.com/c/ev/e1501
[4] Lima Barreto M. Desigualdades en Salud: una perspectiva global. Ciênc saúde colet. 2017; 22(7). Doi: https://doi.org/10.1590/1413-81232017227.02742017
[5] Gea-Caballero V, Martínez-Riera JR, García-Martínez P, Casaña-Mohedo J, Antón-Solanas I, Verdeguer-Gómez MV, et al. Study of the Strengths and Weaknesses of Nursing Work Environments in Primary Care in Spain. Int. J. Environ. Res. Public Health. 2021; 18:434. Doi: https://doi.org/10.3390/ijerph18020434
[6] Gomes Pereira E, Felix da Silva Felix AM. ¿Cuál es la agenda de investigación de Enfermería para la pandemia de COVID-19? Rev. esc. enferm. USP 2020; 54:e03661. Doi: http://dx.doi.org/10.1590/s1980-220x2020pv0103661
 

Espacio AEC

ENFERMERÍA Y ENFERMERAS

Más allá de la semántica 

 
Coincidiendo con la celebración del Día Internacional de las Enfermeras escribo estas líneas para poner de manifiesto, por una parte, la importante aportación que las enfermeras en general y las enfermeras comunitarias en particular están llevando a cabo durante esta situación de pandemia.
Sería una temeridad, además de faltar a la verdad, valorar dicha aportación tan solo como la respuesta ante la COVID, como si previamente no tuviese el valor, la significación o la trascendencia que ahora se está visibilizando. Este es precisamente el hecho que marca la diferencia. Es decir, no se trata de que ahora se den más o mejores cuidados, sino de que ahora por razones muy diversas se han puesto en valor, se han reconocido y se están visibilizando como una respuesta eficaz y eficiente a las necesidades y demandas que plantean las personas, las familias y la comunidad.
Dicen que nunca es tarde si la dicha llega. Y llegó. Posiblemente más tarde de lo deseado e incluso arrastrando algunos de los tópicos y estereotipos que nos acompañan y distorsionan nuestra imagen.
El cuidado profesional enfermero ha sido identificado y ha trascendido del ámbito doméstico en el que, hasta la fecha, había permanecido. Su aportación específica, eficaz y eficiente, visibilizada a través de las manifestaciones que tanto pacientes como familiares y la propia comunidad así lo han corroborado, ha permitido que la sociedad en su conjunto identifique a las enfermeras como profesionales, no tan solo de gran valor, sino fundamentales en la promoción, protección y recuperación de la salud.
Incluso los medios de comunicación, tan resistentes a darnos visibilidad, se han sumado a la misma, aunque no siempre con acierto. Desde la denominación de sanitarios, como si de bidés o lavabos se tratase, de personal médico, como si fuésemos una parte del mismo, hasta la denominación como ejecutoras de técnicas al denominarnos como rastreadoras o vacunadoras, pasando por la genérica, inconcreta, fallida y errónea denominación de Enfermería, como si la misma tuviese la capacidad omnipresente de ser ciencia, disciplina, profesión y al mismo tiempo ser las/os propias/os profesionales, es decir, las enfermeras.
Esta falta de concreción en nuestra identidad como enfermeras conduce a una dificultad añadida que limita, cuando no impide, identificarnos como lo que somos, enfermeras, y no como lo que ejercemos, vacunadoras, o desde donde lo ejercemos, la Enfermería.
El Día Internacional de las Enfermeras, al que aludía al inicio, ha sido una muestra de esta confusión. Confusión, por otra parte, a la que contribuyen de manera tan torpe como incomprensible quienes son nuestros órganos de representación profesional, los colegios profesionales, que mal se denominan de Enfermería, siéndolo de enfermeras y que ayer mismo trasladaron su pertinaz error a la conmemoración del Día Internacional de las Enfermeras, cambiándolo por el de Enfermería, lo que es mimetizado por los medios desvirtuando tanto la celebración como a quienes va dirigida la misma.
De estos hechos, en apariencia tan solo semánticos, pero que tienen una evidente trascendencia en nuestra imagen y autoimagen, se derivan posteriores consecuencias que dificultan el avance de diferentes e importantes procesos de desarrollo profesional.
Un ejemplo en el que la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC) ha estado, está y estará totalmente volcada en su fortalecimiento y consolidación es la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria, que a pesar de la evidente y comentada visibilización alcanzada en estos meses, ha quedado totalmente oculta, olvidada, cuando no ignorada tanto por parte de las instituciones como de los medios de comunicación y de la sociedad en su conjunto. Hablar de Enfermería de Atención
Primaria es lo que tiene, que ni se identifica a las enfermeras ni se valora la aportación específica de las enfermeras especialistas, en el caso que las haya o que se identifique su necesidad, derivada de su mayoritaria e incoherente ausencia a pesar de que las mismas instituciones que invierten en su formación se resisten a contratarlas posteriormente.
En este panorama de confusión, además, se incorpora el de la rabia, la indignación, la incomprensión, el cansancio, la incredulidad… de una prueba excepcional de acceso a la especialidad, prevista en el Real Decreto de Especialidades de Enfermería de 2005, que no ha contado con la voluntad ni la determinación política para que se realizase y que cuando lo ha hecho, contando con la inestimable contribución de las sociedades científicas (AEC y FAECAP), ha dilatado los plazos, cambiado las fechas previstas o anulado las anunciadas, con argumentos peregrinos en unos casos y con excusas como la pandemia en otros que nos sitúan, 16 años después, en un escenario incierto y, sobre todo, de incredulidad ante las fechas que últimamente se han anunciado y que sitúan la prueba en octubre de este mismo año. Fecha que, es cierto, en esta ocasión, y sin que sirva de precedente, nos fue consultada ante las dificultades que presentaba hacerla, en el mes de mayo como se había anunciado, con el proceso de vacunación COVID en plena actividad.
Tanto desde AEC como desde FAECAP hemos trasladado nuestro malestar por esta situación, tanto al Ministerio de Sanidad como al de Educación, que se pasan la pelota de uno a otro para eludir la responsabilidad en la toma de decisión y que mantienen a miles de enfermeras pendientes de una prueba que les habilite como especialistas, aun a sabiendas de que posiblemente tengan muy pocas posibilidades de trabajar como tales, dada la absoluta falta de planificación para ordenar la profesión, tanto en el ámbito del Ministerio como de las Consejerías de Salud de las respectivas comunidades autónomas.
Sin embargo, la inconcreción y la invisibilidad comentadas inciden a todos los niveles y, por ejemplo, provocan que nuestras posibilidades de desarrollo como especialistas sean mínimas o inexistentes en el Real Decreto que sobre Áreas de Capacitación
Especial ha presentado la Dirección de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, en el cual queda patente la hegemonía de las especialidades médicas y su traslado mimético al resto de especialidades de Ciencias de la Salud en las que no encaja, y por tanto dificulta o impide, su implementación real en las de Enfermería y resto de disciplinas.
Ante todos estos factores no queda más que seguir trabajando, como desde siempre hemos hecho en la AEC, por la defensa y el desarrollo científico profesional de la Enfermería Comunitaria. La apuesta decidida y eficaz del editor de RIdEC, el Dr. Vicente Gea Caballero, por ejemplo, nos permite contar con una publicación científica ya consolidada y cada vez con mayor prestigio, solvencia y rigor, que contribuye a que la aportación científica enfermera, a pesar de todo lo dicho, sitúe a la
Enfermería como la segunda área de conocimiento con mayor incremento del impacto normalizado de citas, la segunda en crecimiento particularmente elevado en colaboración internacional y la primera en aumento del impacto normalizado de descargas (1). Todo ello en el ámbito de la biomedicina en el que se nos incorpora y evalúa, pero también consiguiendo nuestra incursión y desarrollo en el ámbito internacional con la creación de las dos primeras vocalías internacionales en México, con Daniel Máximo, y en Argentina, con Cristian Mustafa, como vocales de las mismas, que seguro contribuirán a la globalización del conocimiento y el desarrollo científico de la enfermería comunitaria.
Así pues, en nuestra permanente lucha por emerger como enfermeras que somos, en AEC nos cabe la satisfacción de contribuir a que seamos valoradas, reconocidas y visibilizadas como tales, lo que ha permitido que nuestra voz y nuestra presencia e imagen sean una constante en un panorama de incertidumbre, pero también de posibilidades que debemos aprovechar para dignificar nuestra aportación específica, singular y valiosa, la de los cuidados profesionales, a través del indiscutible y necesario liderazgo de las enfermeras comunitarias en la sociedad.
La AEC aprovecha, por tanto, la oportunidad para felicitar a todas las enfermeras que, con su trabajo, motivación e implicación, posibilitan que la Enfermería sea una realidad y no a la inversa.
 
José Ramón Martínez Riera 
Presidente de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC) 
 
Bibliografía 
 
[1] Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. Indicadores bibliométricos de la actividad científica española (2005-2014). Madrid: Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología; 2016.
 
 

El próximo Congreso Internacional de Enfermería Comunitaria AEC 2021 se celebrará de forma virtual desde Sevilla

 
 
Tras un obligado paréntesis es de gran satisfacción retomar la celebración del VI Congreso Internacional, XII Nacional de la AEC y VIII Encuentro Nacional de Tutores y Residentes de Enfermería Familiar y Comunitaria, del 27 al 29 de octubre de 2021, bajo el lema "ENfermeras enREDdadas CON la comunidad", edición virtual. 
Pretendemos crear un foro de debate científico y profesional de la Enfermería Comunitaria en torno al potencial de las tecnologías digitales para promover la promoción de la salud centrada en la persona y mejorar la calidad de los cuidados que ofrecemos a las personas, familias y comunidad en la sociedad red, incluyendo las situaciones de crisis sanitaria y bajo el marco de la campaña internacional Nursing Now.
 
Los objetivos específicos son:
 
  • Identificar y analizar el uso que hacemos las enfermeras comunitarias de las tecnologías digitales en relación con:
    • La promoción de la salud (actuación individual y en red con la comunidad).
    • Los cuidados prestados a las personas y familias.
    • La formación continuada y la investigación e innovación disciplinar y transdisciplinar.
    • El liderazgo enfermero a través de la abogacía para la salud, el empoderamiento de las enfermeras comunitarias y la acción política.
    • La participación comunitaria y construcción de la salud con la comunidad.
    • La pandemia COVID-19
  • Promover el uso de las tecnologías digitales a través de los distintos dispositivos y sistemas online para el cuidado de las personas, familias y comunidad, basándose en la evidencia científica.
  • Promover el establecimiento de redes de enfermería comunitaria internacionales para la investigación e innovación y la acción política en el ámbito territorial e interterritorial.

Fechas de interés:

  • Fecha límite de recepción de resúmenes: 31 de mayo de 2021 (21:00 h).
  • Fecha límite de aceptación/rechazo de resúmenes: 15 de julio de 2021 (21:00 h).
  • Fecha límite de inscripción reducida: 15 de septiembre de 2021.
 
Guardad las fechas, bloquead agendas: nos vemos virtualmente en Sevilla 2021.
 
 
Marta Lima  
Presidenta del Comité Organizador